He dado positivo en un test covid de farmacia: ¿qué debo hacer ahora?

La sexta ola del covid-19 es la de los test de farmacia. Desde que el Gobierno autorizó la distribución de las pruebas de autodiagnóstico covid el pasado verano, su uso ha sido prácticamente anecdótico, más allá de quienes las necesitaran para realizar algún viaje a un país extranjero donde se exigían. No obstante, la embestida de la variante ómicron en vísperas de las fiestas ha cambiado las reglas del juego, hasta tal punto que la demanda de test de antígenos supera ampliamente a la oferta, como pasó con las mascarillas en los primeros compases de la pandemia.

¿Cuál es el protocolo a seguir con estas pruebas? Lo primero que se debe tener en cuenta es que los test que se venden en las farmacias no son considerados válidos para confirmar la infección por covid-19 ni en personas sintomáticas ni asintomáticas; es decir, a efectos médicos no implican necesariamente que la persona esté infectada y no pueden usarse para solicitar una baja laboral o trámites similares. Tal y como explica la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), los casos positivos en estas pruebas se consideran casos sospechosos, que deberán confirmarse en un centro sanitario mediante una PDIA (prueba de diagnóstico de infección activa).

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Partiendo de esta base, se abren dos posibles escenarios:

• Si el resultado del test es positivo (dos líneas de color, la T y la C), el paciente debe autoaislarse inmediatamente y contactar con su centro sanitario o servicios de salud de la comunidad autónoma con el fin de recibir indicaciones y someterse, en caso de que proceda, a una PCR que confirme el diagnóstico. Para evitar colapsar los servicios médicos, la Comunidad de Madrid ha establecido su propio protocolo, según el cual se debe llamar al teléfono gratuito 900 102 112. La Consejería de Sanidad considerará el resultado del test de farmacia como positivo y recomendará autoaislamiento durante 10 días, evitar recibir visitas y extremar las medidas de prevención habituales.
• Si el resultado del test es negativo (una línea de color, la C), se deben seguir extremando las precauciones, puesto que la posibilidad de infección no está excluida. Puede ser que la carga viral sea demasiado baja para ser detectada o que la persona aún esté incubando el virus y el test no lo detecte. De ahí que siga siendo imprescindible el uso de mascarilla, la higiene de manos y la distancia interpersonal. Si además se tienen síntomas compatibles con covid-19 o se ha estado en contacto estrecho con una persona diagnosticada, es recomendable autoaislarse inmediatamente y contactar con el centro sanitario o los servicios de salud de la comunidad autónoma.

Cómo usar correctamente los test

Los test de autodiagnóstico están diseñados para ser utilizados por la población general, por lo que no se necesitan conocimientos específicos de medicina o entrenamiento especial para su empleo. No todas las pruebas son válidas. La Unión Europea recomienda usar test con un mínimo de especificidad del 97% y sensibilidad del 90%. La especificidad es la capacidad de un producto para reconocer la ausencia de un marcador específico asociado a una enfermedad, mientras que la sensibilidad es la capacidad de un producto para detectar la presencia de dicho marcador. Además, deben tener en su etiquetado el marcado CE (certificado que garantiza la calidad de los productos) seguido de cuatro dígitos del organismo que lo ha evaluado.

De acuerdo con las instrucciones de uso del fabricante, para que las pruebas sean efectivas deben realizarse durante los siete primeros días desde la infección o en los cinco primeros días desde la aparición de síntomas, cuando la carga viral está en su punto más alto. Cabe la posibilidad de que se presenten falsos positivos y negativos, en caso de ejecutar la prueba sin síntomas o cuando la carga viral es baja.

La falta de experiencia en comparación con el personal sanitario también puede afectar al rendimiento de las pruebas. Por ello, es importante seguir minuciosamente las instrucciones del fabricante. La toma de muestras es clave. "Una muestra de mala calidad puede dar lugar a un resultado erróneo", señala la Aemps, que recomienda hacer el test justo al instante de tomar la muestra para evitar que se degrade. Si al realizar el test no aparece ninguna línea de color, o bien se visualiza sólo la línea T, pero no la C, la prueba no es válida y se debe repetir. Para que el resultado sea positivo, tienen que verse claramente las dos líneas horizontales, T y C. Ante la duda, lo aconsejable es hacer un nuevo test o pedir consejo a profesionales farmacéuticos.