Caruana dice que el PIB crecerá en 2005 ligeramente por encima del 3,1%

La economía española prolongará en los próximos trimestres la actual etapa expansiva, "con tasas de crecimiento del PIB similares, posiblemente ligeramente superiores" a la registrada en 2004, del 3,1 por ciento, ha afirmado el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana.

En una comparecencia ante la comisión de Economía y Hacienda del Congreso, Caruana dijo que, según los datos disponibles, continúa el dinamismo de la actividad y del gasto, aunque apuntó la posibilidad de que la inversión empresarial sustituya al consumo privado, y auguró que el deterioro del sector exterior tenderá a frenarse.

Destacó también la intensa creación de empleo, pero alertó ante "algunos elementos de riesgo" que, de no ser reconducidos, pueden terminar afectando al crecimiento y citó, en concreto, la erosión de la competitividad y el endeudamiento de los hogares.

El gobernador reseñó que el intenso deterioro del déficit comercial, la caída de las exportaciones y la rápida penetración de nuevas importaciones reflejan "pérdidas genuinas de competitividad".

Valoró la moderación de los salarios y los precios, pero recordó que existe todavía un diferencial positivo de inflación con la zona euro que, unido al escaso aumento de la productividad, contribuye a ampliar el desequilibrio exterior.

Explicó el reducido avance de la productividad no sólo por la fuerte creación de empleo, sino también por la dificultad para incorporar las nuevas tecnologías y por los problemas de funcionamiento en algunos sectores.

Por eso, señaló, el reto actual de la política económica es hacer compatible el fomento de la productividad con el mantenimiento de una elevada creación de empleo.

Endeudamiento de los hogares

Respecto al endeudamiento familiar, derivado del aumento de la inversión inmobiliaria y del encarecimiento de la vivienda, Caruana admitió que es difícil evaluar sus riesgos, pero subrayó que su materialización "no es inevitable y mucho menos inminente".

Afirmó que no se observan aún signos claros de moderación del precio de la vivienda y advirtió de que las posibilidades de que la sobrevaloración se corrija de forma gradual disminuyen si los precios siguen aumentando.

Para reducir las tensiones y riesgos en este mercado, aconsejó reformar el mercado del suelo, revisar los incentivos de la vivienda en propiedad y fomentar los alquileres.