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La representación de España pasará de puntillas por el Foro de Davos
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La representación de España pasará de puntillas por el Foro de Davos

Una pequeña localidad de los Alpes suizos es, desde hoy y hasta el sábado, el epicentro del poder mundial. Arranca en Davos el Foro Económico Mundial

Foto: La representación de España pasará de puntillas por el Foro de Davos
La representación de España pasará de puntillas por el Foro de Davos

Una pequeña localidad de los Alpes suizos es, desde hoy y hasta el sábado, el epicentro del poder mundial. Arranca en Davos el Foro Económico Mundial en el que, durante una semana, los presidentes y consejeros delegados de las mayores empresas del planeta alternan con los principales jefes de estado y de gobierno para tratar los asuntos más relevantes del sistema económico.

Por tercer año consecutivo, la crisis vuelve a ser el telón de fondo del encuentro. Si el año pasado el riesgo de default de la deuda griega era el tema principal de rincones y corrillos, un año y dos intervenciones después (Grecia e Irlanda) continúa latiendo con fuerza en Davos.

Quizá por ese motivo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no ha querido repetir en esta edición y así evitar que se le ponga al mismo nivel que el primer ministro heleno, Giorgios Papandreu, que sí que estará.

En su lugar, la ministra de Economía, Elena Salgado, que va con perfil bajo, se unirá a la pequeña representación española, entre los que se encuentran el presidente del BBVA, Francisco González, y Ana Patricia Botín por el Santander, o el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, Jaime Malet, al que se le ha invitado para participar en una mesa redonda para debatir sobre las relaciones comerciales a ambos lados del Atlántico.

De esta manera, España pasa de puntillas por la ciudad alpina y no cuenta con ningún ponente en la lista principal de participantes en la que sí se figuran delegados de empresas de otros países como Corea, Sudáfrica, Australia, Arabia Saudí o Turquía.

2.500 personajes entre los que se estrena el máximo mandatario británico, David Cameron, que se convertirá en el primer líder del partido conservador en acudir a la cita que nació en 1971.  También se verán las caras la canciller alemana, Ángela Merkel, el primer ministro francés, Nicolás Sarkozy, y su ministra de finanzas, Christine Lagarde, el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, el capitán del Banco Central Europeo y un clásico del Foro, Jean Claude Trichet o Timothy Geithner, que personifica la vuelta de un secretario del Tesoro de Estados Unidos tras una década sin aparecer.

Los emergentes vienen pisando fuerte

Como cada año, la creme de la creme de la clase política y económica tratarán de mirar al futuro a largo plazo bajo el paraguas de las 'Normas Compartidas para una Nueva Realidad'. Sin embargo, lo que realmente se va a cocer en Davos son "las crisis fiscales como uno de los grandes riesgos", explica a Cotizalia Gayel Allard, economista de IE Business School. "La situación ha empeorado desde el año anterior y el anterior. Los líderes también van a tratar con preocupación la caída de la inversión en infraestructuras y del precio de los activos como consecuencia de esas crisis fiscales".

Y un año más cobran especial importancia los países emergentes. India, China, Brasil y Rusia -con la asistencia de su presidente Dmitri Medvédev en duda tras el atentado de Moscú y que estaba encargado de dar el discurso inaugural- cuentan con una amplia representación. "Los países emergentes vienen a Davos con una nueva agresividad", explica Allard. "Tienen de su lado la fuerza que les da el no tener los problemas de los países desarrollados y saben que el mundo está cambiando".

Pero lo realmente importante de Davos no es de lo que se hable o las conclusiones que se extraigan, sino las relaciones que se hacen en lo que dura el Foro. Por este motivo, no es de extrañar que los mayores bancos y las principales empresas lleven su artillería pesada a Suiza estos días. Presidentes y consejeros delegados buscan hacer negocio y conocer potenciales clientes en las reuniones y fiestas fuera del programa oficial.

Desde Bill Gates, pasando por el inversor George Soros o el economista Nouriel Roubini;  Josef Ackermann (Deutsche Bank), James Dimon (JPMorgan), Virkram Pandit (Citigroup), Ellen Kullman (DuPont), Indra Nooyi (Pepsico), Larry Page y Eric Schimdt (Google), Paul Bulcke (Nestle) y un largo etcétera entre los que no falta la nota de color puesta por personajes del mundo del espectáculo como el cantante de U2, Bono o el tenor español José Carreras que compartirá el galardón Crystal Award con el actor Robert de Niro.

El Foro Económico Mundial se mantiene de las cuotas que pagan las 1.000 mayores empresas del mundo y que alcanzan los 50.000 francos suizos anuales (38.456 euros), además de una paga extra de 18.000 francos (13.851 euros) para poder asistir al encuentro anual.

 

 

Una pequeña localidad de los Alpes suizos es, desde hoy y hasta el sábado, el epicentro del poder mundial. Arranca en Davos el Foro Económico Mundial en el que, durante una semana, los presidentes y consejeros delegados de las mayores empresas del planeta alternan con los principales jefes de estado y de gobierno para tratar los asuntos más relevantes del sistema económico.