'Gandía shore': Arturo Torró, el alcalde y candidato denunciado en el caso Bankia
En 2013 el alcalde se declaró en suspensión de pagos, debe casi 26 millones en créditos y le han acusado de intentar comprar votos. Aun con todo, Torró planea renovar el cargo el próximo domingo
Si la política autonómica valenciana es compleja, en el caso de algunos ayuntamientos la situación roza el esperpento. Es el caso de Gandía, una de las localidades turísticas más importantes de la Comunitat Valenciana pero algo más. La capital de la Safor, patria de la familia Borja, siempre ha lucido una suerte de capitalidad de una inexistente cuarta provincia. Un aura sofisticada y culta que saltó por los aires hace cuatro años.
El cambio de la Gandía de los Borja a la Gandía Shore lo ha llevado a cabo el alcalde Arturo Torró. Este empresario logró desbancar a los socialistas de una alcaldía histórica. Toda aquella campaña previa a las elecciones de 2011 ya fue polémica, con acusaciones de compra de votos incluidas.
El mandato también ha sido especial, con decisiones municipales muy criticadas por la oposición, desde el cierre de la televisión local en beneficio de una cadena participada por el propio Torró, compra de inmuebles para fines municipales a empresarios que apoyaron su campaña hasta el anuncio de la construcción de un parque acuático gigantesco en la ciudad si Torró renueva la alcaldía. Supuestos encuestadores de una consultora recorren estos días la ciudad ducal prometiendo trabajos en el parque y entradas gratis si votan al PP.
Todo esto, la vinculación de Torró con Alfonso Rus, ahora suspendido de militancia, o el carácter polémicamente extrovertido del alcalde, no ha sido suficiente para que el PP le haya retirado su favor. Al contrario, Alberto Fabra subió este pasado fin de semana a cantar y bailar en un mitin la canción que el alcalde ha hecho componer para él y su campaña.
Podría pensarse que se trata de un personaje histrión o que son críticas de la oposición. Pero la polémica figura del alcalde de Gandía va más allá. En febrero de 2013 el alcalde se declaró en suspensión de pagos. Tanto él como persona física como dos de sus sociedades fueron declaradas en concurso de acreedores.
El motivo de la suspensión de pagos es la incapacidad de las empresas de Torró y del empresario de devolver los 26 millones de euros de deuda que tiene y que son fundamentalmente créditos con Bankia. En su día el alcalde aseguró que se trataba de preferentes del banco por 22,6 millones de euros en las que había quedado atrapado.
Sin embargo, la relación de Torró con Bankia (y con Bancaja antes) parece que fue mucho más turbia de lo que reconoce el empresario (que tuvo una cadena de ópticas y una importadora de ataúdes con Rus, entre otros negocios).
Las de Torró son unas de las operaciones sospechosas sobre las que ha informado la dirección de Bankia presidida por José Ignacio Goirigolzarri, a la Audiencia Nacional. Según los informes del banco, Torró logró que entre 2008 y 2011 Bancaja primero y luego Bankia le otorgaran hasta 19 créditos por valor de 37 millones de euros sin casi ninguna garantía. De hecho, la mayor parte de estos préstamos fueron avalados con las preferentes que Torró había comprado precisamente con un préstamo del banco. Todos están impagados.
Pero lo que llama la atención no es que se trate de préstamos para negocios fallidos. La denuncia destaca que en la mayoría de los casos el dinero prestado no se usó para lo que se solicitó, se pierde entre las sociedades de Torró. De hecho, las sociedades que tenían el pasivo que fue a concurso en 2013 no tenían prácticamente ningún negocio (100.000 euros de facturación entre ambas) pero un pasivo financiero de 27 millones.
Torró, además, habría utilizado su posición en el PP para presionar a los responsables de la caja de ahorros primero y luego del banco para obtener préstamos cuando ya había reticencias a dárselos. En el informe aportado por Bankia a la Audiencia Nacional se citan hasta dos correos electrónicos en los que un director de zona de al entidad comunicaba al comité de riesgos que el empresario-político tenía reuniones con altos cargos del PP para hablar de sus préstamos.
"El lunes don Arturo Torró tiene cita en Madrid con el presidente Bankia, Rodrigo Rato. Cita que le gestionó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre (…) para lograr financiación que fue denegada o por el comité de riesgos", decía uno de los correos. Esas reuniones no consta que se celebraran nunca e incluso se duda de que Aguirre conozca a Torró. Pero la simple mención desbloqueó los créditos finalmente.
Todas estas sombras no han supuesto ningún inconveniente para que Torró repita como candidato a la alcaldía. Ahora es cuestión de saber si será reelegido el domingo.
Si la política autonómica valenciana es compleja, en el caso de algunos ayuntamientos la situación roza el esperpento. Es el caso de Gandía, una de las localidades turísticas más importantes de la Comunitat Valenciana pero algo más. La capital de la Safor, patria de la familia Borja, siempre ha lucido una suerte de capitalidad de una inexistente cuarta provincia. Un aura sofisticada y culta que saltó por los aires hace cuatro años.
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