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Los 'curritos' se quedan sin poder ir a trabajar en patinete en Madrid: "Es culpa de YouTube"
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ARTEFACTOS TRUCADOS

Los 'curritos' se quedan sin poder ir a trabajar en patinete en Madrid: "Es culpa de YouTube"

La Comunidad ha prohibido el acceso a los patinetes en el Metro tras la explosión del pasado 17 de octubre. Muchos recurrían a él para llegar a su puesto de trabajo. ¿El problema? Los trucos para tunear las baterías que abundan en la red

Foto: Un usuario sobre un patinete en Madrid. (EFE)
Un usuario sobre un patinete en Madrid. (EFE)

En el intercambiador de Aluche ya están los carteles colgados. "Prohibido entrar con patinetes". Fuera, una mujer con uno de estos vehículos está parada hablado con un grupo de amigas, pero todavía con el casco puesto. Esta usuaria asegura que recurre a esta alternativa a diario, usándolo para "todo lo que puede". Y se pregunta si no sería más coherente dejar entrar al servicio público patinetes plegables como el suyo.

- ¿Está modificado?

- Claro que no. Esos luego explotan y pasa lo que pasa.

La Comunidad de Madrid prohibió el acceso al transporte público de los patinetes eléctricos el pasado 4 de noviembre. La decisión se tomó después de que, a mediados de octubre, un patinete explotara en un vagón de la Línea 2. Por suerte, no hubo heridos. El equipo de Gobierno regional adoptó esta medida para minimizar los riesgos al máximo. No obstante, será de manera provisional hasta que se promulgue una ley al respecto. La restricción afecta a los autobuses de la EMT e interurbanos, el Metro y cinco intercambiadores.

Foto: Un patinete eléctrico aparcado junto a una boca de Metro en Madrid. (C. Castellón)

A un par de kilómetros del famoso intercambiador del sur de Madrid se ubica el negocio de arreglo de patinetes de Jonathan Merchán. Se alegra de la visita esporádica de este periódico. "Buah, justo estaba pensando en escribir a la EMT para ver si se podía buscar otra alternativa", explica desde dentro del taller, mientras atiende a un cliente. Desde su punto de vista, la restricción es demasiado tajante porque gran parte de los usuarios recurren al patinete a diario para ir a trabajar. Es más barato que un coche y más rápido que esperar a un autobús. Cubren el efecto conocido como última milla en las zonas con un transporte ineficaz.

placeholder A la izquierda, una mujer con un patinete, a la derecha, bicis aparcadas. (A.F.)
A la izquierda, una mujer con un patinete, a la derecha, bicis aparcadas. (A.F.)

"El que explotó era un patinete modificado", explica Merchán. Los videos sobre cómo manipular las baterías del vehículo proliferan en la red. "La culpa es de YouTube, que en 15 minutos te dice que tú eres capaz de hacer ese trabajo de electrónica", señala. Basta con echar un vistazo en la web para encontrar recomendaciones chapuza para tunear el cacharro: Patinete eléctrico trucado nivel Dios, es uno de los primeros que aparece.

El problema es que han pagado justos por pecadores. ¿Por qué? Estos vehículos se habían convertido en una alternativa barata para la población de clase media-baja que recurre al transporte intermodal. Por ejemplo: iban en patinete al metro y lo volvían a usar cuando bajaban. De esta forma, podían evitar la espera del autobús. "Tengo clientes que se ahorraban media hora al día", continúa Jonathan.

Este usuario no tiene nada que ver con el que recurre al patinete de empresas privadas en el centro de la ciudad, donde la tendencia de uso suele inclinarse hacia el turismo. No se trata de su vehículo privado, por lo que aumenta la dejadez en su cuidado. En la ciudad de Madrid actúan tres entidades: Dott, Lime y Tier Mobility. En apenas unos meses se han duplicado. En abril de este año había 2.365 patinetes de alquiler repartidos por la ciudad. Los últimos datos de noviembre amplían la cifra a 4.821. El incremento, además, se da especialmente en Ciudad Universitaria y la zona suroeste de la capital.

Pero ni la Justicia ni los cuerpos de seguridad son ajenos al aumento incesante de tunning que vive la ciudad. La Fiscalía de la Comunidad de Madrid advirtió de estos trucos en su última memoria de 2023: "La mayoría de los procedimientos incoados en relación con los VMP se basan en la introducción y comercialización en el mercado de vehículos con las características técnicas propias de los ciclomotores L1e-B —en particular de potencia y velocidad—, que, sin embargo, no se homologan ni matriculan como tales —o incluso homologados como tales pero sin matricular— y se venden como VMP". Según los últimos datos del Ayuntamiento de Madrid -hasta septiembre de 2023-, se han producido 634 accidentes con Vehículos de Movilidad Urbana.

placeholder Prohibido el acceso a patinetes eléctricos. (A.F.)
Prohibido el acceso a patinetes eléctricos. (A.F.)

El Confidencial ya desveló cómo la gran apuesta de implantar esta alternativa de movilidad en Europa –inspirada en los high-tech de Silicon Valley- terminó popularizándose. Se juntaron varios factores. El alto coste de los carburantes, la dificultad económica para adquirir un coche y la velocidad frenética que se desarrolla en las ciudades. La gente tiene que llegar a tiempo a trabajar, pero hay autobuses que tienen sus propios horarios. Y no todos pueden ir en su propio turismo. "Se vendieron como un método para profesionales liberales y creativos. Incluso salía así en la publicidad; con gente joven de aspecto formal que se mueve por ambientes urbanos. Con el tiempo, eso ha decaído", explica el antropólogo urbano y profesor de la UAB, Jose Mansillas.

La realidad es que los patinetes llevan desde su puesta en marcha en el punto de mira. Si se trucan, pueden alcanzar los 70 kilómetros por hora. Son muchos los que apuestan por invertir en un vehículo de 300 euros, cambiar la batería malamente y, sin querer, provocar un incendio. "Hablamos de pilas que pueden explotar y, como poco, dejarte ciego". De hecho, el negocio de Merchán tiene quemaduras en el suelo porque uno de sus clientes trajo a arreglar un patinete modificado y ardió en llamas

"Hay que evaluar el daño que provocan estas medidas", continúa el antropólogo. "Proponer que solo puedan acceder al último vagón o implantar soluciones para que las baterías no se calienten". Mansilla relata que, además de tratarse de una alternativa verde, los jóvenes con menos recursos empezaron a recurrir a él porque solo hay que cargarlo por la noche.

placeholder 'No debería sonreír para la foto porque este es un tema muy serio'. (A.F.)
'No debería sonreír para la foto porque este es un tema muy serio'. (A.F.)

Además, la falta de regulación genera una espiral infinita de desconcierto. Estos vehículos no tienen matrícula, muchos van sin seguro, se tunean, van por aceras… La falta de una norma en común provoca que muchos se muevan en un vacío legal. "Lo mejor sería poder acreditar de alguna forma que un patinete es seguro y que ese usuario pueda acceder al metro", señala Merchán. Con los años, y especialmente en las ciudades con mayor kilómetros de carril bici, la puesta en marcha de este vehículo ha proliferado como la pólvora. Mansilla advierte tajantemente que los patinetes han llegado para quedarse: "Yo lo veo como un tipo de transporte que ya se utiliza con normalidad, ha perdido el carácter exótico".

La legislación, por su parte, sigue a la cola. A principios de 2022 se publicó un manual de la DGT expresa para este tipo de vehículos: no podrán superar los 25 kilómetros por hora, son de uso personal y deberán contar con un sistema antimanipulación. Entrará en vigor en 2024, con una moratoria de tres años para quienes ya dispongan de uno. Es decir: las nuevas normas se aplicarán a los patinetes de hoy en 2027. "¿Y se va a prohibir la entrada al metro hasta entonces? Hay que encontrar otras opciones", termina Merchán.

En el intercambiador de Aluche ya están los carteles colgados. "Prohibido entrar con patinetes". Fuera, una mujer con uno de estos vehículos está parada hablado con un grupo de amigas, pero todavía con el casco puesto. Esta usuaria asegura que recurre a esta alternativa a diario, usándolo para "todo lo que puede". Y se pregunta si no sería más coherente dejar entrar al servicio público patinetes plegables como el suyo.

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