Cristina de Middel, la directora de la Agencia Magnum que va más allá del fotoperiodismo

El primer reportaje fotográfico de Cristina de Middel (Alicante, 1975) para el periódico en el que colaboraba tenía como protagonista a una prostituta. La serie se llamaba Vida y milagros de Paula P. y trataba de contar las vicisitudes del mundo de la prostitución, pero sin mostrar el rostro de la mujer que participaba. "Lo que parecía que iba a ser un reportaje fotoperiodístico, de repente se convirtió en algo que no se sabía si era real o no", dice Semiramis González, comisaria de la muestra Cristina de Middel. Cartas al director: "Narra los problemas de esta prostituta con la idea en la cabeza de una hagiografía, como las vidas de los santos, pero tú no sabes si es su vida de verdad".

Esa intersección entre ficción y realidad es una de las cuestiones que aparecen en todos los trabajos seleccionados para esta exposición, una de las más completas y creativas del momento. En ella, la curadora ahonda en una de las facetas menos tratadas de esta fotógrafa, directora de la agencia Magnum desde hace un año. De Middel, que se daría a conocer por una de las series más potentes de la última década, Afronautas, acomete en esta exposición varios de los planteamientos más importantes que vertebran al periodismo contemporáneo: la guerra, la violencia y las migraciones.

La crítica desde la fotografía

"Mi propuesta desde el principio como comisaria era presentar una Cristina de Middel que no fuera la que habitualmente estamos acostumbrados a ver", reflexiona González de un trabajo que le ha llevado más de tres años, entre diferentes reuniones y enfoques, con algunas de las piezas presentadas por primera vez en el espacio del Canal, en Santa Engracia, en lo que antiguamente fue un depósito de aguas, con su característica arquitectura de ladrillo. "En general se tiene el estereotipo de que lo que hace Cristina es como todo divertido, como si lo divertido no fuera crítico. Y entonces ella tenía series anteriores, antiguas, que en realidad ya vislumbraban esa forma de narrar que ella tiene, esa forma de narrar visualmente".

Entonces empezaron a trabajar y darle forma a proyectos "que yo tenía claro que quería que estuvieran, a otros nuevos que ella estaba desarrollando, siempre un poco bajo esta premisa". La exposición presenta proyectos anteriores y más recientes que se muestran por primera vez de manera amplia, desde la mencionada Vida y milagros de Paula P. o Gentlemen’s Club a otras series más actuales como Journey to the Center o The Kabuler (2022) junto a Lorenzo Meloni.

"Todas estas series, junto a otras, abordan temas como la vida diaria en el Afganistán de los talibanes, el viaje migratorio a través de México para llegar al supuesto centro de la tierra (como en la novela de Julio Verne) situado en Estados Unidos o la prostitución desde ángulos diversos. Más allá del dramatismo de estas cuestiones, De Middel da una vuelta de tuerca y propone nuevas miradas sin juzgar, dejando que sea el público quien extraiga sus propias conclusiones", comentan desde la organización.

Lo conceptual desde la fotografía

Las diferentes series que pueden verse en las tres plantas del edificio buscan presentar a Cristina de Middel como una fotógrafa crítica, con una profundidad y un rigor mucho más profundo que otros fotógrafos más evidentes. "En Magnum, ya desde el inicio de la agencia, ha habido como dos tendencias. Estaban los más conceptuales y luego los que iban por la línea más fotoperiodística. Digamos que Cristina se situó desde el comienzo en la parte más conceptual", cuenta González. "Frente a un fotoperiodismo que es el que habitualmente vemos, con imágenes muy desgarradoras y muy cruentas, Cristina narra proyectos y narra historias muy crueles y de mucha violencia, pero con una forma que yo creo que llega mucho mejor a la conciencia, llega diferente y llega para quedarse más tiempo".

Dentro de esa genealogía, de ese pasado, para González no puede obviarse a Henry Cartier-Bresson. “Ella misma lo dice. Que cuando se funda Magnum hay esas dos líneas, Cartier-Bresson y Robert Capa. Aunque esta discusión la sigamos teniendo cien años después, ella está más en esa línea de Cartier-Bresson”, delimita la comisaria. “De que se puede contar la guerra, se puede contar el conflicto, se puede contar muchas cosas, pero se puede hacer de otras formas”.

Una mirada conceptual y artística, que no pierde de vista el sentido crítico. "Esa es la clave", insiste González. "Ella también comenta que esta exposición es el cierre de una época, que son los años que tienen que ver con toda la cuestión de la prensa que ella lleva trabajando desde los inicios". Por otro lado, De Middel vive un momento especialmente bueno ahora. "Creo que, como le pasa a ella y les pasa a otras mujeres fotógrafas, están siendo reconocidas por el valor del trabajo que hacen, en un contexto que no es fácil en general", apunta, incidiendo en su manera de narrar.

"Ha sido muy difícil que la entendieran, a ella y a otras, y que la aceptaran, y ella misma ha sido capaz de responder a eso". Cristina de Middel fue Premio Nacional en el año 2017, siendo injustamente cuestionada. "Como si la fotografía fuera única, o solo hubiera una forma de fotografiar", dice Gonzalez. "Está ahora mismo en un momento como de madurez en su carrera". Por último, Gonzalez recuerda como recientemente el Pompidou de París compró su serie Afronautas.