El agujero negro del Canal de Isabel II en Brasil: 8 M de pérdidas con 27 empleados y otros 29 M sin cobrar

El Canal de Isabel II, la mayor empresa pública de la Comunidad de Madrid, tiene un agujero en Brasil. Las dos filiales de la compañía en el país sudamericano, Emissâo y Fontes da Serra de Guapimirín, presentan un balance deficitario en los últimos ejercicios publicados, sin apenas actividad, pero ahogadas en un pozo de pérdidas, deudas y reequilibrios contables años después del escándalo del caso Lezo, cuyo epicentro fue América Latina, todavía pendiente de juicio en la Audiencia Nacional.

Las cuentas consolidadas de 2022, la última memoria disponible sobre la actividad del Canal y las sociedades dependientes, detallan los problemas financieros de las dos filiales. El informe refleja cómo los números rojos son una constante en Brasil, pese a que Emissâo y Fontes da Serra apenas cuentan con 27 empleados reconocidos.

Según la información fiscal, ese año hubo pérdidas por valor de 8.761.220 euros, casi dos millones más que en 2021, cuando este país presentó los peores números de la compañía al otro lado del Atlántico. El escenario en 2022 es similar al de Colombia, con un agujero de casi nueve millones de euros, y muy superior a República Dominicana, con 1,8 millones en negativo, o Ecuador, con un beneficio superior a tres millones de euros.

La situación en Brasil es compleja. El propio Canal de Isabel II, dirigido por Mariano González Sáez y dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, reconoce que la actividad es casi inexistente. "La sociedad Emissão, ubicada en Brasil y perteneciente a nuestro Grupo, pese a no haber tenido prácticamente actividad durante 2021 y 2022, se han registrado en el ejercicio gastos significativos asociados a las indemnizaciones por reestructuración del personal propio, pasivos fiscales, obligaciones con proveedores y deterioros de cuentas a cobrar".

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Los números evidencian que las filiales se han convertido en un agujero difícil de cerrar. Así, a 31 de diciembre de 2022, Emissão tenía saldos pendientes por valor de 29,3 millones de euros. Los importes se corresponden con "cuentas por cobrar que, en su mayoría, fueron reclamadas judicialmente a lo largo de los ejercicios 2018 y 2019". "En base a la opinión de los asesores legales de la Sociedad dominante, si bien las probabilidades éxito y cobro son altas, el horizonte temporal para su resolución es de entre dos y cuatro años", concluye la memoria. En 2021, en cambio, la cuantía era de 5 millones menos.

La memoria de 2022 también refleja un fallo en el sistema que dejó un déficit adicional al inicialmente contabilizado de casi cinco millones de euros en el resultado consolidado, que obligó a reexpresar las cuentas. "Las sociedades del grupo situadas en Brasil, Emissâo y Fontes da Serra de Guapimirín, tuvieron una pérdida de la base de datos en el sistema de información contable, que llevo a las sociedades a rehacer los Estados Financieros desde el ejercicio 2021. A consecuencia de ello, han aflorado activos y pasivos por importes significativos que ha llevado al Grupo a reexpresar los estados financieros del ejercicio 2021", añade el informe.

Las sociedades del grupo situadas en Brasil tuvieron una pérdida de la base de datos en el sistema de información contable

El Canal de Isabel II, preguntado por este periódico, asegura que no hubo ninguna pérdida y que el desfase se debe a cinco millones de euros abonados a la hacienda brasileña que por error no se incluyeron en las cuentas de la compañía tras el fallo informático, aunque el informe no alude a esta cuestión. "En cuanto se detectó se corrigió y se pagó", dice un portavoz de la empresa pública, que no especificó cuál fue el error en la base de datos, cuándo se realizó dicho pago, o si afectó y cómo a los ejercicios posteriores. Emissão, por su parte, cambió todo su equipo directivo en 2022, entre los que estaba Antonio Modesto Ruiz, consejero delegado responsable de las filiales internacionales, que abandonó el grupo.

Las cuentas de 2023, cuya formulación se aprobó el pasado jueves, serán públicas en los próximos meses, cuando tengan la luz verde de la Junta General Ordinaria de Accionistas. Entonces se conocerá la evolución y el estado actual de las filiales del Canal de Isabel II en Brasil y los planes de la empresa pública. Según el comunicado publicado esta semana, la compañía elevó las inversiones un 89%, hasta los 403 millones de euros, y el Consejo de Administración propone un reparto de dividendos de 85 millones de euros.