El BEI estudia financiar el plan de Sareb para hacer 10.000 pisos de alquiler asequible

Sareb empieza a sentar los cimientos de Proyecto Viena. Con este nombre ha bautizado la entidad pública su plan para sacar en concesión una bolsa de suelos sobre los que construir unos 10.000 pisos de alquiler asequible, un proyecto de colaboración público-privada por el que se ha interesado el BEI (Banco Europeo de Inversiones).

Según afirman fuentes conocedoras, el órgano financiero comunitario ha manifestado a Sareb su interés en financiar el proyecto, planteamiento que, no obstante, está todavía en fase de estudio, sin nada formalizado. Hace dos años, el BEI ya mantuvo avanzadas conversaciones con la Comunidad de Madrid por el Plan Vive, pero finalmente fue CaixaBank quien se erigió en la entidad financiadora.

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El banco europeo cuenta con un programa específico destinado a respaldar este tipo de iniciativas de alquileres asequibles, ya que busca impulsar un modelo que facilite el acceso a la vivienda y el desarrollo de parques de hogares que cumplan los nuevos estándares ambientales. Y ambos son objetivos que persigue Sareb con Proyecto Viena.

Como adelantó El Confidencial, el banco malo ha fichado a PwC para asesorarle tanto en el diseño financiero como en el legal. El nuevo equipo de Sareb, que tomó las riendas después de que el Estado se hiciera con la mayoría del capital, con Javier Torres como presidente y Leopoldo Puig de consejero delegado, está trabajando actualmente en perimetrar los suelos que podrán servir para este plan.

Por el momento, han identificado ya 115 terrenos, repartidos por toda España, sobre los que se podrán promover pisos de alquiler asequible. Según confirman desde Sareb, la idea con la que se está trabajando es poder sacar una primera licitación en verano, lo que significa que, si nada se tuerce, se podrían estar entregando las primeras llaves a los inquilinos a finales de 2025 o en la primera mitad de 2026.

A la espera de que PwC concluya su análisis, la fórmula que parece más viable para cristalizar en un modelo de colaboración público-privada, donde la titularidad del suelo siempre va a ser pública, es la de cesión de un derecho de superficie por un periodo mínimo de 50 años.

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El hecho de que Sareb tenga fecha de caducidad, noviembre de 2027, exige ser especialmente exquisito en el diseño de Proyecto Viena, lo que explica el cuidado con que se está construyendo todo el esqueleto de este plan, y al mismo tiempo exige pisar el acelerador, ya que quedan menos de cinco años para ese horizonte.

Cuando se alcance la fecha de liquidación, todos los derechos o activos que queden en Sareb se los quedará el Tesoro. No obstante, en lo que afecta a Proyecto Viena, si la entidad llega a 2027 con todos los suelos adjudicados, tendrá la opción de vender esos terrenos ya en concesión, traspasarlos a las diferentes comunidades autónomas o dejar que los herede Sepes, la empresa de suelo público dependiente del Ministerio de Transportes.

De hecho, Sareb negocia actualmente con Sepes la elaboración de un convenio dirigido a que las dos entidades puedan colaborar en poner en valor la enorme bolsa de suelos que sigue teniendo el banco malo. A pesar de haber conseguido reducir un 45% su cartera en los 10 años que tiene de vida, Sareb continúa teniendo por delante la liquidación de unos 28.000 millones entre préstamos (46% del total) e inmuebles (54%).