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Los fichajes de abogados pierden fuelle: "Los bufetes han recuperado su poder negociador"
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Los fichajes de abogados pierden fuelle: "Los bufetes han recuperado su poder negociador"

Tras dos años de intensa actividad, el mercado de fichajes de los bufetes comienza a dar muestras de ralentización. ¿Es este el principio del fin de la guerra por el talento?

Foto: Un grupo de candidatos espera para una entrevista de trabajo. (iStock)
Un grupo de candidatos espera para una entrevista de trabajo. (iStock)
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La guerra por el talento es, desde hace unos años, la principal preocupación de los despachos de abogados. La atracción de nuevos perfiles y su fidelización se han convertido en una obsesión tanto para los directores de Recursos Humanos como para los socios directores, que destacan los fichajes, las fugas y la burbuja de salarios como sus principales dolores de cabeza, dejando en un segundo plano otras cuestiones clave como la productividad o el panorama económico general. Buena prueba de ello es el ajetreo que vienen experimentando los bufetes desde hace ya un tiempo en materia de contrataciones. Este incremento de actividad comenzó a hacerse patente a mediados de 2021 y tuvo su punto álgido a lo largo del año pasado. Ahora bien, desde hace unas semanas, el interés por los fichajes parece haberse estancado.

"El mercado está mucho más apático, menos hambriento. Ya no hay tantísimas llamadas", detalla Luis Díaz Obregón, director del área de legal y servicios profesionales de Boyden. Aunque las organizaciones siguen en búsqueda activa de profesionales, el cazatalentos asegura que el ritmo de las incorporaciones se ha ralentizado y la demanda ha dejado de ser tan acuciante como hace apenas unos meses, a finales de 2022. En la misma línea se pronuncia Mercedes García Quintas, headhunter en Iterlegis, que describe la postura de las firmas como prudente. "En el último año, se han cerrado muchas contrataciones debido al optimismo que reinaba en el sector, por un trasfondo real de operaciones. Pero eso ha cambiado. Hay una sensación de stand by generalizada en todo el sector", afirma.

Este freno en el baile de sillas que parecía haber conquistado el sector legal tiene, además, un efecto colateral: las firmas están recuperando parte del peso negociador que habían perdido frente a los candidatos y ya no ceden con la misma facilidad a sus exigencias. Para Díaz Obregón, esta tendencia se evidencia de forma clara en dos aspectos. El primero, el teletrabajo. "Despachos que antes permitían una mayor flexibilidad, y así lo aseguraban en las entrevistas, ahora han vuelto a la presencialidad", asevera.

Foto: Foto: Pixabay.

En segundo lugar, el headhunter indica que también hay reticencias a la hora de ofrecer ciertos alicientes económicos a los candidatos, como las primas de fichajes —también llamadas sign-on bonus o welcome bonus— o los pluses de retención, un extra que se va abonando durante un tiempo determinado (que suele ser tres años) para garantizar la permanencia del letrado en la organización. "Ese tipo de soluciones, propias de mercados más agresivos, se estaba viendo mucho en el sector jurídico, pero ya no es así. Se ha perdido la ligereza a la hora de plantear estos mecanismos", explica.

Ahora bien, este cambio de tendencia no implica que la balanza esté ahora del lado de las organizaciones. "Tradicionalmente, siempre ha mandado el despacho, era quien tenía la batuta en la negociación. Después, ha pasado al empleado, pero ahora hay cierta estabilidad; ambas partes se miran a los ojos", reflexiona García Quintas.

Despachos de abogados que antes permitían soluciones de flexibilidad en las entrevistas ahora han vuelto a la presencialidad

Por su parte, Xavier Miravalls, socio fundador de Linking Legal, admite cierta rigidez por parte de los bufetes que antes no existía (especialmente en lo que respecta a las peticiones de teletrabajo), pero considera que es un fenómeno acotado a ciertas áreas. "Hay departamentos como Fiscal, Energía o Derecho Público donde sigue existiendo mucha carencia de talento. Eso hace que el candidato esté acostumbrado a recibir decenas de llamadas al mes y no le acompleja iniciar un proceso y decir que no en la última fase por razones de poco peso", relata. Sin embargo, en las áreas que actualmente muestran menos actividad —"Mercantil, Corporate o M&A", enumera—, el margen negociador de los letrados se ha reducido.

¿Fin de la guerra de talento?

El cambio de tendencia que parece estar experimentando el sector legal no es ninguna excepción. En un reportaje publicado en Law.com, el periodista Justin Henry explica cómo la disminución de la demanda de servicios jurídicos y, en consecuencia, de la necesidad de profesionales legales, han consolidado esta inversión de roles en el mercado anglosajón, aupando a los despachos frente a los letrados. "Durante varios años, el talento tuvo una rara ventaja sobre la gestión. Esa era está llegando a su fin. ¿Ha terminado la guerra del talento?", se preguntaba Henry.

Foto: Vista de las Cuatro Torres de Madrid. (EFE/Javier López)

Aunque no vaticina un fin en el horizonte cercano, Díaz Obregón sí opina que el plan de las firmas es mantener cierta calma en las contrataciones durante un tiempo. En su opinión, la hiperactividad en los fichajes respondía a una estrategia de crecimiento orgánico que ahora deben consolidar. "Los planes de expansión han traído cifras récords de facturación en 2022, pero ahora la prioridad es cohesionar negocio", señala.

Más escéptico se muestra Javier Moreno, socio fundador de IurisTalent. "Yo no veo que los fichajes estén ralentizando; los despachos siguen con mucho interés por fichar, pero con dificultades para atraer perfiles. Los candidatos están bien en sus puestos y hay que convencerles para que se cambien", indica, si bien matiza que en el mercado de las contrataciones, los cambios son rápidos y podría haber un cambio de tercio en el medio plazo. "Pero de momento el mercado sigue vivo", subraya.

Foto: Una reunión de trabajo. (iStock)

De una opinión similar es Sancho Peña, headhunter en Page Executive, que considera que los candidatos siguen teniendo mucha fuerza negociadora. Ahora bien, no descarta que los bufetes se planten y dejen de ceder en ciertas cuestiones. "Al final, los despachos son ambientes más tradicionales y han tenido que cambiar ciertas cosas por exigencias externas, así que no sería extraño que llegue un punto que digan: hasta aquí", reflexiona.

En todo caso, Peña descarta que un eventual cambio de tendencia implique la desaparición de ciertas concesiones, como la flexibilidad a la hora de ejercer fuera del despacho. En la misma línea se pronuncia Miravalls, que considera que se trata de una cuestión generacional que, lejos de disiparse, se está consolidando entre los más jóvenes. "Antes había dos temas tabú en las negociaciones: el sueldo y el horario. Hoy por hoy, son las primeras preguntas que te hacen", indica.

La guerra por el talento es, desde hace unos años, la principal preocupación de los despachos de abogados. La atracción de nuevos perfiles y su fidelización se han convertido en una obsesión tanto para los directores de Recursos Humanos como para los socios directores, que destacan los fichajes, las fugas y la burbuja de salarios como sus principales dolores de cabeza, dejando en un segundo plano otras cuestiones clave como la productividad o el panorama económico general. Buena prueba de ello es el ajetreo que vienen experimentando los bufetes desde hace ya un tiempo en materia de contrataciones. Este incremento de actividad comenzó a hacerse patente a mediados de 2021 y tuvo su punto álgido a lo largo del año pasado. Ahora bien, desde hace unas semanas, el interés por los fichajes parece haberse estancado.

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