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Linklaters lanza su filial 'low cost' para captar el trabajo masivo y de menor rentabilidad
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Se llama Limitless y operará en Reino Unido

Linklaters lanza su filial 'low cost' para captar el trabajo masivo y de menor rentabilidad

Al igual que otros bufetes como Ashurst o Eversheds, la firma del Magic Circle crea una marca que se ocupe de tareas de menor valor añadido como 'e-discovery' o 'due diligences'

Foto: Logo de Linklaters.
Logo de Linklaters.
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Linklaters es el último despacho en sumarse a la tendencia de crear una filial low cost para captar el trabajo de menor valor añadido. Una iniciativa que, antes del bufete del Magic Circle, ya han puesto en marcha otros competidores como Eversheds Sutherland, con la firma Konexo, o Ashurst, con Ashurst Advance. En España, la primera firma nacional en apostar por contar con una organización dependiente de la principal que realice las tareas masivas o menos rentables de los asuntos fue Cuatrecasas, con Rauda ALSP.

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Según explica el bufete inglés, Limitless by Linklaters —así se llama la filial— pone a disposición de sus clientes "soluciones integradas" y de alta especialización, con ahorro de tiempo y mayor eficiencia para los mismos, y fórmulas de princing innovadoras. En la práctica, a través de esta marca, el despacho articulará la ejecución de tareas masivas y de bajo coste, como e-discovery, la elaboración de due diligences o la gestión de proyectos legales. Además, a través de Limitless, los clientes de Linklaters también podrán acceder a su otro proveedor de servicios legales alternativos (ALSP, por sus siglas en inglés), Re:link, firma a través de la cual pueden contratarse abogados por proyectos; esto es, fuerza laboral flexible para asuntos concretos o para cubrir picos de trabajo.

Como sucede con otros ALSP cautivos creados por los despachos ingleses, Limitless operará, al menos de momento, solo en el Reino Unido. Desde Linklaters, no obstante, subrayan que para su filial low cost adoptan un modelo flexible en relación con la ubicación de sus empleados, lo que les permite "acceder a la mayor cantidad posible de talento" para satisfacer las necesidades de sus clientes. Es decir, los abogados, asistentes legales, profesionales de legaltech o gerentes de los proyectos legales de Limitless podrán ubicarse en cualquier lugar, sin necesidad de operar desde un centro de trabajo —lo cual, a nadie se le escapa, permite un ahorro notable para el bufete—. "La calidad del servicio que brinden", eso sí, "será distintivamente Linklaters", subraya el despacho.

Foto: 'Hall' de una de las sedes de Cuatrecasas. (Cedida)

"Las necesidades de servicios legales alternativos de los clientes están evolucionando y estoy orgulloso de tener una oferta que amplía aún más la excelencia de Linklaters para nuestros clientes y equipos de práctica", ha señalado Jas Mundae, director del área de ALS de Linklaters, que ha enfatizado que el modelo de organización elegido les permitirá "atraer a un grupo más amplio de talentos diversos, dondequiera que se encuentren en el Reino Unido".

Con estructuras como Limitless, Konexo, Rauda ALSP o Ashurst Advance, así como otras como Peerpoint de Allen & Overy, dedicada a ofrecer abogados por proyectos, los bufetes tradicionales persiguen dos objetivos —en unos casos, ambos a la vez; en otros, solo uno de ellos, según el modelo seguido—. En primer lugar, captar el negocio proveniente de los asuntos o los trabajos de menor valor añadido o que se han commoditizado y que, por tanto, ya no les resultan rentables o el cliente no está dispuesto a pagar por ellos las elevadas tarifas horarias de estos bufetes. Estas firmas low cost son la reacción a la aparición de ALSP independientes que estaban empezando a morder una parte de la tarta del negocio de las grandes firmas.

Foto: Pixabay.

En segundo término, los despachos también buscan contar con una estructura más eficiente —la mayoría de ellas cuenta con un soporte tecnológico muy elevado— a la que poder derivar esos asuntos o tareas de menor valor, liberando a sus profesionales de alta cualificación de tener que dedicar horas a trabajo poco sofisticado y, por tanto, menos rentable. Una división del trabajo que también tiene impacto en la factura final al cliente, pues las horas de dedicación de los equipos de las filiales low cost son mucho más baratas que las de los abogados de un bufete tradicional.

Linklaters es el último despacho en sumarse a la tendencia de crear una filial low cost para captar el trabajo de menor valor añadido. Una iniciativa que, antes del bufete del Magic Circle, ya han puesto en marcha otros competidores como Eversheds Sutherland, con la firma Konexo, o Ashurst, con Ashurst Advance. En España, la primera firma nacional en apostar por contar con una organización dependiente de la principal que realice las tareas masivas o menos rentables de los asuntos fue Cuatrecasas, con Rauda ALSP.

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