“El trío de Colón llega a Madrid”: del debut de Pepu y Smith a la despedida de Carmena

José Luis Martínez-Almeida fue proclamado nuevo alcalde de Madrid quince minutos antes de fueran las doce de la mañana. Manuela Carmena le entregó el bastón de mando de la ciudad y tomó el asiento que durante cuatro años ocupó la magistrada. Acto seguido tomaron la palabra los distintos candidatos de las cinco formaciones municipales que, desde hoy, están representados en el consistorio madrileño.

Debutó en primer lugar Javier Ortega Smith, de Vox. “Por encima de las diferencias legítimas, habremos de ser los garantes del respeto y cumplimiento de la legalidad”, arrancó el también diputado nacional del partido de Abascal. “Venimos a someternos al dictado de las leyes. Ni un solo euro de las arcas de este ayuntamiento debe destinarse a un fin distinto que no sea el del interés público”, continuó Ortega Smith, asegurando que con la presencia de sus cuatro concejales “no habrá el menor derroche de los recursos públicos”. “Viva Madrid y viva España” se despidió antes de volver a su asiento.

Justo después apareció Pepu Hernández en la tribuna con un discurso más propio de un mitin de campaña. Empezó asegurando que “hay que defender la democracia siempre, cuando se gana y cuando se pierde” y enseguida se decidió por lanzar más de una pulla: “Señores del PP, ya no defenderán que gobierne la lista más votada”, dijo. El gran recado fue para Vox y para Almeida y Villacís por contar con si apoyo: “Lamentamos que Vox tenga capacidad de decidir. PP y Ciudadanos están haciendo algo que rechazan en toda Europa, y es que ni Merkel ni Macron pactarían jamás con una fuerza de extrema derecha”. El exseleccionador nacional de Baloncesto continuó: “El trío de Colón va a gobernar la ciudad de Madrid, aunque creemos que Madrid es mucho más moderna y avanzada que eso”, zanjó.

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Recogió el testigo Begoña Villacís, próxima vicealcaldesa madrileña, asegurando que cuando llegó a este pleno municipal hace cuatro años lo hizo convencida “de hacer una oposición leal y constructiva”, pidiéndole exactamente lo mismo al PSOE y a Más Madrid. Insistió en que el pacto de gobierno solo lo ha firmado con Almeida e insistió: “Lo más importante de los pactos no es quienes los firman, sino qué se firma”. Pidió a los socialistas “apartar los perjuicios” y aseguró haber trabajado “muy duro” para llegar donde están: gobernaran con el PP la capital.

Manuela Carmena subió a la tribuna en último lugar. Felicitó nuevamente a Almeida, aunque reconoció que ya lo hizo en la noche del 26 de mayo. “Ya sabía que iba a haber este pacto entre las tres derechas”, dijo. Pidió, ya como exalcaldesa, “cuidar a las instituciones”, y reiteró el verbo: “Cuidar”. Lo acuñó a la “teoría de los cuidados”, un término “femenino” y relacionado con el “feminismo”, continuó la exregidora, “la mayor revolución del mundo y sin derramar una gota de violencia”, zanjó. Carmena se despachó a gusto recordando que Más Madrid “ganó estrepitosamente las elecciones” e hizo un repaso sobre los grandes hitos de su Gobierno.

Terminaba un discurso entre aplausos de los suyos y del resto del consistorio. Tomó asiento en la bancada de su partido, junto a Marta Higueras y, seguida, Rita Maestre, y recibió las primeras palabras del nuevo alcalde: “Manuela, nunca dejarás de ser alcaldesa”.