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La plaza (no oficial) y un tanto escondida que intenta que Madrid no olvide a Robert Capa
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La plaza (no oficial) y un tanto escondida que intenta que Madrid no olvide a Robert Capa

Una plataforma pretende dinamizar toda una zona de Entrevías a partir de la figura del histórico fotorreportero: "Vamos a poner su nombre en el lugar que merece"

Foto: La fotografía de Robert Capa en el edificio vallecano de la calle Peironcely 10.
La fotografía de Robert Capa en el edificio vallecano de la calle Peironcely 10.

"Vamos a poner en el lugar que se merece el nombre de Robert Capa en la ciudad de Madrid". Así de conciso se muestra José María Uría, coordinador de la Plataforma Salva Peironcely 10. En realidad, todo está en el nombre. Peironcely 10 es la calle y vivienda cercana a Entrevías, en Vallecas, donde se ubica la casa que inmortalizó el fotógrafo húngaro Endre Ernő en 1936 en la que aparecen varios niños jugando junto a una fachada repleta de agujeros producidos por los bombardeos fascistas que, por aquel entonces, asediaban la capital.

Desde la mencionada Plataforma celebraron el 110 aniversario del nacimiento de Ernő, internacionalmente conocido como Robert Capa, a pesar de que este alias lo adoptara junto a su pareja, Gerda Taro, quien murió en julio de 1937 documentando la Guerra Civil. Para ello, inauguraron una placa en la plaza dedicada al mítico fotorreportero de guerra en compañía del prestigioso Thomas Dworzak, miembro y expresidente de la agencia Magnum Photos.

Foto: Vista de la casa situada en el madrileño distrito de Vallecas, uno de los espacios en que Robert Capa inmortalizó a niños víctimas de la Guerra Civil. (EFE)

Dworzak también está curtido en mil batallas. Con su cámara al hombro, ha cubierto los conflictos de Iraq, Afganistán, Bosnia, Chechenia, Chad y Libia, entre tantos otros. "Para nosotros, Capa inicia de alguna manera la fotografía de guerra, es el precursor de esta forma de documentar la realidad. Esas cámaras pequeñitas que utilizaba o su manera de tomar partido son cosas que no se olvidan", comenta este reconocido fotógrafo a El Confidencial.

Capa, más que un fotógrafo

Desde su punto de vista, Capa es el padre de los fotorreporteros de guerra: "Él se mezclaba con la gente, convivía con aquellas personas que sufrían la guerra, trababa relación con los combatientes. Era una forma muy propia de llegar a la fotografía que quería". De hecho, todavía resuenan una de sus citas más famosas, aunque también puesta en duda: "Si una foto no es suficientemente buena es porque no estabas lo suficientemente cerca". Preguntado por aquello que destacaría del fotógrafo húngaro, Dworzak reivindica su no neutralidad: "No solo documentaba lo que ocurría, sino que se implicaba políticamente. Es decir, no solo vino a España a sacar fotos, para él había algo más importante detrás de todo eso, algo muy humano".

A decir verdad, esta no es la fotografía más conocida de Capa, pero "me parece increíble que casi 90 años después siga teniendo este impacto y haya un movimiento vecinal y social que la reivindique", tal y como expresa el antiguo presidente de la agencia Magnum. Y no le falta razón. Desde hace años, la Plataforma Salva Peironcely 10 no ha dejado de moverse para recuperar la memoria vilipendiada por el paso de unas décadas plagadas de silencio.

Foto: Vista de la casa situada en el distrito de Vallecas, donde el fotógrafo Robert Capa inmortalizó a niños víctimas de la Guerra Civil. (EFE)

La fotografía que inicia toda esta historia, además, formó parte del primer reportaje en el que aparece el nombre de Robert Capa en la portada de un periódico internacional, Regards. Era la tercera vez que Capa visitaba España y sus instantáneas verían la luz el 10 de diciembre de 1936 en París. "En los contactos que se guardan en los Archivos Nacionales Franceses también encontramos otras fotografías de las casas que son las que ahora excavan arqueólogos del CSIC en la misma plaza", añade Uría. Allí acaban de aparecer los escombros del edificio bombardeado en Peironcely.

Excavar el pasado de los bombardeos

El proyecto que tienen entre manos es un continuo, pues todo está conectado. Cerca de la vivienda fotografiada se ubica esta plaza, ahora renombrada simbólicamente, pues la colocación de la placa no tiene la oficialidad necesaria que otorga el Ayuntamiento de Madrid en un pleno. Sin embargo, en ella se lleva a cabo esta intervención arqueológica en el único lugar de Madrid no reconstruido tras los bombardeos de los sublevados.

Los expertos del CSIC avanzan en su segunda campaña. Una vez superado el primer estrato en el que hallaron algunos restos de las chabolas que se alzaron en el lugar ya en ruinas, ahora han llegado al estrato de los edificios originales. "Hemos profundizado mucho y ya sabemos quiénes vivieron ahí. Era un edificio conformado por 11 familias, unas 48 personas en total, con edades entre 1 y 66 años, según recoge el padrón de Vallecas de 1935", comenta el coordinador de la Plataforma.

Hacia el espacio de memoria democrática

"La idea es restaurar su nombre, como ya hicimos en 2018 con Ian Gibson", continúa con su diatriba Uría. No quedará ahí la cosa. Desde el colectivo pretenden que Peironcely 10 se convierta en un potente dinamizador cultural de la zona en el que poder construir un espacio de memoria democrática. Tal y como él mismo afirma, han presentado un proyecto en el que tiene cabida la dotación sanitaria proyectada en el Plan General de Ordenación, un aparcamiento que resuelva el déficit de plazas para el vecindario y una zona musealizada que complete el discurso de Peironcely 10.

De esta forma, el hilo narrativo estaría completo. Mientras en la casa restaurada y reconvertida en centro de interpretación de Peironcely 10 se contaría lo que supusieron estos fuertes bombardeos para Madrid por parte de la aviación fascista que apoyaba a los alzados contra la Segunda República, en la plaza se podría observar una de las tantas consecuencias desgarradoras que dejó el conflicto bélico durante la posguerra: cómo la gente más pobre llegada a la capital desde otras regiones se vio en la obligación de utilizar hasta las ruinas de los edificios derribados para construir chabolas en las que poder guarecerse.

Foto: La famosa imagen de Robert Capa tras el Desembarco de Normandía. (Robert Capa)

En definitiva, la ilusión de la Plataforma no es más ni menos que dar vida a un espacio degradado. "Siempre que nos hemos entrevistado con los técnicos del Ayuntamiento lo han visto viable. Nos llegaron a decir que supone un coste mínimo para la ciudad, que es asumible y coherente con las líneas planteadas", añade Uría.

En este sentido, esta "nueva vida" que desean para la zona estaría acompañada de algunas intervenciones, como la peatonalización de la zona o la recreación de un conjunto escultórico que remitiera a los niños que aparecen en la foto de Capa frente al edificio. Así pues, que se haga efectivo el proyecto supondría un fuerte cambio para un barrio condenado por determinados estereotipos. "Es una forma de reivindicar que, en muchas ocasiones, las grandes historias se esconden en lugares que la población se niega a conocer", concluye el propio coordinador de la Plataforma

"Vamos a poner en el lugar que se merece el nombre de Robert Capa en la ciudad de Madrid". Así de conciso se muestra José María Uría, coordinador de la Plataforma Salva Peironcely 10. En realidad, todo está en el nombre. Peironcely 10 es la calle y vivienda cercana a Entrevías, en Vallecas, donde se ubica la casa que inmortalizó el fotógrafo húngaro Endre Ernő en 1936 en la que aparecen varios niños jugando junto a una fachada repleta de agujeros producidos por los bombardeos fascistas que, por aquel entonces, asediaban la capital.

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