Los bajistas elevan la presión sobre Sabadell y Bankinter tras el lío hipotecario

Las posiciones cortas han aumentado hasta máximos de octubre del año pasado en el Banco Sabadell y hasta máximos de 2016 en el capital de Bankinter en las últimas dos semanas — un periodo marcado por el vaivén del Tribunal Supremo por el futuro del himpuesto hipotecario —. A su vez, los bajistas han retrocedido en tanto Bankia como BBVA hasta mínimos de mayo, mientras que, a su vez, han mantenido prácticamente los mismos niveles que a principios de mes en Santander y CaixaBank.

Según los datos a cierre de la samana pasada publicados el lunes por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las posiciones cortas han alcanzado un 1,8% del capital de Sabadell y un 1,2% de Bankinter. El sector se ha visto asolado en las últimas semanas por la incertidumbre relacionada con el impuesto hipotecario, después de que, el pasado 20 de octubre, el Tribunal Supremo decidiese que serían las entidades y no el cliente quienes tendrían que pagarlo (creando un 'agujero' para los bancos que se estimaba entre los 4.000 y 10.000 millones de euros).

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Después de que el alto tribunal cambiase de parecer el día 6 de noviembre y decidiese regresar a la juridisprudencia antigua, la confusión se resolvió finalmente cuando, el día 7, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidió que serían finalmente los bancos los que pagarían el impuesto aunque, eso sí, este Decreto Ley no sería de caracter retroactivo.

El calvario del impuesto hipotecario se ha visto en las últimas semanas reflejado en la cotización de los grandes bancos españoles, con los cinco grandes alcanzando mínimos del año a finales de octubre y rebotando paulatinamente según la situación se ha ido despejando. De hecho, tanto Bankinter como Banco Sabadell se han recuperado de las pérdidas, a diferencia de Bankia, que ha vuelto a perder los 3 euros por acción.

Los cinco grandes bancos alcanzaron mínimos del año a finales de octubre y han ido rebotando según la situación se ha ido despejando.

Sin embargo, durante estas dos últimas semanas de resolución de las tensiones (o al menos de momento), las posiciones cortas se han elevado en el Banco Sabadell desde el 0,99% del capital que tenían a fecha del 26 de octubre hasta el 1,8% en noviembre, mientras que en Bankinter han aumentado desde el 0,7% hasta el 1,2% de este.

En Bankia, donde antes representaban el máximo histórico de 5,5%, las posiciones cortas se han quedado actualmente en un 4% del capital, donde gran parte de esta reducción se debe a la retirada del 'hedge fund' estadounidense Citadel, que a principios del mes pasado apostó 70 millones de euros para luego retirarlos tras la caída del 20% del banco en el mes de octubre. A su vez, los bajistas se han reducido a la mitad en BBVA, desde el 0,48% hasta el 0,22% y mantenido sus posiciones en el Banco Santander (representando un 0,29%) y CaixaBank (0,2%).

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La toma de posiciones cortas es una operativa bursátil que utilizan los inversores cuando prevén que el mercado va a bajar o está sujeto a mucha volatilidad. En líneas generales, consiste en pedir prestadas acciones de una entidad a cambio de un alquiler con la intención de venderlas y posteriormente recomprarlas más baratas.

El supervisor de los mercados españoles exige desde 2010 que se le comunique toda posición corta sobre cualquier empresa cotizada española que exceda al 0,2% del capital social y hace públicas las que superen el 0,5% del capital. En agosto de 2011, en el marco de la crisis financiera, la CNMV prohibió la toma de posiciones cortas sobre valores del sector financiero con objeto de atajar la extrema volatilidad que atravesaban los mercados. Este veto se extendió hasta febrero de 2012.