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La pequeña Sicilia de Vigo: la hija de un capo y su yerno 'blanqueando' con pescado
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GOLPE A LA COSA NOSTRA

La pequeña Sicilia de Vigo: la hija de un capo y su yerno 'blanqueando' con pescado

Un operativo internacional ordenado desde Italia golpea los intereses de la Cosa Nostra en España y Portugal. Entre los cinco detenidos, un matrimonio vinculado a la mafia al que pillaron con dinero y joyas en una zona exclusiva de Vigo

Foto: Escoltado por los agentes. (Captura de vídeo)
Escoltado por los agentes. (Captura de vídeo)

Había una sucursal gallega de la Cosa Nostra y estaba en el centro de Vigo, camuflada tras una empresa pantalla de importación y exportación de pescados y mariscos. Al frente, un matrimonio italiano, Salvatore Vetrano y Anna Bruno, que velaban por los negocios de la mafia en España y Portugal, conectando la isla de Sicilia con las recortadas rías gallegas donde los narcos mantienen su epicentro en el norte peninsular. Ella es la hija de Pietro Bruno, un capo italiano de Palermo y uno de los jefes históricos de la mafia siciliana, miembro de una de las familias criminales más antiguas de la isla. A su yerno, Salvatore Vetrano, lo conocían en Italia como El rey de los congelados.

A través de una persona interpuesta, la pareja dirigía Italianna SL, la empresa que conectaba Génova con Vigo, desde el número 8 de la calle Pontevedra desde octubre del 2019, según consta en el Registro Mercantil. Se creó para la mediación en el comercio al por mayor de pescados y mariscos, pero los investigadores italianos constataron que no era, en absoluto, rentable. Sí servía, presuntamente, para emplearse como engranaje de un fraude fiscal transnacional enmarañado entre sociedades amigas para evadir impuestos y para mover grandes cantidades de dinero en transferencias fraudulentas de facturas falsas. Vetrano, que había sido el apoderado de Italianna en 2020, también figuraba como administrador único de otra empresa similar, Veragel España SL, dejando aquí a su mujer el rol de apoderada.

La pareja, que ejercía como lugarteniente de la Cosa Nostra en Vigo, vivía en un céntrico piso en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, en la calle García Barbón, donde los alquileres pueden pasar ampliamente de los 1.500 euros. Convivían con un menor y otro familiar. El matrimonio fue arrestado en la vivienda y en el registro se decomisaron "más de 100.000 euros, joyas, relojes de lujo", precisaron desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

De la Fiscalía antimafia de Italia salió la orden judicial de intervenir en esta trama a raíz de las pesquisas del Servicio Central de Investigación contra el Crimen Organizado (Scico) de la Guardia di Finanza. La llamaron Operazione Atlantide y se desarrolló de forma simultánea en Italia, España y Portugal el pasado 22 de febrero y ha tenido un amplio eco en la prensa italiana. La Orden Europea de Detención (ODE) se canalizó en nuestro país a través de la Audiencia Nacional y del Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo y la ejecutó la Policía Nacional a través de la UDEF, la unidad de delitos económicos y fiscales.

Tras prestar declaración por videoconferencia desde la ciudad olívica, Vetrano y Bruno, a quienes relacionan directamente con la mafia, tanto por el vínculo familiar como por su proceder, fueron puestos a disposición de la Audiencia Nacional -que ejecutaba la orden europea dirigida desde Italia- e ingresaron en prisión por orden del Juzgado central número dos.

El matrimonio detenido en Vigo era la vertiente atlántica de una banda criminal que tenía intereses en Barcelona -donde también se realizaron registros a cargo de los Mossos- al tiempo de los que se practicaron en Génova y Palermo, la capital de la isla y base nodriza de la Cosa Nostra. Los delitos que se les imputan van de la falsedad documental al fraude fiscal, pasando por el blanqueo de capitales y la integración en organización criminal, informan desde el alto tribunal gallego.

No es la primera vez que las familias delictivas estrechan lazos entre Sicilia y las Rías Baixas. Sonado fue un operativo de la Guardia Civil que en noviembre del 2008 actuó, también en Vigo, para desarticular una trama que mezclaba drogas, explotación sexual, tráfico de armas y blanqueo con 14 arrestos entre mandos y testaferros.

Más de tres millones en efectivo

¿Y cómo llegó la Policía Nacional hasta esta rama afincada en Galicia de la trama siciliana en 2024? Fue en el marco de un operativo internacional más amplio y simultáneo que se ejecutó, al mismo tiempo, en España, Portugal e Italia para echarle el lazo a esta organización criminal que manejaba más de un centenar de cuentas bancarias -54 Italia, 26 en España y 20 en Portugal-, así como participaciones en el capital social de 15 empresas: 7 en el país transalpino y 8 entre España (4) y Portugal (4).

Durante las entradas y registros, los agentes recabaron más de tres millones de euros en efectivo, relojes y coches de lujo en Génova y Palermo, lo que da una idea del montante que manejaba la organización. Además de Anna Bruno y Salvatore Vetrano, en Vigo, en la misma operación Atlantide fueron detenidas otras tres personas: Mauro Castellani, Giuseppe Licata y Sebastiana Germano, los dos últimos bajo arresto domiciliario. Licata, según la prensa italiana de la región de Liguria, tenía en casa un fardo con un millón de euros. Otras ocho personas figuran en la causa como investigadas.

Fuentes del Tribunal Superior gallego apuntan que además de los bienes materiales ya intervenidos, está en curso la confiscación preventiva de otros tres millones de euros (o más) con la intervención de las 100 cuentas bancarias. Para ello, -apuntan- se han emitido "certificados de congelación de conformidad al reglamento UE", en colaboración con la Eurojust, que se ha encargado de coordinar la acción judicial de las autoridades italianas en paralelo a la intervención en España y Portugal".

Había una sucursal gallega de la Cosa Nostra y estaba en el centro de Vigo, camuflada tras una empresa pantalla de importación y exportación de pescados y mariscos. Al frente, un matrimonio italiano, Salvatore Vetrano y Anna Bruno, que velaban por los negocios de la mafia en España y Portugal, conectando la isla de Sicilia con las recortadas rías gallegas donde los narcos mantienen su epicentro en el norte peninsular. Ella es la hija de Pietro Bruno, un capo italiano de Palermo y uno de los jefes históricos de la mafia siciliana, miembro de una de las familias criminales más antiguas de la isla. A su yerno, Salvatore Vetrano, lo conocían en Italia como El rey de los congelados.

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