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Las asociaciones del corazón lo tienen claro: hay que reducir ya la polución
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Serios problemas de salud

Las asociaciones del corazón lo tienen claro: hay que reducir ya la polución

Inhalamos aire 23.000 veces al día. En él, si nos encontramos en una ciudad, hay una gran cantidad de partículas en suspensión, químicos que tienen efectos negativos en nuestra salud, principalmente en la del corazón

Foto: Contaminación sobre Madrid. (EFE)
Contaminación sobre Madrid. (EFE)

Todo lo que entra en el organismo del ser humano tiene un efecto. En la mayor parte de las ocasiones, es perfectamente esperado: un vaso de agua nos hidrata, sacia la sed y, dependiendo de su temperatura, nos refresca o nos calienta. En el otro lado del espectro se podría encontrar, por ejemplo, el cianuro, peligroso y mortal. Ambas sustancias tienen un efecto en nuestro cuerpo, así como todas las demás con las que entramos en contacto día tras día.

Es por esto que, aunque no le prestemos toda la atención que deberíamos, la polución del aire es un problema tan enorme, porque ¿acaso creemos que los millones de partículas producidas en los motores de combustión en las ciudades no interactúan con nuestro organismo de alguna forma? Esta es la razón de que cuatro de las más importantes organizaciones dedicadas a la salud cardíaca del mundo —la World Heart Federation (WHF), el Colegio Americano de Cardiología (ACC), la Asociación Americana del Corazón (AHA) y la Sociedad Europea de Cardiologia (ESC)— hayan publicado un informe conjunto en el que urgen a la comunidad médica y a las autoridades gubernamentales y sanitarias a mitigar el impacto de la polución del aire en la salud de las personas.

"Incluso antes de la pandemia, la polución del aire era un problema cada vez más preocupante"

Según datos del Institute for Health Metrics and Evaluation, en 2019 se estima que perdieron la vida debido a la polución del aire, ya sea en interiores o exteriores, 6,7 millones de personas en todo el mundo, un 12% del total de muertes que tuvieron lugar ese año. La contaminación que respiramos cada día, avisa, aumenta el riesgo que tienen los ciudadanos de sufrir infartos, ictus, diabetes y enfermedades respiratorias. No solo eso, sino que se ha probado que la exposición a estos contaminantes ambientales aumenta también el riesgo que tienen los infectados por covid-19 de sufrir los peores efectos de la enfermedad.

Como explica uno de los autores principales del estudio, Muchael Brauer: "Incluso antes de la pandemia por el covid-19, la polución del aire era un problema cada vez más preocupante debido a su impacto en la salud de la población, a pesar de que solía ser subestimada como un factor de riesgo para la salud cardiovascular. El covid-19 ha añadido un nuevo 'factor mortal' a la ecuación. Ha llegado el momento de que la comunidad científica dé la voz de alarma y tome medidas".

Foto: Foto: EFE.

En el informe, estas grandes asociaciones proponen una serie de acciones concretas que tienen el objetivo de reducir el alcance de la contaminación ambiental y los efectos que esta tiene en la salud de las personas:

  • Considerar la limitación de la polución del aire como una medida sanitaria. Aumentar la investigación sobre la calidad del aire y su impacto en las enfermedades cardiovasculares (ECV) e intervenir directamente a través de políticas concretas.
  • Proveer a los pacientes de ECV de sistemas individuales de filtración del aire.
  • Apoyar a los ministerios de Medioambiente, Energía y Transportes en sus esfuerzos por reducir la contaminación.
  • Informar a la población de los beneficios que tiene el aire limpio.

Tenemos un serio problema cuando los habitantes de grandes ciudades van al campo y lo primero que notan es el 'aire fresco'. Debería ser así en todos los lugares. De media, respiramos 23.000 veces cada día, lo que supone casi ocho millones y medio de veces al año. En todas y cada una de ellas, entran partículas en nuestros pulmones, desde polen a tóxicos. Reducir los efectos que estos últimos pueden tener en nuestro organismo es fundamental.

Todo lo que entra en el organismo del ser humano tiene un efecto. En la mayor parte de las ocasiones, es perfectamente esperado: un vaso de agua nos hidrata, sacia la sed y, dependiendo de su temperatura, nos refresca o nos calienta. En el otro lado del espectro se podría encontrar, por ejemplo, el cianuro, peligroso y mortal. Ambas sustancias tienen un efecto en nuestro cuerpo, así como todas las demás con las que entramos en contacto día tras día.

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