García Montero: “Los de la ceja se han dividido, ahora algunos me apoyan a mí”

PREGUNTA:Esto suyo de dar el salto a la primera línea de la política en un momento de dificultad extrema para IU tiene un algo de “no nos moverán”. De resistencia en Madrid.

RESPUESTA:Es una de las razones, sí. Es un ámbito de resistencia sentimental, pero también política, porque creo que es fundamental que Izquierda Unida mantenga su identidad.

P.Lo trágico de IU es que, cada vez que va a crecer, ocurre algo que la frena. Es como una maldición. Ahora, por ejemplo: hace poco más de un año, las expectativas de crecimiento eran muy elevadas, pero de pronto aparece Podemos y se come la merienda.

R.Pues sí, así es, y el problema es cómo lo analizamos los que no somos supersticiosos. Hace un año las encuestas daban a IU el 18,5% de los votos en Madrid y más de 27 diputados en la Asamblea… Es evidente que cuando mejor iba IU no entendimos la realidad, que la gente nos pedía decisiones y políticos que tuviesen menos que ver con el aparato.

P.De acuerdo. Fuera supersticiones: ¿será que en realidad todo se debe a la influencia perversa del aparato del Partido Comunista?

R.En las elecciones europeas, un grupo de militantes ya propusimos elecciones primarias frente a los aparatos. Fue un error, sí, pero lo que nadie negará es que los errores en IU se pagan de forma desproporcionada e injusta. Las élites económicas de España y algunos magnates estaban muy interesados en airear todos los problemas de IU…

En nuestro mejor momento, no entendimos que la gente nos pedía decisiones y políticos que tuviesen menos que ver con el aparato

P.¿En la izquierda hay sitio para todos?

R.La izquierda tiene que hacer sitio para todos. En Madrid sólo expulsaremos al PP si todos sumamos nuestros votos.

P.Usted es de Granada, ha vivido muchos años en la ciudad, y salió de allí por un tenso y desagradable enfrentamiento con otro catedrático. ¿Vivir en Andalucía es una etapa cerrada?

R.No, no, para nada. Mis padres viven allí, alguno de mis mejores amigos también y, además, sigo siendo catedrático de Literatura de la Universidad de Granada, en excedencia. Desde que conocí a Almudena, mi vida es compartida entre Madrid y Granada.

P.Siempre habrá, por tanto, un “Vuelvo a Granada, vuelvo a mi hogar”, que canta Miguel Ríos. El otro día, por cierto, estuvo usted con él en la campaña. ¿Los de la ceja lo apoyan a usted ahora o aquello quedó fatal?

R.Lo de la ceja fue un ejercicio de libertad que algunos criticaron exageradamente. Yo les pido a mis amigos que me perdonen por sentirme comunista y entiendo perfectamente que ellos se manifiesten como quieran. Ahora, los de la ceja están repartidos. Algunos siguen en el PSOE y otros están conmigo, como Joaquín Sabina o Miguel Ríos, referentes de la historia democrática de la izquierda.

P.¿Por qué en España la mayoría de los artistas, poetas e intelectuales son de izquierdas, o al menos eso parece?

R.Un intelectual está siempre comprometido con la realidad, en defensa de unos valores. Pero, dentro de eso, hay muchos intelectuales de derecha en España, como Mario Vargas Llosa, uno de los escritores a los que más admiro. La cultura de izquierda está pasándolo mal en España ahora porque el Partido Popular le ha puesto muchos obstáculos y la castiga. Pero la cultura resiste.

A Mario Vargas Llosa no le hago cordón sanitario, pero a Mariano Rajoy sí

P.No me diga que usted le haría un cordón sanitario a Vargas Llosa.

R.No se lo haría porque me gusta leerlo, pero a Rajoy sí se lo hago.

P.Uno de sus poemas más conocidos es fácilmente adaptable a la política. Se trata sólo de cambiarle el nombre. En vez de ‘Consejo para ciudadanos pacifistas’, ‘consejo para ciudadanos en política’. Y el resto igual: “Cuidado, camarada, puede haber un misil bajo la almohada”. En IU de Madrid, ni le cuento.

R.Jajajaja… Es verdad, sí. El otro día estaba leyendo el libro de Michael Ignatieff Fuego y cenizas,y dice algo que se parece mucho a esta pregunta. Ignatieff afirma que los aparatos de los partidos dejan muchos heridos y luego llegan los periodistas y los rematan. Los debates internos son buenos, pero cuando degeneran en guerra interna sólo sirven para mostrar lo peor de las personas.

P.¿Por qué me manda este selfie?

R.Estoy en la biblioteca de mi casa, que es donde he pasado más tiempo de mi vida. Leyendo, escribiendo… El único sillón que quiero está aquí, en mi biblioteca, y al mirarlo me recuerda que siempre tengo que volver, que la dedicación a la política es temporal.