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Las protestas en la Ertzaintza ponen en jaque la salida del Tour de Francia en Euskadi
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"Sin convenio , no hay Tour"

Las protestas en la Ertzaintza ponen en jaque la salida del Tour de Francia en Euskadi

El movimiento “asindical” Ertzainas en Lucha aglutina las reivindicaciones de miles de agentes a un mes del gran evento del año en el País Vasco, sin garantizar la seguridad durante su celebración

Foto: Dos motoristas de la Ertzaintza en una imagen de archivo. (EFE/Luis Tejido)
Dos motoristas de la Ertzaintza en una imagen de archivo. (EFE/Luis Tejido)

Queda menos de un mes para el inicio del Tour de Francia. La ronda gala, cumpliendo un antiguo deseo de las administraciones vascas, arranca este año en Bilbao y en las tres primeras etapas el País Vasco y sus capitales protagonizarán el Gran Départ. Una gran inversión (12 millones de euros a pagar entre el Gobierno vasco, las diputaciones y los ayuntamientos) para poner a Euskadi en el mapa y disfrutar en la puerta de casa de uno de los mayores eventos deportivos del mundo. Todo en una tierra con una querencia especial por el ciclismo, con héroes pasados y presentes que han animado a los aficionados a golpe de pedal. Pero estos días, cuando se habla del Tour, solo los más cafeteros debaten sobre quién llegará más fuerte, si Pogačar o Vingegaard. Lo primero que viene ahora a la cabeza son las protestas que están llevando a cabo agentes de la Ertzaintza y que mantiene un ambiente enrarecido.

Foto: El lendakari, Iñigo Urkullu, este martes en Vitoria. (EFE/L. Rico)

Los uniformados piden un nuevo convenio y lo hacen con un contundente lema: "Sin convenio, no hay Tour". Pasan los días y las autoridades vascas van endureciendo el tono. Empezando por el lehendakari, Iñigo Urkullu, quien este fin de semana llamaba a “cerrar el paso” a “injerencias organizadas” en la Policía vasca. Unas declaraciones que no sentaron nada bien y que han provocado una respuesta en forma de comunicado conjunto por parte de todos los sindicatos del Cuerpo.

Desde hace meses se conoce que había cierto descontento entre quienes iban a tener que participar en el despliegue de seguridad, sin precedentes de cara al inicio de la ronda gala. Pero el verdadero golpe de realidad llegó en los primeros días del mes de mayo, cuando 2.000 ertzainas (4.000 según los organizadores) se manifestaron en las calles de Bilbao para reivindicar un nuevo convenio. Un éxito de participación en una convocatoria que no había generado demasiado ruido mediático y que tenía una importante particularidad. Detrás del llamamiento no estaban los sindicatos policiales, sino un movimiento “asindical”, Ertzainas en Lucha, que había movido la protesta a través de las redes sociales y de plataformas de mensajería como WhatsApp. Denunciaban un "caos organizativo y las deficiencias que el colectivo lleva sufriendo durante años". Desde entonces, el conflicto no se ha solventado y, en cierto sentido, ha escalado. Al menos en lo que se refiere al tono de ciertas declaraciones.

Piden mejorar sus condiciones laborales y lo hacen con un contundente lema antes de la ronda gala: "Sin convenio, no hay Tour"

La manifestación supuso también una llamada de atención importante para los sindicatos. Se trataba de un número importante de agentes que habían decidido organizarse al margen de estas organizaciones. Se organizó una reunión entre Ertzainas en Lucha, los sindicatos que mantienen unidad de acción sindical (ErNE, Esan, Euspel y SiPE) y ELA-Ertzaintza, Ekos, la Asociación de la Escala Ejecutiva EBE de la Policía autonómica. De ahí salió el compromiso de alcanzar acuerdos beneficiosos para el colectivo y en contra de "la imposición" del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco.

Diferentes protestas

Hace dos semanas, la plataforma Ertzainas en Lucha publicó un documento con 43 reivindicaciones de mejora laboral para la negociación del nuevo convenio, entre las que destaca una subida lineal de 1.100 euros en el Complemento Específico General. Días después, los agentes se manifestaron frente al Parlamento Vasco para llevar una vez más su reivindicación a la calle. Lo hicieron, además, cortando el tranvía de Gasteiz a su paso frente al Parlamento. Una situación habitual con reivindicaciones de este tipo (y más con el elevado número de huelgas y manifestaciones en Euskadi).

Foto: Paret-Peintre ganó la etapa. (Reuters/Jennifer Lorenzini)

Sin embargo, la reacción de la Ertzaintza fue inusual. En vez de liberar las vías, permitieron que los manifestantes permanecieran cortando el servicio e incluso pudieron verse aplausos de los uniformados a los manifestantes. Una situación que ha despertado críticas y que ha llevado al lehendakari a endurecer el tono.

Este fin de semana, durante la entrega de condecoraciones y felicitaciones al mérito policial, Iñigo Urkullu se mostró contundente. “Ninguna institución, tampoco la Ertzaintza, puede permitirse el lujo de perder el respeto de la sociedad a la que se debe", declaró. Aún más duro se mostró Josu Bujanda, Jefe de la Policía Vasca, quien afirmó que antes el peligro estaba “fuera” en quienes calificaban de “cipayos” a los agentes de la Ertzaintza y que ahora el problema “está dentro”. Unas declaraciones respondidas por Ertzainas en Lucha a través de las redes sociales acusando al dirigente de “faltar al respeto al colectivo”.

También ha habido respuesta para las declaraciones de Urkullu, con un comunicado conjunto de los sindicatos en el que se mostraban "hartos" ante la "soberbia y chulería" del Departamento de Seguridad. Además, acusaban al departamento encabezado por Josu Erkoreka de no tener interés en actualizar las condiciones de los trabajadores. Unas condiciones que, eso sí, parecen seguir resultando atractivas. Más de 2.900 aspirantes se presentaban a la OPE conjunta de la Ertzaintza y las Policías Locales.

Un operativo sin precedentes

El Gobierno Vasco, en paralelo, presentó su despliegue para el Grand Départ del Tour de Francia, que arrancará con tres etapas en carreteras vascas desde el 1 de julio. Una carrera con la que han soñado las organizaciones desde hace muchísimo tiempo y que va a requerir de un operativo de seguridad y movilidad “sin precedentes”. Lo que no termina de quedar claro es qué sucederá si no se ha alcanzado un acuerdo cuando la ronda gala esté en Euskadi.

Foto: La 'vicelehendakari' vasca, Idoia Mendía, en una imagen de archivo. (EFE/Raquel Manzanares)

La posición de los agentes no significa que vayan a bloquear o boicotear la carrera. “Con estas condiciones es muy complicado dar un servicio. Hace falta un dispositivo enorme y se quiere sacar a los alumnos de la promoción, sin ser policías, en compañía de un agente y dejarles en un cruce 6 o 7 horas”, afirmaba uno de los portavoces del movimiento en una entrevista radiofónica. De hecho, el Ejecutivo Vasco no descarta a estas alturas la presencia de alumnos de la Academia Vasca de Policía en el Tour siempre que sea "en condición de alumnos" y en el marco de "una acción formativa".

Después de las duras declaraciones de Urkullu, el papel de “poli bueno” lo ha ejercido Erkoreka, vicelehendakari y consejero de Seguridad. En la presentación del operativo con motivo de la carrera apuntaba que “nadie tiene la voluntad de boicotear, impedir o dificultar el libre desarrollo de una prueba tan escrupulosamente diseñada”. De momento, la carrera con la que tantos años han soñado las instituciones y los aficionados vascos, ha llegado acompañada de un fuerte dolor de cabeza.

Queda menos de un mes para el inicio del Tour de Francia. La ronda gala, cumpliendo un antiguo deseo de las administraciones vascas, arranca este año en Bilbao y en las tres primeras etapas el País Vasco y sus capitales protagonizarán el Gran Départ. Una gran inversión (12 millones de euros a pagar entre el Gobierno vasco, las diputaciones y los ayuntamientos) para poner a Euskadi en el mapa y disfrutar en la puerta de casa de uno de los mayores eventos deportivos del mundo. Todo en una tierra con una querencia especial por el ciclismo, con héroes pasados y presentes que han animado a los aficionados a golpe de pedal. Pero estos días, cuando se habla del Tour, solo los más cafeteros debaten sobre quién llegará más fuerte, si Pogačar o Vingegaard. Lo primero que viene ahora a la cabeza son las protestas que están llevando a cabo agentes de la Ertzaintza y que mantiene un ambiente enrarecido.

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