San Isidro, ecuador del 26-M: la izquierda se crece y la derecha, inquieta por la suma

La fiesta de San Isidro no solo se convirtió en el acto central de la campaña del 26 de mayo en Madrid, sino que sirvió para palpar los ánimos de las principales fuerzas políticas en el que fue el ecuador de estas dos semanas previas a la cita con las urnas. Una cosa está clara: la izquierda afronta con optimismo la recta final. Al menos, con más confianza de lo que lo hacía el pasado 28 de abril, cuando las generales dejaban una posible suma de los partidos del centro derecha en la comunidad madrileña.

Las encuestas recientes señalan que la izquierda podría gobernar. No solo el CIS publicado el pasado jueves, según el cual Manuela Carmena (Más Madrid) podría revalidar en la alcaldía, y Ángel Gabilondo (PSOE) daría un vuelco en la región 24 años después. Necesitarían apoyos, eso sí, pero serían las primeras fuerzas y habría suma posible. PP, Ciudadanos y Vox, según esta encuesta, no obtendrían números suficientes.

Pero no solo es el sondeo de José Félix Tezanos. Este 15 de mayo se conocía otro, el de Sigma Dos para el diario ‘El Mundo’, cuyo pronostico arroja una realidad muy similar. Gabilondo arrebataría al PP el poder tras más de dos décadas, apoyándose en la candidatura de Íñigo Errejón y en Podemos (con Isabel Serra), mientras que Carmena podría seguir al frente del Palacio de Cibeles.

Al calor de estos estudios, los principales dirigentes de la izquierda madrileña llegaron a la pradera de San Isidro sin esconder una cierta euforia. Errejón, candidato a presidir la Comunidad por Más Madrid que hace tándem con Carmena, lo reconoció por sí mismo: “Las encuestas nos inspiran alegría porque rozamos una posibilidad histórica de Gobierno progresista, justo y decente. Vamos lanzados y tenemos una oportunidad”. También el candidato socialista para el ayuntamiento, Pepu Hernández, se pronunció en la misma línea: “Creo que podemos estar más contentos con estas encuestas. Satisfechos solo podremos estar el día 26”.

Precisamente por ese motivo los partidos de la izquierda son conscientes de que la movilización puede ser esencial. Errejón reconocía este miércoles en Carabanchel que a pesar de que las encuestas les hacen sentirse “optimistas”, también están “en alerta”. “Para que esa oportunidad se convierta en una realidad, hace falta cada voto”, repetía una y otra vez.

Un argumento que tienen grabado a fuego también en el bloque opuesto. Los partidos del centro derecha también saben que necesitarán cada papeleta para poder hacer una suma. La candidata de Ciudadanos no dudó en reconocer que “es fundamental una movilización” de todos aquellos “que creemos en un proyecto alternativo al populismo” y “que quieren fomentar la prosperidad”. Villacís aseguraba que las encuestas publicadas, en lo que respecta a Ciudadanos, “nunca aciertan”. Recordó el caso de Cataluña, de Andalucía y de las pasadas generales, donde la formación naranja se quedó a nueve escaños del PP.

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Rivera apuntalaba a su candidata madrileña pidiendo directamente “consolidar los resultados del 28 de abril” —en clara referencia a lo que ocurrió en la comunidad, donde dieron el sorpaso a los populares— y reclamando “que nadie se quede en casa”.

En el PP, existe una sensación parecida. Por un lado, la necesidad de movilizar a todo el electorado de su espectro ideológico y la confianza de que los votantes de la izquierda, basándose en los buenos resultados que auguran las encuestas, acusen cierta desmovilización. Fuentes populares, en todo caso, insisten en que los ‘trackings’ que manejan en Génova dejan claro que todavía hay partido. El resultado estará ajustado, eso sí, como ya lo estuvo en 2015, cuando ganó las elecciones Esperanza Aguirre pero la suma con Ciudadanos se quedó a un solo concejal de la mayoría absoluta.

Los populares también perciben que parte del voto perdido hacia Vox volverá a su urna de origen: la del PP. Para Martínez-Almeida, es fundamental recuperar el electorado perdido, aunque en su equipo reconocen que lo más importante hoy por hoy es que los movilizados sean los del centro derecha.

En el caso de la formación de Santiago Abascal, afrontan la recta final con la confianza de que su irrupción en las instituciones continuará, especialmente en lugares como Madrid, llamado a ser un territorio relativamente fuerte para los de ultraderecha. Aun así, a nadie se le escapa que las expectativas son menores después del resultado del 28-A. Aunque nada desdeñable, 24 diputados que, sin embargo, se quedaron muy cortos con respecto a lo que todos los sondeos dibujaban.

PP y Ciudadanos, por su parte, se disputan —en su particular lucha ideológica— quién ocupará la primera plaza del centro derecha en Madrid. En las generales, los de Rivera acortaron distancias de manera sorprendente. Ninguna encuesta lo avanzaba, ni siquiera las suyas propias. Una lucha que también se cierne sobre las fuerzas de la izquierda. Lo demostró el propio Pepu Hernández este San Isidro cuando, al ser preguntado si se veía teniente de alcalde, dejó claro que él pensaba en la alcaldía. Y no solo eso: mandó más de un recado a Carmena y su equipo. “La gestión tiene que mejorar sin ninguna duda”, dijo en clara alusión a estos cuatro años de Ahora Madrid. Algo más de 10 días para el 26-M, con todos los escenarios abiertos.