Room Mate resurge de sus cenizas: sale de compras por Europa con Sarasola al frente

Como un ave fénix, la cadena hotelera Room Mate ha resurgido de sus cenizas y, con su fundador Kike Sarasola al frente, ha decidido volver a pisar el acelerador. El punto de inflexión ha sido la toma del 100% del capital de la compañía por parte del fondo Angelo Gordon y de la cadena Westmont, que el pasado verano se adjudicaron la compañía dentro del proceso concursal que se sigue en el Juzgado de lo Mercantil número 14 de Madrid.

Los nuevos propietarios han confiado a Sarasola las riendas del día a día del grupo, donde seguirá al frente como presidente ejecutivo, mientras que el consejero delegado continuará siendo su mano derecha, Víctor Fernández, ambos bajo la supervisión de Westmont y Angelo Gordon, que estarán representados en un consejo de administración que todavía está pendiente de completarse.

TE PUEDE INTERESAR

Barceló se alía con Sandra Ortega para gestionar sus hoteles en EEUU y Barcelona

Ruth Ugalde

"Ha sido muy duro, con noches enteras sin dormir", reconoce el empresario, que empieza una nueva etapa al frente de la cadena que creó, como directivo. "Voy a seguir las directrices de los nuevos dueños. Pero nuestras ideas son muy parecidas y por eso he decidido aceptar su oferta. He conseguido un socio fantástico para salvar todos los puestos de trabajo".

La nueva Room Mate nace con una cartera de 22 hoteles (frente a los 27 que tenía hasta ahora), 11 edificios de apartamentos y presencia en seis países: España, Italia, Holanda, México, Colombia y Turquía. Este último mercado ha sido el elegido por Room Mate para estrenarse en el negocio de los hostels con el lanzamiento de Wasabi, cuyo primer proyecto cuenta con 190 camas y está ya al 90% de ocupación.

Esta apertura es la primera gran novedad del plan estratégico que Sarasola y su equipo están terminando de definir junto a los nuevos dueños y cuya palabra clave es crecer. "Estamos mirando todo tipo de oportunidades en Europa. Edificios de apartamentos turísticos, cadenas que podamos comprar, hoteles en propiedad, en alquiler, gestión, franquicia... Cualquier forma la vamos a estudiar".

Aunque Sarasola evita dar cifras concretas, sí reconoce que este 2023 está llamado a ser un punto de inflexión, ya que quieren ser muy activos para ganar tamaño rápido y, por ejemplo, "estamos mirando activamente para entrar en Sevilla y Valencia". Aunque el ADN de Room Mate seguirá siendo el mismo, y el equipo directivo también, sí hay novedades significativas en la estrategia.

TE PUEDE INTERESAR

El fondo buitre Angelo Gordon compra Room Mate y la salva de la quiebra inminente

Agustín Marco

Por un lado, el grupo está abierto a lanzar nuevas marcas y nuevos conceptos, como ya ha hecho con Wasabi y como también está estudiando hacer en el segmento cinco estrellas, un mercado que quiere atacar, y en ciudades secundarias, que han ganado atractivo durante los dos años de limitaciones de movimientos impuestos por la pandemia.

Por otro lado, la nueva Room Mate ha apostado por buscar un cliente de mayor calidad, aunque baje la ocupación media, porque con esta fórmula logra mejores resultados: como ha podido empezar a comprobar ya en 2022, cuando ha subido el precio medio un 25% a costa de una caída de la ocupación del 10%. Y, a la espera del cierre definitivo de las cuentas, Sarasola ha asegurado que el pasado ejercicio ha conseguido unos niveles muy similares a los de 2019, cuando la compañía tuvo una facturación de 110 millones de euros.

Respecto a la amenaza de recesión, se ha mostrado cauto, pero confiado al mismo tiempo. "Diciembre ha sido fantástico y enero pinta también buenísimo", ha asegurado el empresario, quien ha afirmado ver "más positivo el primer semestre del año e incertidumbre en los próximos seis meses. Lo que sí veo es que tenemos más clientes de calidad dispuestos a pagar más dinero".