La inversión desconocida de Gerard Piqué en San Sebastián: un hotel para el colectivo LGTBIQ+

Gerard Piqué pagó 11,25 millones entre 2017 y 2018 para hacerse con una antigua residencia de la Policía Nacional en San Sebastián junto a otros inversores. El futbolista y sus socios cerraron la compra en plena reforma del edificio, pero sabiendo ya cuál sería el nuevo negocio por el que ahora cobran un arrendamiento: el primer hotel dirigido al público LGTBIQ+ del País Vasco.

El Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad detalla la operación en una sentencia a la que ha tenido acceso El Confidencial. Su relato arranca en 2015, cuando un empresario de Tolosa tanteó la posibilidad de comprar el edificio y contactó a una intermediaria inmobiliaria con dos objetivos; "Conseguir inversores a fin de financiar la adquisición del inmueble y proporcionarle un operador hotelero".

El edificio terminó por salir a subasta pública en 2017 y el empresario lo compró por 8,87 millones. Para entonces, ya había cerrado un acuerdo con una cadena hotelera, tal y como desveló El Correo en abril de ese año: "Un hotel para gais en pleno centro de San Sebastián", tituló el periódico. "Un promotor compra la antigua residencia de la Policía Nacional situada en Amara tras un acuerdo con Hoteles Axel". Apenas un mes después, Piqué y sus socios entraron en escena.

Los problemas de rehabilitación

La cadena de hoteles Axel se define en su página web "como el primer grupo empresarial de referencia mundial dirigido a la comunidad LGTBIQ+". Frente al término gayfriendly que utilizan otros establecimientos, ellos hablan de heterofriendly para remarcar su público objetivo. Esa es la idea con la que pusieron en marcha su nuevo hotel de San Sebastián, un cuatro estrellas que cuenta con 100 habitaciones y solo ofrece alojamiento para adultos.

El plan inicial del empresario de Tolosa consistía en la "rehabilitación del edificio" para después cederles la explotación, pero el 2 de mayo de 2017, vendió por 1,36 millones una opción de compra a Kerad EB. Según señala la sentencia, esta sociedad es una "filial de un conglomerado de empresas cuyo accionista es Gerard Piqué". El empresario se encontró poco después con "complicaciones financieras" y un "incremento de los costes de rehabilitación", por lo que en abril de 2018, terminó por vender el edificio a Kerad por otros 9,89 millones. En total, 11,25 millones de euros.

Fuentes conocedoras de la operación apuntan a que Piqué se hizo en aquel momento con un 50% del edificio, pero rebajó su participación a un 27,66% tras una posterior ampliación de capital. A partir de 2018, Kerad se hizo cargo de las obras y, un año después, la antigua residencia policial reabrió sus puertas como hotel heterofriendly. La empresa del futbolista cobra ahora el correspondiente arrendamiento de Hoteles Axel y ya se ha ido expandiendo a otras ciudades como Málaga, donde ya está construyendo un cinco estrellas con la cadena Meliá.

La reclamación al empresario de Tolosa

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco explica la inversión de Piqué ante el recurso que el empresario de Tolosa interpuso en 2023 contra una reclamación de Hacienda de más de 400.000 euros. La Diputación Foral de Gipuzkoa consideró que este no había tributado de forma correcta el beneficio de la venta del edificio, pues "en la autoliquidación del Impuesto de Sociedades (IS) de 2018 hizo constar una ganancia de 10.452,52 euros" cuando en realidad ascendía a más de 1,5 millones.

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Para evitar ese pago, el empresario alegó que los 1,36 millones de la opción de compra debían aplicarse al ejercicio de 2017 y los magistrados dan por bueno su argumento: "Esa cantidad ha de descontarse del precio de venta finalmente pactado entre las partes (11.250.000 euros), a fin de evitar una doble tributación por el mismo concepto".

En la misma línea, los magistrados anulan la sanción que le impuso la Diputación Foral de Gipuzkoa, pero rechazan el resto del recurso respecto a su intento de sumar otros "gastos derivados de la adquisición del inmueble". La sentencia obliga a realizar un nuevo cálculo para reclamarle el IS y pone punto final a un proyecto que ahora queda en manos de Piqué y sus socios.