La historia del festival que presentó a Rosalía e Izal cuando todavía no habían explotado

El trabajo de un programador musical se parece más al de un meteorólogo que al de una pitonisa. Consiste en ir interpretando señales que uno ya sabe que han funcionado anteriormente. No es sencillo, pero la experiencia y el riesgo, algunas veces, dan sus resultados. Inverfest, el festival que programan desde hace ocho años Alex Graneri y Pablo Rodríguez, funciona un poco de esta manera. “Recuerdo muy vivamente la presentación del tercer disco de Izal. Ya veníamos notando que algo especial estaba ocurriendo con ellos. Vimos muchos conciertos ese año y hablamos con un montón de gente. Así que cuando salió su trabajo, en septiembre, sabíamos que algo iba a pasar. Finalmente, llenamos tres noches seguidas”, comenta un Graneri con una cierta sensibilidad en estas fechas, donde el covid está trastocando levemente las previsiones que tenían.

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“Esperamos a presentar el festival en octubre por aquello de ver si tendríamos algunas restricciones. En ese momento no pensé que todavía estaríamos en estas”, explica uno de los directores del ciclo de conciertos más importante que se produce en la capital de España. El pistoletazo de salida dio comienzo este fin de semana pasado con Miguel Campello y Yung Beef, dos pesos pesados de la música nacional que muestra a las claras la amplitud de registros del dúo programador. El poder ubicarlos en días diferentes es una de las virtudes de este festival de festivales. “A nosotros nos gustan todo tipo de géneros. No hacemos distinciones. Solo buena música”, resalta este barcelonés, aunque vecino del barrio de Chamartín, junto al Bernabéu.

De José Mercé a Rosalía

La mezcla de estilos, figuras y emplazamientos es algo que con el tiempo ha ido caracterizando y modelando el cartel de Inverfest, que este año celebra su octava edición. “El primero que hicimos era muy pequeño. Sucedió en un solo fin de semana. Tuvimos a José Mercé, la Film Symphonie Orchestra y Alex O’Dogherty en el Circo Price”, resalta Graneri, cara conocida dentro del universo del flamenco, fue manager de Martirio durante dos décadas y ha estado ligado a la carrera de nombres como Arcángel, Estrella Morente o Silvia Pérez Cruz, entre un arsenal de artistas difíciles de igualar.

La experiencia de Graneri, cabellera plateada, gafas de pasta, porte atlético y 55 años a sus espaldas, es la que ha servido para que una fecha tan compleja se asentara en el calendario festivalero madrileño. “Queremos ser todos los festivales”, explica, “para nosotros es un mes muy bueno porque aprovechamos el estreno y lanzamiento de muchos discos que aparecen a final de año”.

Cuando invitamos a Rosalía llenamos las dos noches del Price

De esta manera, Inverfest ha sido un espacio en el que poder descubrir a un gran número de artistas que por primera y última vez tocaban álbumes señalados en aforos como los de un Price, de unas dos mil localidades. “Cuando invitamos a Rosalía, venía de haber llenado el Teatro Lara, que son unos 400 asientos. Aquello sería por primavera. Durante todo el año percibimos que la cosa iba a explotar. Y, sin embargo, ella no lo veía claro. Al final llenamos dos noches el Price. Imagínate lo que fue”, destaca de una velada que trajo a la catalana, junto a Raül Refree, a finales de enero de 2018. “Otro más reciente fue el de María José Llergo, el año pasado con todas las medidas de seguridad y con las debidas restricciones. Presentó el disco Sanación en el Price”.

140 actividades y 120 conciertos

Este año nada indicaba que podríamos llegar con ómicron haciendo sonar las alarmas. Sin embargo, su forma de trabajar apostando también por espacios de pequeño aforo y ampliando su marco de acción a otras localidades dentro de la Comunidad de Madrid, como es el caso de Alcobendas, Fuenlabrada y Pozuelo de Alarcón, ha hecho que el público se movilice y comience a comprar las entradas mucho antes. “Lo de Alcobendas ya lo hicimos el año pasado. Fue una colaboración con su Ayuntamiento y funcionó muy bien. Este 2022 hemos visto que podíamos hacerlo con otras ciudades y nos hemos lanzado. Es posible que en próximas ediciones crezca”.

De momento lo que se podrá disfrutar en estas semanas sitúa al ciclo como uno de los más completos del panorama peninsular. Con 140 actividades de las que 120 son conciertos, repartidos en espacios como el WiZink Center, la Riviera, el mencionado Price, la sala El Sol, el Siroco o el Gruta 77, además de emplazamientos culturales como el Centro Conde Duque. “Queríamos ayudar a las salas pequeñas, que son las que más han sufrido la pandemia. Sin ellas no podrían tocar los músicos. Por eso hemos querido también apostar por estos lugares. Ojalá muchos de los artistas que toquen en ellas, con el tiempo llenen Rivieras o Prices.

“Eso es que habremos hecho un buen trabajo”, observa Graneri, al que también le gusta señalar la presencia de un Joan Manuel Serrat junto a Carmen Linares, que estará presentando 40 años de flamenco, el 19 de enero; o el mano a mano entre Kiko Veneno y Ariel Rot, el 4 de febrero. “No se que van a hacer exactamente. Pero yo no me lo perdería. Son dos músicos inclasificables que seguro van a sorprender”. Junto a ellos completan el cartel formaciones como Arde Bogotá (entradas agotadas), La Habitación Roja, Tulsa, Neuman, Corizonas, Xoel López, Joana Serrat, Fuel Fandango o Lorena Álvarez.

A su oferta sonora hay que añadir la parte dedicada a la poesía, con Elvira Sastre, Benjamín Prado y Andrea Valbuena, entre otros; la comedia, con Eva Hache, Ignatius Farray e Ines Hernand; la familia, con conciertos de Los Hermanos Cubero o Chumi y Chuma; y el mundo youtuber. “Queremos ser el gran contenedor cultural de Madrid'', sentencia Graneri.