El déficit de plazas de atención social colapsa uno de los mayores hospitales de Gran Canaria

“Estamos saturados. El personal sanitario ya no es que esté desbordado, está asustado. Tenemos que ubicar a los pacientes hasta en las puertas de los ascensores que han tenido que ser bloqueados”, asegura a El Confidencial Luis Vega, secretario del Consejo Canario de Colegios Oficiales de Enfermería, sobre la situación del servicio de urgencias del Hospital Insular de Gran Canaria, uno de los dos grandes hospitales públicos de la isla.

Vega añade que “la congestión es de tal magnitud que ayer las ambulancias que llegaban con más pacientes tenían que hacer cola de tres horas a la espera de poder ingresar a los enfermos”. Además, se queja de la falta de soluciones: “Vamos a peor, pulverizando récord tras récord en el número de personas en los pasillos”.

Para este portavoz sanitario, la explicación no está en el aumento puntual en la afluencia de pacientes. Según su versión, la media de ingresos habitual está entre 230 y 250 diarios mientras que el servicio de urgencias cuenta con unos 80 boxes, “y como no hay plazas libres en las plantas, no queda otro remedio que ocupar permanentemente los pasillos”.

El principal motivo de esta saturación lo sitúa en un déficit estructural de camas de hospitalización provocado, en gran medida, por la estancia de pacientes que tienen el alta y que deberían trasladarse a un centro sociosanitario, “pero, como tampoco hay vacantes, se quedan aquí”.

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Luis Vega cifra en unas 100 las camas ocupadas por estas personas en el Hospital Insular, un dato que amplía a las 500 en el total de los hospitales públicos de Canarias al no tener otros recursos al que acudir. Según sus estimaciones, las islas solo tienen 8.000 plazas sociosanitarias cuando se precisan más de 15.000.

Anciana en una camilla con el nombre 35X

No es una situación nueva. El personal sanitario del centro lleva años demandando soluciones para evitar circunstancias como la que narró una de sus enfermeras de urgencias hace algo más de un año: “Es anciana; ahí está enferma, matriculada con el 35X y aparcada en una camilla como otros 34, al fondo de un pasillo”. Una dura carta que difundió porque había perdido la cuenta “de cuántas veces he maldecido lo que veo, y maldigo que el ejercicio de mi profesión sea para tropezarme con esta injusticia”.

Desde 2015 se datan las protestas de los trabajadores solicitando respuestas a estas demandas, llegando incluso a la huelga. La respuesta desde la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha sido la ampliación del centro cuya licitación está en proceso, aunque ha sufrido sucesivos retrasos por motivos técnicos.

Sobre la saturación actual, desde la dirección del hospital explican que hay un aumento de la presión asistencial y que se está trabajando para agilizar los ingresos desde urgencias. “En todos los casos —agrega un portavoz— se garantiza la asistencia, priorizando la gravedad, para que el ingreso en planta se realice en el menor tiempo posible”. Según sus datos, este lunes acudieron al servicio más de 300 pacientes cuando lo habitual está en torno a los 200-240.

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La congestión no es exclusiva de este centro. La falta de espacio también está afectando a otras infraestructuras sanitarias como el Hospital Universitario de Canarias, en Tenerife. En este caso, el sindicato UGT ha denunciado que en los pasillos del área de urgencias permanecen pacientes durante 3 y 7 días “y, en algunos casos, hasta 2 semanas”.

Desde la Consejería de Sanidad aclaran que este hospital, junto con el Insular de Gran Canaria, “son los que más déficit presentan en sus servicios de urgencias. Se han quedado pequeños para la población que atienden a diario al tiempo que necesitan ampliar el número de camas”.

Las listas de espera de Canarias, entre las peores del país

Los problemas de la sanidad en Canarias se prolongan en las listas de espera, entre las peores del país, tanto para las consultas de especialistas como para operaciones quirúrgicas. Según los datos de la consejería autonómica de Sanidad, el tiempo medio en el primero de los casos se extiende hasta los 113 días y hasta los 143 días para el segundo.

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En lo que respecta a la atención primaria, la espera media para ser atendidos por el médico de familia en los centros de salud se sitúa entre 8 y 9 días. Para rebajarla, el Gobierno de Canarias está aplicando desde el pasado 1 de marzo un nuevo modelo organizativo. Con un presupuesto de 59 millones de euros, se establecen nuevas ratios de 34 pacientes al día y se refuerzan las plantillas, así como la desburocratización y digitalización de las consultas.

Tras su implantación, el Sindicato Profesional de Médicos de Canarias ha arremetido contra este nuevo sistema asegurando que está provocando “un caos organizativo”. En la Consejería de Sanidad piden paciencia “porque, desde el inicio, se dijo que se necesitarían al menos cuatro meses para ver los resultados y apenas han pasado 15 días”.