Los dueños de Mad Cool se hacen con 190.000 m2 de suelo para levantar la gran Ciudad de la Música

Empiezan a sonar los primeros acordes de una de las operaciones de suelo más importante del año. Mad Cool Events, sociedad promotora del famoso festival, se ha hecho con 190.000 metros cuadros de terrenos junto al polígono de Villaverde, donde levantará la primera gran Ciudad de la Música de España.

En concreto, según ha podido confirmar El Confidencial con fuentes conocedoras, han adquirido 45.000 metros cuadrados a dos vendedores diferentes y han sellado con otros ocho, entre los que figura la familia Del Pino, un alquiler a doce años con opción de compra que les permite tomar el control de otros 145.000 metros cuadrados.

Con estos acuerdos, los promotores de Mad Cool ponen el broche a tres años de búsqueda de un espacio lo suficientemente grande, y bien comunicado, como para poder instalar una infraestructura fija que permita traer a Madrid a grandes grupos internacionales durante todo el año, algo que hasta ahora era imposible y que hacía a Barcelona más atractiva para las grandes estrellas internacionales de la música.

Aunque el proyecto cuenta con el respaldo del ayuntamiento de la capital, se trata de una inversión 100% privada que, solo en su primera fase, requerirá un desembolso de 13 millones de euros, entre el dinero ya destinado a hacerse con las parcelas y las obras necesarias para dotar a esta bolsa de suelo agrícola no urbanizable en un templo de los conciertos.

Tras cerrar la adquisición del terreno, y recibir el visto bueno del Ministerio de Defensa, que debía dar una autorización por la cercanía del aeropuerto, está previsto que en los próximos días se inicien ya los trabajos de movimiento de tierra y canalización, para llegar al próximo mes de julio con todo listo para celebrar Mad Cool.

Aunque este festival es el alma mater de la nueva Ciudad de la Música, los planes de los promotores van dirigidos a construir un recinto multifuncional que opere los 365 días del año, con los conciertos como principal seña de identidad, pero abierto también a actividades culturales, musicales, tecnológicas o deportivas.

De hecho, el espejo en que se miran es Wynwood, en Miami, antiguo distrito industrial, donde se llevó a cabo un proyecto de regeneración urbana que permitió transformar una zona deprimida en referente mundial de arte urbano y en barrio de referencia en la ciudad estadounidense.

En Villaverde, la futura Ciudad de la Música permitirá al consistorio avanzar en sus planes de desarrollar, junto al polígono industrial que hay en este barrio del sur de Madrid, un gran museo artístico al aire libre y un clúster donde convivirán residencias de estudiantes con escuelas de artes escénicas. Además, la idea es que sea un espacio ecosostenible, donde no habrá un solo aerogenerador, sino que toda la energía será verde.

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Pero, a la espera de que estos planes puedan ser una realidad, el impacto más inmediato viene de la mano de la iniciativa privada con la instalación de la infraestructura fija de la Ciudad de la Música. Para hacerse una idea del impacto económico que tienen este tipo de eventos, basta señalar que sol los cinco días de festival de Mad Cool generaron 80 millones el pasado ejercicio.

Al establecerse de manera permanente, se espera que este proyecto pueda generar cada año en torno a 250 millones de euros, gracias al tirón de público internacional que tienen estos megaconciertos, público que además de asistir a las citas musicales, aprovecha para hacer turismo, lo que colaborará en el creciente posicionamiento de Madrid como referente del turismo internacional.

En la edición del año pasado, un 35% de los asistentes a Mad Cool vino del extranjero y, según dijeron entonces los organizadores, se llegaron a superar las 120 nacionalidades.