Urkullu defiende su plantón a Leonor porque la sociedad vasca no apoya a la Corona

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha cargado esta mañana duramente contra la Monarquía para justificar su ausencia este martes en el acto de jura de la Constitución de la princesa Leonor. El presidente vasco ha censurado una institución "anacrónica" y ha defendido que la sociedad vasca, de forma "mayoritaria", no respalda a la Corona, de ahí su decisión de no acudir al acto, como sí hizo en 1986 el entonces lehendakari José Antonio Ardanza. El mandatario vasco, no obstante, ha negado que se le pueda reprochar una falta de "respeto institucional".

Urkullu, en respuesta a una pregunta formulada por el PP, ha defendido en el pleno del Parlamento que la sociedad vasca no es partidaria de una Monarquía hereditaria ni de una institución que representa un Estado "uninacional". Él, según ha defendido, debe "representar al conjunto de la sociedad vasca respetando su voluntad mayoritaria" y por eso no participó.

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La ausencia del lehendakari, junto a la de Pere Aragonès, fue una de las más significativas y el PP le ha reprochado haberle hecho un "feo a la Corona de España". Urkullu ha negado la crítica y ha argumentado que su ausencia "está razonada y en modo alguno es un feo". El dirigente vasco además ha recuperado el concepto de "republicanizar la monarquía". Una idea que ya ha usado en alguna otra ocasión y que supone "adecuarla a la sociedad del siglo XXI" a través de cuatro propuestas.

La primera, según recoge la agencia EFE, es acabar con la inviolabilidad del monarca, que "es insostenible, los episodios del rey Emérito dan prueba de ello. En esa misma línea de transparencia se deberían poder fiscalizar las cuentas de la Corona". También es "insostenible", según Urkullu, que la Monarquía sea herencia familiar, de manera que, al menos, se debería someter a referéndum "generacionalmente" su continuidad, y por último, tampoco está de acuerdo con que el mando del Ejército recaiga en una figura hereditaria (en el Rey), sino que debería ser elegido por los representantes de la voluntad ciudadana.

Por todo ello, ha afirmado que "el sentido democrático, la modernidad y la sensibilidad de las generaciones jóvenes ante la no adecuación de estos cuatro factores críticos, convierten a la Monarquía en una realidad anacrónica", informa Europa Press.

En este sentido, ha recordado que el Parlamento vasco aprobó por mayoría, el pasado 30 de marzo, una iniciativa en la que solicitaba una "necesaria reforma" de la Constitución, que incorporara la "posibilidad de cambio de la forma política del Estado, habilitando la opción de la República", así como el "reconocimiento del carácter plurinacional del Estado, y el consiguiente derecho a decidir de los pueblos".

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Urkullu ha añadido que "la Monarquía, como cualquier otra institución, no está exenta de la crítica y el escrutinio público". "Tenemos el derecho y el deber de expresar, con respeto y claridad, aquello que compartimos mayoritariamente; y de proponer, con respeto y claridad, aquello que consideramos debe ser modificado", ha señalado.