Elija el método de depilación más adecuado

Con el buen tiempo y la llegada del verano las mujeres y los hombres más atrevidos no dudan en lucir piernas y bronceado. Pero antes de ello es necesario someterse a una laboriosa y, en algunos casos, dolorosa depilación. Actualmente los métodos de depilación son variados e, incluso, nos permiten mantener los pelos a raya durante más tiempo. La cultura del culto al cuerpo ha obligado a inventar nuevas técnicas más efectivas e indoloras y, es que frente a lo que venía ocurriendo hace unos años, cada día son más los que quieren disfrutar de un cuerpo sin pelos aun en invierno.

Uno de los procedimientos tradicionales es la depilación con cera, tanto caliente como fría. Aunque es una de las más molestas, sin embargo es de las más duraderas. Para este tipo de depilación es aconsejable emplear ceras creadas con productos naturales, evitando así que la cera se adhiera al pelo y no a la piel, permitiendo que el vello salga de raíz. Como curiosidad se cabe señalar que algunas marcas han sacado la cera con perfume de chocolate o fresa.

En 1931 Jacob Schick inventa la primera máquina de afeitar eléctrica, la cual evolucionó hasta las actuales máquinas de depilar eléctricas. Son igual de prácticas que la cera y, además, no manchan. Aunque en un principio eran realmente dolorosas la actual distribución de las pinzas y la inclusión de cabezales que proporcionan masaje reducen notablemente el daño. El mayor inconveniente es que, al no realizar un peeling, provocan que algunos pelos se queden enquistados. Si ocurre esto y se crean granitos use un guante de crin mientras se ducha y, tras el baño, dése con una crema para la prevención de pelos subcutáneos.

Las más sensibles pueden optar por depilarse con cuchilla, obviamente, un método totalmente indoloro. No obstante, es recomendable no abusar de él porque corta el pelo, lo que provoca que salga con más fuerza y rápidamente. Además use una cuchilla diseñada para tal fin y un gel o espuma pre-depilatoria. Hace unos diez años salió un nuevo producto al mercado y que básicamente viene a cumplir la misma tarea que la cuchilla. Se trata de las cremas depilatorias, muy agresivas para la piel pero fáciles de usar. Se aplican sobre la piel y al cabo de unos minutos se procede a su retirada y ¡ya está!

También está la depilación eléctrica, una técnica definitiva ya que el pelo que se destruye no vuelve a salir. Se hace mediante una aguja que se canaliza por el folículo piloso hasta la base del pelo, dónde se transmite la corriente. El objetivo de éste método es la eliminación, mediante la corriente eléctrica, de la papila y de las células que son capaces de renovar el folículo piloso, y por lo tanto, responsables de que vuelva a crecer el pelo. En una sola sesión no se consigue. Además es realmente dolorosa.

Por otro lado, podemos encontrar la fotodepilación, que suele ser definitiva en el 90% de la zona depilada. Se debe realizar mientras nace el vello y en cualquier parte del cuerpo ya que es muy poco invasiva. Como en la depilación eléctrica los resultados se consiguen tras varias sesiones y dura de tres a cuatro meses. En los últimos años han surgido nuevos modelos de depilación, como la depilación con hilo o con azúcar, muy practicada en los países de Asia. Tras la depilación desinfecte la zona con alcohol, pase un hielo para evitar la irritación de la piel y espere al menos doce horas, para tomar el sol.