Es noticia
Francisco González rechaza la entrada en el BBVA de un grupo de 'ladrilleros' representados por Miguel Boyer
  1. Mercados

Francisco González rechaza la entrada en el BBVA de un grupo de 'ladrilleros' representados por Miguel Boyer

BBVA sigue siendo objeto del deseo de los nuevos millonarios españoles ligados al negocio inmobiliario. Las nuevas acometidas tienen el planteamiento formal de “amistosas”, pero tras

Foto: Francisco González rechaza la entrada en el BBVA de un grupo de 'ladrilleros' representados por Miguel Boyer
Francisco González rechaza la entrada en el BBVA de un grupo de 'ladrilleros' representados por Miguel Boyer

BBVA sigue siendo objeto del deseo de los nuevos millonarios españoles ligados al negocio inmobiliario. Las nuevas acometidas tienen el planteamiento formal de “amistosas”, pero tras ellas es fácil adivinar el aliento político que sopla desde La Moncloa. La última conocida, y plenamente certificada, tiene que ver con el intento de entrada en el capital de un grupo de nuevos ricos del ladrillo representados por Miguel Boyer.

El episodio tuvo lugar el pasado mes de marzo. Miguel Boyer, ministro de Economía, Hacienda y Comercio en el primer Gobierno de Felipe González, se acercó al BBVA para plantear el proyecto, plenamente amistoso, según su descripción, de un grupo de empresarios inmobiliarios dispuestos a sindicar diversas participaciones accionariales que podrían llegar a totalizar entre un 3% y un 5% del capital del banco.

Entre esos empresarios se encontraba José Ramón Carabante, empresario malagueño que se ha hecho rico como promotor en las regiones de Murcia y Almería, dueño del denominado Grupo 2002, que en diciembre pasado reestructuró en dos divisiones: para presidir la primera de ellas, Corporación Financiera Issos, recurrió a Miguel Boyer; siendo la segunda la tradicional división inmobiliaria.

Otro de los inmobiliarios implicados era el propio Luis Portillo, una de las mayores fortunas del sector, presidente de Imocaral y dueño de un 15% de la constructora FCC, y que más recientemente ha salido en ayuda de Luis del Rivero (Sacyr) en su aventura por controlar Eiffage. Carabante, además de íntimo amigo, es socio de Portillo en Inmocaral, de la que posee el 6,7%, además de otro 5,1% que posee en Reyal. No ha sido posible certificar la presencia en ese grupo de otros notorios accionistas de Inmocaral, como es el caso del fondo Omega de Alicia Koplowitz.

De acuerdo con las fuentes, Miguel Boyer se entrevistó con Tomás Blasco, responsable en el BBVA de una denominada Unidad de Grandes Accionistas Individuales, un invento de Francisco González que viene funcionando en el banco desde hace años y cuyo objetivo consiste en “cuidar” a los accionistas individuales más significativos, manteniendo con ellos una relación personalizada.

Aspirando a un consejero

Boyer argumentó el deseo de sus representados de convertirse en núcleo duro del banco o en parte del ya existente, naturalmente en defensa de Francisco González y su actual equipo, cuya gestión compartían y alentaban. A cambio de ese apoyo, reclamó un asiento para ese grupo en el consejo de administración, que en buena lógica hubiera recaído en su persona.

No hay constancia de que el ex ministro socialista se haya entrevistado al efecto con Francisco González, aunque todo parece indicar que no. En cualquier caso, la respuesta de la cúpula de Azca fue clara. La filosofía del BBVA, como emanación de la filosofía del propio FG, es que el banco no es partidario de la existencia de núcleos duros, porque no cree que la presencia de tales núcleos duros sirva para proteger al banco de hipotéticas maniobras hostiles.

En consecuencia, eran muy libres de tomar posiciones accionariales en el capital como cualquier otro inversor, iniciativa que agradecían por lo que significaba de respaldo y confianza en la gestión del actual equipo directivo, pero en ningún caso una hipotética concertación de paquetes les daría derecho a ocupar un sillón en el Consejo de Administración. Es decir, que los ladrilleros liderados por Boyer no se sentarían en el Consejo del BBVA.

BBVA sigue siendo objeto del deseo de los nuevos millonarios españoles ligados al negocio inmobiliario. Las nuevas acometidas tienen el planteamiento formal de “amistosas”, pero tras ellas es fácil adivinar el aliento político que sopla desde La Moncloa. La última conocida, y plenamente certificada, tiene que ver con el intento de entrada en el capital de un grupo de nuevos ricos del ladrillo representados por Miguel Boyer.

Paco González Miguel Boyer Enrique Bañuelos Bancos centrales Accionistas