Árima sacude el mercado de oficinas: vende en Chamartín y compra fuera de M-30

En el número 75 de la madrileña calle Torrelaguna, justo en la frontera artificial que dibuja el anillo de la M-30, la quebrada promotora Reyal Urbis tenía un edificio de oficinas que copó titulares en 2015. Entonces, cuando el mercado empezaba a tomar aliento tras la burbuja inmobiliaria, este edificio protagonizó una de las operaciones de alquiler más importantes del momento al conseguir al arrendarse en su totalidad a Olympic Broadcasting Services SLU (OBS), la emisora de los Juegos Olímpicos.

Ahora, ocho después, y a las puertas de otro cambio de ciclo, este inmueble vuelve a ser noticia por su venta a Árima. La socimi capitaneada por Luis López de Herrera-Oria, uno de los nombres propios del sector, acaba de desvelar que el pasado junio se adjudicó este edificio en una de las subastas que la administración concursal de Reyal Urbis está llevando a cabo dentro del proceso de liquidación de la compañía.

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Agencias

Este contexto ha permitido a Árima hacerse con la sede de OBS por 29,75 millones de euros, un edificio con una superficie bruta alquilablc (SBA) de 11.174 metros cuadrados y 303 plazas de parking. Gracias al haberse adquirido en liquidación, la socimi ha conseguido un precio muy atractivo, que supone un valor de capital de 2.663 euros por metro cuadrado o 1.919 euros si se ajuste por plazas de parking.

Situado en una zona secundaria de oficinas, pero bien comunicada tanto con el centro como con el aeropuerto y el intercambiador de Avenida de América, la socimi estima que tiene un potencial de reversión superior al 7%, ya sea por medio de un nuevo alquiler o una reforma a medio plazo. Hasta entonces, tiene garantizada la renta sellada con OBS, el organismo creado en 2001 por el COI (Comité Olímico Internacional) para producir y transmitir los Juegos Olímpicos.

En paralelo, la compañía ha cerrado un acuerdo para vender otro edificio de oficinas ubicado en el número 39 de la calle María de Molina, justo donde termina el cotizado barrio de Salamanca y arranca el también representativo de Chamartín. Árima tiene ya firmado el contrato de arras y confia en completar la transacción antes de concluir el ejercicio.

Este inmuebel es un activo conocido en la jerga del sector como Clase A, cuenta con más de 4.000 metros cuadrados de superficie y se encuentra alquilado al cien por cien a empresas como Grupo Lar o Regus. Desde que la socimi lo adquirió, hace cinco años, ha multiplicado por nueve sus ingresos por renta. Con esta desinversión, la socimi, nacida en 2018, inica una nueva etapa de rotación de edificios, tras haber completado ya el reposicionamiento de sus primeras adquisiciones.

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Árima también ha cerrado ya el acuerdo de alquiler de su activo Botanic, buque insignia de la socimi, a una multinacional, contrato que se formalizará en el último trimestre del año. Otros edificios que se encuentran ya en la pista de salida son Habana, Ramirez de Arellano y la nave industrial Guadalix. Además, el edificio Cadenza, de 14.500 metros cuadrados, ha concluido en este semestre su reposicionamiento; mientras que los proyectos Pradillo y Dune, que representan 25.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable, siguen avanzando en su fase de reposición.

En total, la cartera de Árima está compuesta por diez activos de los cuales nueve son oficinas y uno es una nave industrial, que alcanzan una valoración de 402 millones de euros, un 24% superior al de su salida a bolsa en octubre de 2018 y un 2% inferior al pasado diciembre, al haber tenido que ajustar valoración por el impacto de los tipos de interés. Entre todos estos inmuebles superan los 113.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable y las 1.558 plazas de aparcamiento en Madrid.