"Contrata a Legálitas y ahórrate 40 euros en Dia": la oferta que indigna a la abogacía

"Contrata Legálitas con un 20% de descuento para siempre y llévate hasta 39 euros para tus compras en Dia". Este es el reclamo que recientemente lanzaron la firma de servicios jurídicos y el supermercado tras anunciar una alianza para "impulsar el ahorro" de sus clientes. La oferta, que puede verse desde hace ya unas semanas en los tickets de la compra de algunos establecimientos de Dia en España, buscar aportar una ventaja doble: por un lado, una rebaja en el precio del asesoramiento jurídico que prestan los letrados de la firma y, por el otro, un descuento de tres euros al mes para gastar en el súper, que los usuarios podrán canjear nueve semanas después de haber contratado los servicios de Legálitas.

"Hemos firmado acuerdos de colaboración con compañías de distintos sectores que consideramos que pueden aportar un valor a nuestros potenciales clientes: consumo, banca, retail, energía… El de Dia es el primero", relata Arturo Hevia, director de Alianzas Estratégicas de Legálitas, y avanza que su previsión es anunciar tres o cuatro pactos más de este tipo antes del verano. Todas seguirán esa estrategia de doble retorno para el usuario, consistente en aportar un descuento tanto en los servicios jurídicos como en el producto que ofrece la otra compañía. "Nosotros buscamos aumentar la fidelización y para el cliente es un win-win", apostilla. Además, Hevia subraya que, con este tipo de modelos, pretenden facilitar el acceso de los ciudadanos al asesoramiento legal, un detalle "especialmente relevante el escenario actual, con los problemas en el ámbito de la vivienda o las novedades laborales aprobadas recientemente", enumera.

La iniciativa de la firma ha despertado numerosas críticas en el sector y varios letrados han tildado la publicidad de "vergonzosa", "sumamente ofensiva", "degradante" o "deshumanizadora", entre otros adjetivos. Afirman que en el marketing no todo vale, y llaman a las instituciones competentes a tomar acciones contra una práctica que, en su opinión, atenta frontalmente contra la dignidad de la profesión. Fruto de estos comentarios, el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) ha abierto un proceso para investigar el acuerdo y decidir si hay alguna infracción de las leyes deontológicas, como revela el organismo a El Confidencial.

"Hemos iniciado de oficio unas diligencias informativas y estamos recabando información. Le hemos dado traslado a Legálitas para que, como compañía interesada, nos dé su valoración", explica José Ramón Couso, diputado del ICAM responsable del área de deontología. Por el momento, subraya, queda descartada la apertura de un expediente sancionador, ya que primero deben confirmar qué alcance tiene la publicidad nacional —si excediera de Madrid, el asunto dejaría de ser competencia del ICAM para pasar a la mesa del Consejo General de la Abogacía Española—. Además, Couso recuerda que, en sentido estricto, la publicidad no la lleva a cabo la firma legal, sino Dia, por lo que también queda fuera del ámbito de actuación del Colegio. En todo caso, el diputado insiste en que es un tema que se está estudiando.

Más allá de las vueltas que acabe dando este asunto, lo cierto es que este debate no es nuevo. En mayo de 2021, el colectivo alzó la voz para censurar la estrategia de Abogartis, un bufete de Jerez de la Frontera que publicitaba sus servicios en supermercados de la zona a través de smart boxes; es decir, tarjetas asociadas a diferentes asuntos jurídicos entre las que el consumidor podía elegir dependiendo de su necesidad (divorcios de mutuo acuerdo, herencias, reclamaciones de cantidades y un largo etcétera).

"Hemos iniciado de oficio unas diligencias informativas y estamos recabando información", revela el responsable de deontología del ICAM

Aunque muchas de las críticas estaban centradas en los bajos precios de Abogartis y, en especial, en la etiqueta de low cost que incluía la publicidad, otras se dirigieron contra el hecho de fusionar abogados y supermercados en una misma estrategia comercial. "Vender servicios jurídicos junto al chóped y a precio de saldo es vergonzoso", afirmaban algunos entonces. Unos reproches que vuelven a aparecer con la alianza entre Legálitas y Dia y, de nuevo, una parte del colectivo critica que se utilicen los locales de alimentación como plataformas para publicitar servicios jurídicos.

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Irene Cortés

El argumento que esgrimen es que supone un "atentado contra la dignidad" de la profesión, una infracción que viene recogida en el artículo 7 del Código Deontológico. En concreto, este precepto califica como actos contrarios a la lealtad "todas aquellas prácticas de captación directa o indirecta de clientes que atenten contra la dignidad de las personas o la dignidad de la función social de la abogacía". "Y salir dando cupones y descuentos para abogados en un supermercado no es respetuoso con la posición que la abogacía ocupa en una sociedad", asevera Rafael del Rosal, especialista en defensa deontológica y regulación de las profesiones y una de las voces más críticas con este tipo de prácticas.

Ahora bien, otros expertos son menos contundentes y recuerdan que se trata de una cuestión muy subjetiva. Es el caso de Guillermo Padilla, secretario del Colegio de Abogados de Granada y miembro de la comisión de deontología, que descarta que este formato sea contrario a las reglas de la profesión. "En EEUU y en Francia ya hay despachos de abogados en supermercados. No sé por qué motivo no puede haber un bufete en El Corte Inglés, igual que hay peluquerías", afirma. De hecho, en España, Ecija ya anunció en mayo de 2020 un acuerdo con Makro para que los clientes de la cadena de distribución mayorista puedan hacer consultas jurídicas de forma gratuita. Para Padilla, el futuro de la profesión va, precisamente, en esa dirección: "llegará un momento en el que lo veamos como normal", vaticina.

"En Estados Unidos y Francia ya hay bufetes en el súper. No sé por qué no puede haber uno en El Corte Inglés", afirma Padilla

¿A qué responde ese rechazo frontal de gran parte de la profesión hacia este tipo de iniciativas publicitarias? Del Rosal lo tiene claro y explica que campañas como la de Legálitas arrojan una imagen de poca seriedad de cara a la sociedad, lo que a la postre desemboca en un menor respeto hacia las reivindicaciones que se hacen en otros ámbitos (por ejemplo, avances en conciliación). Por su parte, Padilla confiesa no saber cuál es el motivo. "Siempre y cuando el servicio que se presta sea de calidad, no debería existir ningún problema", zanja.