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Bañuelos, presidente 'florero'
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Bañuelos, presidente 'florero'

Astroc estrena estatus. La severa corrección bursátil sufrida por la promotora, cuyas acciones cayeron a plomo de 70 a 15 euros en menos de dos

Foto: Bañuelos, presidente 'florero'
Bañuelos, presidente 'florero'

Astroc estrena estatus. La severa corrección bursátil sufrida por la promotora, cuyas acciones cayeron a plomo de 70 a 15 euros en menos de dos semanas, han dejado tocado al fundador, presidente y máximo accionista de la inmobiliaria valenciana. Enrique Bañuelos, rico de la lista Forbes por obra y gracia de un milagro bursátil sin precedentes, es ahora un empresario casi repudiado por aquellos mismos que creyeron en sus encantos.

La semana pasada comenzó a fraguarse el futuro de la nueva Astroc. Y en este nuevo horizonte, Bañuelos seguirá siendo el accionista de referencia, pero no volverá a disfrutar de la mayoría ni del poder de decisión que ostentaba hasta ahora. Como aseguran a este diario desde el entorno de uno de sus socios, no sólo le va a obligar a vender la mayoría de las acciones, sino que se le ha propuesto, de manera sutil, que se desvincule de la gestión diaria del grupo, es decir que pase a desempeñar un papel de “presidente florero”.

"Ese será el capítulo final, el último eslabón del plan después de que Bañuelos sea despojado de la mayoría. Es decir, que permanezca como un accionista más, pero lejos de la presidencia y de la gestión del negocio", asegura alguien que conoce de primera mano la operación. "Oficialmente no puedo comentar nada, pero extraoficialmente... pues ya sabes cómo acaban estos procesos...", dice con resignación y cierta dosis de prudencia un accionista. Incluso se le ha llegado a aconsejar que pase una larga temporada fuera del país.

Y no es para menos. El castillo de naipes levantado por Bañuelos ha dejado atrapados a significativos accionistas, primeras fortunas que con paquetes del 5%, como Amancio Ortega, la familia Godia (Abertis) y Caixa Galicia, han visto como las millonarias plusvalías acumuladas se han esfumado en cuestión de días. No extraña que el discurso del empresario valenciano ya no convenza a los accionistas, que han decidido poner freno a la sangría.

El primero en mover ficha ha sido Rayet. El grupo constructor controlado por Felix Abánades ha llegado a un acuerdo para ampliar su porcentaje en Astroc al 10%. Después de haber acordado la venta del 5% en su poder, fruto de la venta del 60% de Rayet Inmobiliaria a la promotora valenciana, la dificultad de Bañuelos para asumir la recompra de ese porcentaje (a 50 euros por acción) ha hecho que Abánades acepte un pago en acciones.

Otros que han dado marcha atrás han sido los hermanos Nozaleda (Nozar), propietarios de un 7,3% de Astroc. Según adelantó este diario, la pareja de empresarios renegocia en estos momentos su situación dentro del accionariado de la promotora, tras paralizar su compromiso de llegar al 9% del capital con opciones de compra a 45 euros la acción. Pero ya nada es como antes, menos aún cuando los títulos de la valenciana no superan los 17 euros y ahora la cancelación del acuerdo puede hacer que los Nozaleda se hagan hasta con el 24,9%.

La primera de las soluciones de emergencia impuesta por los accionistas ha sido colocar a un hombre de su confianza como nuevo consejero delegado. El elegido ha sido Juan Antonio Alcaraz, director general de banca de empresas del Banco Sabadell y hombre de máxima confianza de Juan María Nin, número dos de la entidad financiera, con quien llegó tras abandonar las filas del SCH, donde era director de zona para Cataluña.

Astroc estrena estatus. La severa corrección bursátil sufrida por la promotora, cuyas acciones cayeron a plomo de 70 a 15 euros en menos de dos semanas, han dejado tocado al fundador, presidente y máximo accionista de la inmobiliaria valenciana. Enrique Bañuelos, rico de la lista Forbes por obra y gracia de un milagro bursátil sin precedentes, es ahora un empresario casi repudiado por aquellos mismos que creyeron en sus encantos.

Enrique Bañuelos Nozar Amancio Ortega