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Aparece en las costas de Nueva Zelanda un pingüino que habita en la Antártida
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Creían que era un peluche

Aparece en las costas de Nueva Zelanda un pingüino que habita en la Antártida

Los análisis de sangre realizados al animal han revelado que estaba ligeramente bajo de peso y deshidratado

Foto: "No se movió durante una hora... y parecía exhausto" (Unsplash)
"No se movió durante una hora... y parecía exhausto" (Unsplash)

Las costas de Nueva Zelanda han acogido a un pingüino de Adelia, una variante que tiene su hábitat natural a más de 3.000 kilómetros de distancia. Los lugareños han llamado Pingu al ejemplar, que ha aparecido con la mirada perdida en la costa. Harry Singh, el residente local que ha dado con él, señala que al principio pensó que era un "peluche".

Se trata del tercer incidente registrado de un pingüino de Adelia en la costa de Nueva Zelanda. El Sr. Singh y su esposa vieron por primera vez al animal en unos de sus paseos después de un largo día de trabajo en la playa de Birdlings Flat, un asentamiento al sur de la ciudad de Christchurch.

"Primero pensé que era un juguete de peluche, pero de repente el pingüino giró la cabeza y me di cuenta de que era real", ha explicado Singh a la BBC. Las imágenes del ave publicadas en su página de Facebook revelan que el pingüino parecía perdido y solo. "No se movió durante una hora... y parecía exhausto", ha dicho Singh.

Le pusieron a salvo

Harry llamó en ese momento al equipo de rescate de pingüinos, ya que temía que el ejemplar no se metiera en el agua, lo que lo convertía en un objetivo potencial para otros depredadores que rondaban por la playa. "No queríamos que acabara en el estómago de un perro o un gato".

Foto: Pingüino Adelia, una de las especies afectadas.

Al final se puso en contacto con Thomas Stracke, que lleva unos diez años rehabilitando estas aves en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Este se sorprendió al descubrir que se trataba de un pingüino de Adelia, una especie que vive exclusivamente en la península antártica, y, junto con un veterinario, rescató al pingüino esa misma tarde.

Los análisis de sangre realizados a Pingu han revelado que estaba ligeramente bajo de peso y deshidratado. Desde entonces se le han administrado líquidos y se le ha alimentado con una sonda. El ave será finalmente liberada en una playa segura de la península de Banks, que está libre de perros.

Las costas de Nueva Zelanda han acogido a un pingüino de Adelia, una variante que tiene su hábitat natural a más de 3.000 kilómetros de distancia. Los lugareños han llamado Pingu al ejemplar, que ha aparecido con la mirada perdida en la costa. Harry Singh, el residente local que ha dado con él, señala que al principio pensó que era un "peluche".

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