La Fiscalía abre una investigación por los insultos racistas a Nico Williams en el Metropolitano

La Fiscalía Provincial de Madrid ha abierto una investigación "para averiguar la identidad de la persona o personas" que profirieron insultos racistas contra el jugador del Athletic de Bilbao Nico Williams el pasado 27 de abril, durante el partido que disputó contra el Atlético de Madrid en el Civitas Metropolitano. Los hechos ocurrieron cuando el jugador se disponía a lanzar un saque de esquina y "desde la grada del fondo sur" se escucharon sonidos imitando a los de un mono, con gritos de "uh, uh, uh”.

La Fiscalía considera que estos insultos pueden ser constitutivos de un delito de lesión a la dignidad del jugador o a su integridad. Como primera medida, ordena a la Brigada Provincial de Información de la Policía que averigüe quiénes profirieron los insultos y solicita al club Atlético de Madrid que le facilite las imágenes del encuentro.

La Policía Nacional ya identificó a uno de los presuntos responsables el pasado 6 de mayo y el Atlético de Madrid anunció su expulsión "por tiempo indefinido mientras se resuelve su caso en los órganos sancionadores competentes". Según aseguró a través de un comunicado, se trataba de "un socio abonado de la Grada de Animación", pero desde la Fiscalía Provincial de Madrid apuntan a que aún no les consta esta identificación.

El futbolista escuchó los insultos durante el encuentro y avisó al árbitro, quien se dirigió a los banquillos para pedir al delegado de campo que solicitara por megafonía que se abstuvieran de continuar con los gritos. Minutos después, Williams marcó un gol y se dirigió hacia el sector que lo había insultado señalándose la piel: "He ido a sacar el córner y he escuchado sonidos de mono. La verdad que han sido pocos. Gente tonta hay en todas partes", aseguró al finalizar el encuentro.

El precedente de su hermano Iñaki

El delantero del Athletic y hermano de Nico, Iñaki Williams, también sufrió gritos racistas durante un partido contra el Espanyol en enero de 2020. La Fiscalía pide dos años de prisión para el aficionado que durante aquel encuentro imitó "los gestos que hacen los primates" y gritó "uh, uh, uh", pero el caso aún está pendiente de juicio.

El escrito de acusación de esta otra causa lo firmó el actual fiscal de Sala contra los Delitos de Odio y Discriminación, Miguel Ángel Aguilar, y marca el camino para los casos de racismo en el fútbol. Entre las claves que da para ello, destaca la propia condena que solicita, pues más allá de los dos años de cárcel, apunta a tres 'castigos': multa de 5.400 euros, "prohibición de acceder a estadios de fútbol en cualquier categoría durante un tiempo superior a cinco años al de la pena de prisión impuesta" e "inhabilitación especial para profesión u oficio educativos, en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre" por el mismo periodo de tiempo.

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Javier de Paz Fernández

Como informó El Confidencial el pasado abril, la Fiscalía también trabaja desde haces meses, de la mano del propio Aguilar, en un proyecto de actuación para estos casos. El Ministerio Público considera que debe potenciarse su papel en la vía penal ante cánticos e insultos racistas, xenófobos, machistas, homófobos.También considera que esa acción en los tribunales pueda complementarse con las sanciones administrativas, que quedan paralizadas a la espera de la decisión final de los tribunales.

La Ley contra la Violencia en el Deporte, aprobada en 2007 por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, contempla las multas más altas del ordenamiento español. Supera incluso las sanciones de la polémica Ley de Seguridad Ciudadana, conocida peyorativamente como ley mordaza. Las sanciones más graves de la ley antiviolencia en el deporte ascienden hasta los 650.000 euros.