Las cinco tendencias de inversión que persiguen todos los fondos del mundo

A la hora de mover los ahorros para sacarles beneficio, hay dos formas tradicionales de operar: acudir a las inversiones tradicionales o a las tendencias. Y cada cual tiene sus ventajas y sus desventajas. Las tradicionales suelen acumular una regularidad que les ha hecho estar en el foco durante mucho tiempo, aunque eso no les asegura que siempre vayan a aportar rentabilidad a sus inversores.

Las tendencias, por su parte, pueden parecer una incógnita, ya que su aparición en el escenario inversor habrá sido reciente, con lo que aún tendrán que demostrar su potencial. Sin embargo, tienen varios factores a su favor:

A) Crecimiento. Al ser sectores inéditos, su potencial de crecimiento es mucho mayor, exponencialmente hablando, que en el caso de las inversiones tradicionales. Además, si consiguen consolidarse acabarán siendo habituales en las carteras de inversión de ahorradores y fondos.

B) Oportunidad. Lo bueno de las tendencias es que, cuando surgen, muy pocos están mirando. Así pues, los primeros inversores que apuesten por ese tipo de activos tendrán disponible una entrada a precios bajos, con lo que sus beneficios a posteriori serán mucho más elevados.

Las cinco grandes tendencias

Y si alguien apuesta por las tendencias inversoras, ¿a por cuáles debe lanzarse? En los escenarios actuales hay cinco factores que cada vez están más presentes en los criterios de inversión a futuro.

1.- Nuevas clases medias

Las clases medias, definidas como los hogares que gastan entre 10 y 100 dólares por persona al día, está en claro auge. Así lo estima la OCDE, que calcula que, frente a los 1.800 millones de personas que alcanzaron este estatus en 2009, la cifra crecerá hasta los 4.900 millones en 2030, con especial presencia en Asia.

En este contexto, las nuevas clases medias representan una oportunidad para muchas industrias: la del pequeño y gran comercio, la automovilística, la turística, la del lujo, etc. Por tanto, todos los sectores dirigidos a este nicho crecerán y representarán una buena inversión.

2.- Retos demográficos

La población mundial no para de crecer. De hecho, habiendo ahora 7.300 millones de personas que habitan el planeta, varias estimaciones consideran que esta cifra crecerá hasta cerca de los 9.000 millones dentro de pocas décadas, en 2050. En un escenario como ese, está claro que surgirán nuevas necesidades.

Las posibilidades de ciertas industrias son innumerables: el sector energético deberá abastecer toda la demanda, el agrícola responder con cultivos de alimentos, el social con jubilaciones y servicios de ayuda, el urbanístico con nuevos modelos de ciudadades más eficientes, etc. Se aproximan, por tanto, buenas épocas inversoras para las empresas de estos nichos.

3.- Longevidad y bienestar

Los ciudadanos de todo el mundo cada vez vivimos más años, y en España estamos especialmente de enhorabuena: según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestro país es el cuarto del mundo con mayor esperanza de vida, que se alza hasta los 82,8 años.

Estas perspectivas hacen que varios sectores puedan crecer, como por ejemplo los destinados al ocio y servicios a personas mayores. Además, la cronificación de muchas enfermedades beneficiará especialmente a la industria sanitaria y de los cuidados.

4.- Desarrollo sostenible

Los Objetivos de Desarrollo Sostenble (ODS) de la ONU lo dejan bien claro: tenemos que encaminarnos hacia un planeta en el que sea más cómodo vivir. Para ello no solo hay que ser menos contaminantes, sino que también se vuelve imprescindible una mejor gestión de los recursos disponibles.

En este sentido, los sectores encaminados a aprovechar la gestión del agua, minimizar el cambio climátco, potenciar la economía circular, invertir de manera sostenible o promover las energías limpias serán el objeto de deseo de grandes y pequeños ahorradores.

5.- Digitalización y conectividad

Si hay algo en el que el 100% de la población mundial está de acuerdo es que nuestro futuro será cada vez más tecnológico. No solo por nuestro uso de internet, las redes sociales o los 'smartphones', sino también porque nos movemos hacia un escenario ultraconectado en el que diversas tecnologías serán casi imprescindibles.

Así pues, algunos nichos tecnológicos como la inteligencia artificial, la robótica, los servicios cognitivos o los asistentes virtuales podrán dar mayores beneficios a sus inversores que los ofrecidos en otro tipo de empresas.

¿Cómo invertir en tendencias?

Invertir en las tendencias que mejor evolución van a tener puede parecer fácil, pero no lo es, ya que siempre resulta aconsejable recurrir para ello a un vehículo de inversión que decida y comande dichas inversores. Dentro de esta necesidad, CaixaBank Asset Management cuenta con CaixaBank Selección Tendencias FI, un fondo que invierte en este tipo de tendencias al alza.

La filosofía del fondo parte de conocer las principales tendencias que dirigirán el crecimiento mundial mediante un análisis del entorno actual, todo con el objetivo de discernir lo que es una moda pasajera de lo que realmente es consistente y podría suponer un cambio global en el largo plazo. Para ello cuenta con un equipo multidisciplinar, de 12 personas con mucha experiencia en la industria y en el análisis de fondos, dedicado a analizar e interpretar tendencias para tratar de identificar oportunidades de inversión que buscan transformar la economía global.

Su proceso de inversión cuenta con cuatro fases bien definidas: identificación de tendencias (3-5 años), definición de ideas de inversión (12-18 meses), constitución de los fondos invertibles y construcción de la cartera.

Desde su lanzamiento en 2012, este vehículo de inversión cuenta con una rentabilidad acumulada del 94,7%. Además, permite el acceso a fondos cerrados a nuevos inversores, fondos restringidos a inversores institucionales y fondos exclusivos para gestores especializados.