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Ofrecido por Canal de Isabel II

De Bravo Murillo a Islas Filipinas

Depósitos de agua de Madrid
Depósito de Plaza de Castilla en 1969. Foto: Canal de Isabel II

Recorrido

histórico

por los

depósitos

de agua

de Madrid

Recorrido

histórico

por los

depósitos

de agua

de Madrid

Por EC Brands

L

os madrileños siempre destacan la calidad del agua que sale del grifo. De puro cotidiano, el gesto nos pasa inadvertido, y no nos paramos a pensar de dónde viene esa agua ni dónde se almacena antes de llegar hasta nuestro hogar. Tampoco al caminar por la calle Bravo Murillo, la Plaza de Castilla o recorrer la zona de Canal, el madrileño detiene la mirada en esas sorprendentes estructuras urbanas que se elevan sobre el asfalto y forman parte del paisaje de la ciudad. Solo la pregunta del que viene de fuera nos hace abrir los ojos y contemplar con una mirada nueva la sólida y poderosa presencia de los depósitos donde se almacena el agua con que se abastece a la población.

Son los depósitos históricos de Canal de Isabel II, la empresa pública dependiente de la Comunidad de Madrid que este año cumple 170 años. Unos elementos emblemáticos que forman parte de la iconografía de la ciudad. De ellos, el más antiguo es el de Bravo Murillo, hoy reconvertido en archivo histórico de la empresa. Fue el proyecto primigenio de Canal a mediados del siglo XIX, cuando la empresa logró traer las aguas del Lozoya a la capital. Aquellas aguas, embalsadas en el Pontón de la Oliva y conducidas a lo largo de más de 70 kilómetros, se almacenaron por primera vez allí, una vez llegaron a la ciudad. Este depósito se convirtió en un símbolo de su grandeza. Una imponente fuente ornamental dedicada al río Lozoya presidía la fachada principal de aquel primer depósito, que en su origen se llamó Depósito del Campo de Guardias.

Foto histórica del Canal de Isabel II
Central elevadora de Santa Engracia. Foto: Canal de Isabel II

Era un proyecto ambicioso, pero en poco tiempo se reveló insuficiente: el consumo de agua de los madrileños era cada vez mayor y, además, había filtraciones entre los distintos compartimentos. Se construyó entonces uno mucho más grande, el conocido como Depósito Mayor, cuyas obras terminaron en 1879 y que sustituía la solera de piedra del primero por una gruesa capa de hormigón. Su solidez, capacidad y resistencia han resistido el paso de los años y, de hecho, todavía está en servicio.

Madrid siguió creciendo, las necesidades de agua potable también lo hicieron y, así, se inició la construcción del tercer depósito, en paralelo al Acueducto de la Villa y que hoy sigue almacenando el agua que beben muchos vecinos del centro y del sur de Madrid, quienes, además, pueden disfrutar de las instalaciones deportivas del parque que hay sobre él.

Una de las instalaciones
que cambió para siempre
el paisaje del
barrio de Chamberí
fue el depósito elevado
de Santa Engracia
Una de las instalaciones que cambió para siempre
el paisaje del barrio de Chamberí
fue el depósito elevado de Santa Engracia

Pero, sin duda, una de las instalaciones más emblemáticas que cambiaría para siempre el paisaje del barrio de Chamberí sería el depósito elevado de Santa Engracia. Una de las señas de identidad de Canal de Isabel II, que alcanza los 36 metros de altura, y cuya construcción sirvió para permitir que el agua llegase con la presión suficiente a los nuevos barrios que se estaban comenzando a edificar, como Salamanca o Cuatro Caminos. El Primer Depósito Elevado, construido con influencias mudéjares y medievales, se inauguró en 1911 y estuvo en servicio hasta mediados de siglo.

Depósito elevado
Primer Depósito Elevado, inaugurado en 1911. Foto: Canal de Isabel II

Fue entonces, 1941, cuando se construyeron las nuevas instalaciones de Plaza de Castilla —conocido como Segundo Depósito Elevado—, imprescindibles para seguir abasteciendo a una ciudad en continuo crecimiento. Otro icono de la Plaza de Castilla que da la bienvenida a quienes llegaban desde el norte a la capital. Este lugar de la capital albergaría otro depósito, el cuarto, que todavía sigue en funcionamiento, aunque su capacidad se ha visto reducida hasta los 141.000 metros cúbicos debido a su rehabilitación parcial como centro expositivo.

Y es que la belleza y singularidad de estas edificaciones ha hecho que se rehabiliten parcialmente como centros culturales y expositivos una vez que han dejado de tener uso. Precisamente el cuarto depósito de Plaza de Castilla alberga hoy el Centro de Exposiciones Arte Canal (con muestras tan excepcionales como Faraón, Pompeya o Da Vinci), y el Primer Depósito Elevado se ha reconvertido en la actual Sala de Exposiciones Canal de Isabel II, galardonada con el premio Europa Nostra de Conservación de Patrimonio Cultural en 1992.

La modelización de los depósitos

La historia de los depósitos de Canal es parte de la historia de Madrid: refleja su crecimiento, su urbanismo y las necesidades de su población. Hoy, aun cuando algunos siguen dando servicio, lo cierto es que apenas representan un pequeño porcentaje del sistema de abastecimiento: la Comunidad se surte fundamentalmente de 34 depósitos reguladores de gran tamaño y de otros casi 300 de menor capacidad.

Modelización de los depósitos
Interior del segundo depósito, conocido como Depósito Mayor. Foto: Canal de Isabel II

Este recorrido nos hace ver, también, la necesidad de mirar hacia el futuro: la ciudad está viva, es cambiante, y por ello la innovación es imprescindible. En este sentido, uno de los últimos proyectos innovadores es la recreación y modelado digital de los depósitos para analizar el comportamiento del agua cuando se encuentra en su interior. Este estudio tiene como objetivo conseguir una mejora en la calidad del agua en estos depósitos.

Gracias a estos avances, la compañía podrá aplicar las mejoras necesarias en los depósitos de agua potable existentes, así como en los diseños de los proyectos que se proyecten en el futuro. De esta manera, se asegura la uniformidad del flujo interior y minimizar los tiempos de retención del agua, de forma que se mantenga en las condiciones óptimas para su consumo.

Un futuro verde

A lo largo de sus 170 años de historia, la actuación de Canal de Isabel II se ha apoyado en tres pilares: calidad, sostenibilidad e innovación. Desde que se construyó el primer depósito en el siglo XIX hasta los nuevos proyectos en desarrollo, la empresa ha buscado el uso eficiente de los recursos hidrográficos, la innovación en los nuevos procesos de depuración y la rentabilidad medioambiental.

Un futuro verde
Segundo Depósito Elevado, en Plaza de Castilla. Foto: Canal de Isabel II

El compromiso por lograr una región más sostenible ha impulsado proyectos vinculados a la energía solar y al hidrógeno verde. En este sentido, se va a construir una planta pionera en España para generar hidrógeno verde. Con una inversión estimada de 24,5 millones de euros, será la primera en utilizar energía renovable y agua depurada como fuente de generación del hidrógeno.

Por su parte, el Plan Solar, con una inversión de 33 millones de euros, permitirá poner en servicio instalaciones fotovoltaicas propias para autoconsumo eléctrico con el objetivo de obtener energía renovable y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este tipo de iniciativas ha propiciado que Canal de Isabel II figure entre las 100 empresas líderes mundiales de sostenibilidad, según el último análisis realizado por la agencia de calificación de riesgos Fitch.