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Sólo dos de cada 10 inversores aconsejarían a sus hijos contratar a un asesor financiero
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LA MAYORÍA RECOMIENDA ENTENDER LOS PRODUCTOS

Sólo dos de cada 10 inversores aconsejarían a sus hijos contratar a un asesor financiero

Apenas dos de cada diez inversores aconsejarían contratar a un asesor financiero frente a una mayoría que prefiere recomendar entender en qué se invierte

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Apenas dos de cada diez inversores recomendarían a las nuevas generaciones contratar los servicios de un asesor financiero, si bien esta proporción se duplica si se toma en cuenta la opinión deaquellos inversores que ya cuentan con estos servicios.Frente a este consejo, la mayoría (un 62%) preferiría sugerir a sus hijos que se aseguraran de entender en lo que invierten, seguidos de aquellos que llamarían a obrar con prudencia y no dejarse llevar por decisiones a corto plazo condicionadas por las emociones.Estas son algunasde las conclusiones que se extraen de la encuesta anual de Legg Masson, realizada a 200 inversores españoles con una disponibilidad de 200.000 dólares (unos 145.000 euros) para invertir (incluyendo activos inmobiliarios pero no residencia principal o vacacional).

Si bien aconsejar que se contraten los servicios de un asesor financiero no es la opinión predominante, aquellos que ya disfrutan de ellos declaran sentirse "satisfechos" (en un 90%) respecto a aquellos productos que generan rentas periódicas, frente al 76% que están satisfechos con estos productos y no tienen los servicios de un asesor detrás.

La búsqueda de rentabilidad en un entorno de tipos bajos está empujando a los inversores a ver cada vez con mejores ojos la posibilidad de entrar o incrementar sus posiciones en bolsa. Sobre estos datos, un 43% de los inversores planea elevar su inversión en renta variable, frente a un 48% que confiesa que las mantendrá sin cambios y sólo un 9% que prevé reducirlas. Dentro de las categorías, la bolsa es la que más interés suscita, por encima de los depósitos, las cuentas corrientes, los fondos de inversión y la renta fija.

Todo ello después de un año en el que los inversores han reducido en más de la mitad -del 41% al 19%- la asignación media que destinan a tener dinero en efectivo. Esta reducción se refleja en el aumento del capital que destinan a la renta fija (que crece en nueve puntos porcentuales),a la renta variable (dos puntos porcentuales por encima de la referencia de 2013) a los activos inmobiliarios (cuatro puntos porcentuales) o a los productos alternativos como estructurados o derivados, que duplican del 4% al 8% el importe destinado. Dentro de estos productos, un 63% de los inversores encuestados que cuentan con un asesor financiero declaran sentirse interesados por ellos frente a un 26% de inversores sin asesor que también muestrán su predisposición por informarse de sus características.

Un 64% de los inversores invierte fuera de España

Otro de los puntos reseñables de esta encuesta es el hecho de que un 64% de los inversores encuestados admite que invierte en activos internacionales y del total, casi tres cuartas partes admite que ahora le suscita más interés las oportunidades que pueden encontrarse fuera de nuestras fronteras que hace cinco años.

A pesar de estos datos, la inversión en estos activos sólo supone un peso del 15% dentro de las carteras (que aumenta al 24% en el caso de queel inversor cuente con los servicios de un asesor financiero). A pesar de que un 44% afirma no conocer estas "oportunidadesinternacionales", los que sí deciden destinar su dinero a activos extranjeros lo hacen con la intención de diversificar el riesgo a través de diferentes mercados (53% de los consultados), seguidos de aquellos que creen que encontrarán mayor potencial que en el mercado nacional.

Apenas dos de cada diez inversores recomendarían a las nuevas generaciones contratar los servicios de un asesor financiero, si bien esta proporción se duplica si se toma en cuenta la opinión deaquellos inversores que ya cuentan con estos servicios.Frente a este consejo, la mayoría (un 62%) preferiría sugerir a sus hijos que se aseguraran de entender en lo que invierten, seguidos de aquellos que llamarían a obrar con prudencia y no dejarse llevar por decisiones a corto plazo condicionadas por las emociones.Estas son algunasde las conclusiones que se extraen de la encuesta anual de Legg Masson, realizada a 200 inversores españoles con una disponibilidad de 200.000 dólares (unos 145.000 euros) para invertir (incluyendo activos inmobiliarios pero no residencia principal o vacacional).

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