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Los hoteles de Barcelona congelan sus proyectos por la moratoria de Colau
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MÁS DE 200 MILLONES DE INVERSIÓN EN EL AIRE

Los hoteles de Barcelona congelan sus proyectos por la moratoria de Colau

Fuentes del sector inmobiliario señalan que hay dos escenarios: que se paralicen la totalidad de los proyectos o que sólo afecte a las promociones hoteleras pendientes de cambios de usos urbanísticos

Foto: Ada Colau, la ganadora de las pasadas elecciones locales en Barcelona. (Reuters)
Ada Colau, la ganadora de las pasadas elecciones locales en Barcelona. (Reuters)

Dice un viejo adagio económico que no hay nada más cobarde que un millón de dólares. Pero a lo mejor sí que lo hay: 200 millones, en este caso de euros, que es la inversión anunciada en nuevos proyectos hoteleros en Barcelona y que topan ahora con la moratoria de licencias anunciada por Ada Colau antes no sólo de tomar posesión como alcaldesa, sino de tener tan sólo urdido el pacto que hará que pueda tomar la vara de mando en Plaça Sant Jaume.

El caso de la Torre Agbar que ayer desvelaba El Confidencialno es el único, sino tan sólo el más emblemático. El fondo Emin, que ha pagado 20 millones de paga y señal,no se ve con coraje suficiente para afrontar los 150 millones totales que le iba a costar convertir la sede de Agbar en un Marriot. La operación sigue sin escriturarse pese a estar fuera de plazo contractual y todo se aplaza hasta septiembre.

Otroproyectoque lo tienen muy negro esel de Passeig de Gràcia Diagonal del fondo KKH, que se apostó 90 millones de euros a que ganaba Xavier Trias y ha perdido. Ahora el factótum del proyecto, Josep Maria Farré explica a sus allegados que el plan B es convertir el inmueble en apartamentos de lujo para vender a turistas ricos enamorados de Barcelona, según avanzan fuentes del sector inmobiliario. No está claro que el equipo de Colau vea con mejores ojos esta alternativa que la hotelera original.

Pero no son los únicos proyectos hoteleros que peligran. El hotel que Meliá, bajo la marca Me quiere abrir en la calle Caspe, en el antiguo teatro Novedades también dependerá de la voluntad de entregar permisos municipales. Este hotel era el complemento a la ampliación del Inditex en Passeig de Gràcia, que va a convertirse en el Zara más grande del mundo. El hotel tendría 5.000 m2 de techo construible y la inversión que asumiría la promotora Drassanes 30 aliada con Espais superaría los 30 millones de euros.

Dos escenarios posibles

Fuentes del sector inmobiliario señalan que hay dos escenarios posibles: que Colau y su equipo municipal apliquen una moratoria, lo que paralizaría la totalidad de los proyectos; o que sólo afecte a las promociones hoteleras pendientes de cambios de usos urbanísticos, con lo que la paralización sólo acabaría afectando en aquellos barrios en los que ya no se dan licencias: Ciutat Vella, en el barrio gótico,y en el barrio de Gràcia.

Proyectos más incipientes

Otros proyectos más incipientes lo tienen peor: como es el caso del nuevo hotel en la zona de La Magoria, cerca de Sants, una de las grandes reservas de suelo de la ciudad, pero que todavía no cuenta con inversores.

Otro de los damnificados sería Hachette, que quiere vender la antigua sede de Salvat por 15 millones para que el comprador haga un hotel. La sede es un edificio modernista en el número 45 de la calle Mallorca, pero justo por su modernismo el inmueble se encuentra extremadamente protegido y convertirlo en un hotel precisa de muchísimos permisos municipales lo que dificultará enormemente una operación de inversión de más de 30 millones de euros.

Medidas ejemplares

Como los apocalípticos e integrados de Umberto Eco, los promotores hoteleros en Barcelona se dividen en dos: los que dicen que lo mejor es esperar y que ya dan esta legislatura municipal por perdida y los que defienden que lo que está haciendo Ada Colau con su anuncio de moratoria es una sobreactuación para sus votantes más radicales. Estos últimos, los integrados, esperan que el cerrojazo de Colau con el turismo se limite a prohibir los apartamentos turísticos, lo que revertirá a favor de los hoteles y a bloquear un par de proyectos emblemáticos. Al resto, en especial los que no precisen un cambio de usos, se le irá dando luz verde de manera discreta.

En cualquier caso, como Colau, como en el resto de sus propuestas, no ha concretado como aplicará su moratoria, resulta difícil saber si el segundo escenario es una posibilidad real o no pasa de un desiderátum.

Dice un viejo adagio económico que no hay nada más cobarde que un millón de dólares. Pero a lo mejor sí que lo hay: 200 millones, en este caso de euros, que es la inversión anunciada en nuevos proyectos hoteleros en Barcelona y que topan ahora con la moratoria de licencias anunciada por Ada Colau antes no sólo de tomar posesión como alcaldesa, sino de tener tan sólo urdido el pacto que hará que pueda tomar la vara de mando en Plaça Sant Jaume.

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