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Urkullu se despide sin reproches públicos al PNV por su relevo: "Soy un hombre de partido"
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RECUERDA A LAS VÍCTIMAS DE ETA

Urkullu se despide sin reproches públicos al PNV por su relevo: "Soy un hombre de partido"

Urkullu, con tres legislaturas a sus espaldas, defiende en su adiós que no hay mayor "honor" que haber sido presidente de Euskadi y pide "perdón" por los errores que haya podido cometer. Los comicios serán el 21 de abril

Foto: Urkullu se dirige a los periodistas para anunciar la fecha de las elecciones vascas. (EFE/Adrián Ruiz Hierro)
Urkullu se dirige a los periodistas para anunciar la fecha de las elecciones vascas. (EFE/Adrián Ruiz Hierro)

Iñigo Urkullu (Alonsotegi, 1961) podría haber sido el lehendakari más longevo de la historia, pero la decisión del PNV de buscar un relevo generacional que tapone el crecimiento de Bildu se lo impidió. Con tres legislaturas a sus espaldas, el presidente vasco anunció este jueves la convocatoria de elecciones para el 21 de abril y con ellas firmó el fin de un mandato que él mismo definió como una “espiral de crisis”. Urkullu, fiel a su estilo, aseguró que no ha habido mayor “honor” que haber sido presidente de Euskadi, pidió “perdón” por los errores que haya podido cometer y esquivó, cuando se le preguntó si él hubiese preferido ser el candidato, cualquier crítica hacia su formación. “Ya me conocen. He dicho públicamente que soy un hombre de partido (...). Y ya dije en septiembre que el PNV era libre de adoptar la decisión que estimase mejor. Punto final. No hay más que decir”.

Desde que el pasado 24 de noviembre estallara la noticia de que él no sería el candidato del PNV, la relación entre el lehendakari y su partido ha copado parte de la actualidad vasca. La publicación de la noticia por parte de El Correo pilló al PNV a contrapié, obligado a acelerar el proceso de designación de nuevo candidato con la elección de Imanol Pradales un día después. La imagen de descontrol hizo mella en la formación y multiplicó las dudas en torno a un partido que había salido muy mal parado de las dos últimas citas electorales, pero que hasta hace poco parecía imbatible. En las municipales del 28-M perdió casi 90.000 votos y en las generales del 23-J, más de 100.000.

Pero desde entonces y como hizo este jueves, Urkullu ha mantenido un mutismo absoluto sobre cómo se precipitaron los acontecimientos y sobre qué le hubiese gustado a él hacer. “No estoy alejado del partido en absoluto. He sentido su apoyo en todo momento”, defendió tras ser preguntado por otro periodista por su relación con el PNV. Urkullu se escudó en la “bicefalia” que opera en la formación y por la cual en el partido conviven dos altos cargos de relevancia, el presidente, en este caso, Andoni Ortuzar, y el propio lehendakari. “Hay que manejar este equilibrio y yo me he sentido absolutamente apoyado”, insistió.

Urkullu accedió por primera vez a la Lehendakaritza en noviembre de 2012 y tras un primer mandato en solitario, aunque con el apoyo externo del PSE, en las dos siguientes legislaturas integró a los socialistas en su Gobierno. Y hacia estos tuvo ayer palabras de agradecimiento por su defensa de los “intereses comunes”, además de hacer mención a todos los consejeros con los que ha contado en sus 12 años al frente del Ejecutivo vasco.

Foto: Iñigo Urkullu. (EFE/Javier Etxezarreta)

Urkullu, que esta misma semana ha perdido a su madre, explicó que había tenido en cuenta tres factores para la convocatoria de las elecciones: “Cumplir el programa de gobierno, dejar el próximo Gobierno y al próximo lehendakari el mejor legado y defender el interés general”. De ahí su empeño en aprobar una serie de leyes antes de la disolución del Parlamento y de tener prácticamente cerrada la transferencia de tres competencias: los trenes de Cercanías, la homologación de los títulos extranjeros y la segunda fase del sistema de acogida de refugiados.

El lehendakari, acompañado en la sala por todos sus consejeros, los ocho del PNV y los tres del PSE, defendió que su máxima siempre ha sido “el compromiso con las personas” y que este ha sido el vector que ha guiado la acción de sus gobiernos. El lehendakari tuvo palabras de recuerdo para Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze, dos operarios que murieron aplastados por toneladas de basura hace ahora cuatro años en el vertedero de Zaldibar, para las víctimas de la pandemia, “especialmente las que no pudieron estar acompañadas por sus seres queridos”, y también para las mujeres asesinadas y maltratadas por sus parejas.

Foto: Momento de la firma entre Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar del acuerdo PSOE-PNV para la investidura del primero. (Reuters/Susana Vera)

Y destacó los tres “hitos” que a su juicio han marcado sus tres legislaturas, “empleo, superación y respeto, cohesión y convivencia”. Sobre el primero, destacó el “gran logro colectivo” que ha supuesto pasar de 875.161 personas empleadas en Euskadi en 2013 a las 1.012.947 actuales. Respecto al segundo, resaltó que tras una “concatenación de crisis y guerras gravísimas, salimos fuertes en equilibrio social, en actividad económica e industrial y fuertes para seguir mejorando los servicios públicos”. Y sobre el último ensalzó: “Vimos en paz, hemos dejado atrás la pesadilla del terrorismo y la violencia. ETA ha desaparecido de nuestras vidas, vivimos sin barbarie, sin ver a hijas e hijos llorando al enterrar a sus padres”. Pero el lehendakari también advirtió de que “todavía queda por hacer” para que no vuelvan a “germinar la violencia y el odio”.

Iñigo Urkullu (Alonsotegi, 1961) podría haber sido el lehendakari más longevo de la historia, pero la decisión del PNV de buscar un relevo generacional que tapone el crecimiento de Bildu se lo impidió. Con tres legislaturas a sus espaldas, el presidente vasco anunció este jueves la convocatoria de elecciones para el 21 de abril y con ellas firmó el fin de un mandato que él mismo definió como una “espiral de crisis”. Urkullu, fiel a su estilo, aseguró que no ha habido mayor “honor” que haber sido presidente de Euskadi, pidió “perdón” por los errores que haya podido cometer y esquivó, cuando se le preguntó si él hubiese preferido ser el candidato, cualquier crítica hacia su formación. “Ya me conocen. He dicho públicamente que soy un hombre de partido (...). Y ya dije en septiembre que el PNV era libre de adoptar la decisión que estimase mejor. Punto final. No hay más que decir”.

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