Nadie en Junts quiere elecciones: los socios de Sánchez avalan su órdago, según el CIS

Los socios de investidura de Pedro Sánchez se han mostrado críticos con la estrategia del presidente tras su anuncio en Moncloa, pero sus votantes no lo son tanto. El sondeo encargado por José Félix Tezanos para medir el impacto de la decisión del líder socialista y sus 5 días de reflexión desvela que los partidarios de las fuerzas que apoyaron al jefe del Ejecutivo el pasado noviembre son incluso más comprensivos con él que los votantes del PSOE. Sirva como ejemplo la pregunta sobre la estrategia que debería seguir Sánchez, que se hizo antes de conocer el desenlace. Hay un 14,4% de socialistas que consideran que debería convocar unas elecciones lo antes posible, a pesar del complejo escenario electoral que se le plantearía. Por contra, no hay ni un sólo encuestado entre los votantes de Junts que reclame el adelanto electoral.

Es una fórmula que se repite a lo largo de todo el sondeo elaborado a partir de 1.809 entrevistas realizadas el pasado viernes 26 de abril. Los votantes de algunos de los socios del PSOE se muestran más comprensivos con Sánchez que los suyos propios. Como ocurre con las personas que optaron por el partido de Carles Puigdemont, tampoco hay votantes de ERC que pidan la convocatoria de elecciones. Este rechazo puede estar relacionado con la importancia que tiene para los votantes independentistas la continuidad de la legislatura, ya que todavía faltan meses para que la ley de amnistía entre en vigor. Los votantes de EH Bildu tampoco están por la labor (sólo el 9,1% quiere que se vuelven a poner las urnas), igual que los de Sumar (6,1%).

Sí hay un porcentaje relevante entre los del PNV, que optan hasta en un 61% por la convocatoria de elecciones, pero esto no significa que los votantes jeltzales no apoyen la postura de Sánchez en otras preguntas en mayor medida que los socialistas. Casi 8 de cada 10 votantes del PSOE cree que la imputación de la esposa del presidente es "una manera de meterse con Pedro Sánchez e intentar hacerle daño". El porcentaje exacto es del 79,7%, pero entre los apoyos de la formación nacionalista vasca es superior, del 84,1%. Lo mismo ocurre entre el electorado de Sumar (87,9%) y de Junts (96,3%), mientras que el de ERC (77%) y EH Bildu (77,7%) anda muy cercano al de la grey socialista.

Ocurre algo similar cuando se les pregunta a los encuestados por si apoyan la decisión del presidente del Gobierno de hacer pública la carta a la ciudadanía, como hizo hace menos de una semana. Los votantes de Sumar (83,8%), ERC (90,1%) y Junts (86,4%) son más efusivos al mostrar su aval a Sánchez que los del propio PSOE (72,5%), mientras que los nacionalistas vascos no están tan convencidos, aunque los del PNV (35,6%) son más reacios que los de EH Bildu (68,7%). La situación se repite cuando se trata de dar la razón al líder socialista, que recoge mejores números entre todos sus socios, salvo entre los 'jeltzales'. Y llama la atención el dato de ERC (100% y Junts (92,3%) mientras que los votantes del PSOE caen hasta el 69,9%.

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Las tripas de esta encuesta del CIS apuntan a una actitud distinta entre el electorado de los socios del Gobierno, si bien existe un amplio porcentaje de apoyo a la fórmula elegida por Sánchez: 5 días de reflexión para acabar quedándose sin dar demasiadas explicaciones. Las principales diferencias están en el llamativo apoyo de los independentistas catalanes, inmersos además en una campaña autonómica para las elecciones que se celebrarán el 12 de mayo. El órdago de Sánchez ha contaminado los primeros 5 días del periodo preelectoral, para enfado público de Carles Puigdemont, que ha acusado al jefe del Ejecutivo de convertir la campaña de las catalanas en un "debate sobre el futuro del PSOE".

Esas críticas no han provocado una reacción negativa de los votantes neoconvergentes a la apuesta de Sánchez, algo que tiene sentido si se tiene en cuenta que Sánchez se ha mostrado crítico con la actuación de la justicia en el caso relacionado con su esposa. Junts y ERC han protagonizado un primer tramo de la legislatura muy crítico con la judicatura, hablando en el hemiciclo del Congreso de "jueces prevaricadores". Es cierto que el secretario general del PSOE no ha llegado tan lejos en su carta ni tampoco en su alocución pública en la mañana del lunes. Pero sí se vislumbran una posible reforma judicial en las reacciones posteriores, sobre todo con la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) enquistada de nuevo.

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En el otro extremo están los votantes del PNV, que son los más críticos con los movimientos de Sánchez a pesar de que acaban de renovar, de facto, su alianza en el País Vasco. Las elecciones del pasado 21 de abril dieron vía libre a la reedición del pacto de gobierno en Vitoria, aunque los jeltzales tendrán que dar más cuota de poder al PSE de Eneko Andueza después de dejarse cuatro escaños por el camino frente a los dos que ha ganado el socialista. La buena salud de la entente en Euskadi no es un obstáculo para que los votantes del partido de Andoni Ortuzar sean los más favorables a volver a abrir las urnas, a pesar de que eso acercaría las posibilidades de una mayoría de derechas, con el concurso de Vox, una posibilidad que siempre han rechazado en Sabin Etxea.

Los datos de Sumar también se prestan a una interpretación que, en este caso, concuerda con los mensajes que vienen lanzando los de Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ha defendido que esta crisis debe servir para reforzar al Ejecutivo y relanzar sus políticas, una postura que encaja en las tesis que apuntan a que el movimiento de Sánchez servirá para consolidar al Gobierno y activar sus bases en un contexto electoral. Se entiende así la frase que lanzó el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, que antes de la reunión de la dirección regional aseguró que el presidente había logrado un "electroshock" entre los ciudadanos que tendría sus efectos en las dos próximas convocatorias electorales, las catalanas del 12 de mayo y las europeas del 9 de junio.