Paz, amor, ayahuasca y 750 euros de "donativo": el negocio del gurú psicodélico de Alicante

Paz, amor y "750 euros de donativo". Esa era la fórmula del éxito de un centro de retiros espirituales de El Campello (Alicante), desarticulado por la Guardia Civil y donde los agentes encontraron desde restos de ayahuasca a plantas como el peyote y el cactus de San Pedro, que son utilizadas para producir una droga prohibida llamada mescalina.

En la operación fue detenido un ciudadano italiano de 40 años, que actuaba como el gerente de este particular paraíso terrenal para los amantes de unos viajes espirituales que, a su vez, guiaba el gurú del local quien, después de conocer la situación de su socio, se entregó motu proprio ante la Justicia, como detallan fuentes del Instituto Armado consultadas por El Confidencial.

Las cosas no pintaban bien para ellos, puesto que en los registros realizados en el centro, bautizado como La mezquita e incardinado en la llamada Sociedad psicodélica, los investigadores hallaron distintas sustancias y plantas de dudosa legalidad. Es el caso, al margen del peyote y el cactus de San Pedro, de setas alucinógenas, hachís, pequeñas dosis de marihuana, hongos alucinógenos y varios recipientes con un supuesto extracto de ayahuasca.

Como figura en su página web, y bajo el lema "Activa tu poder y tu energía creativa", este centro promocionó el año pasado hasta tres ceremonias de la ayahuasca. Estas citas, como ellos mismos expresaban en internet, tenían una duración de tres días, se solían celebrar en fin de semana y en ellas se sucedían la "música chamánica y la medicina en vivo", además de "una serie de terapias diferentes para permitirle aprovechar al máximo el estado de ensueño de la madre ayahuasca".

Pese a que la venta y distribución de esta sustancia está prohibida en España, al ser considerada muy tóxica, esto no fue un obstáculo suficiente para los psicodélicos. En su web, y en los anuncios de sus actividades, trataban de dar seguridad a los posibles asistentes con frases como que la ayahuasca "debe ser tratada con seriedad y consumida en un ambiente ceremonial bajo la guía de un bebedor experimentado".

En este sentido, advertían que los participantes en estos peligrosos rituales serían guiados siempre por personalidades del sector, como el Taita Isaías de Colombia, uno de los chamanes que se acercó hasta la mezquita en las ceremonias del año pasado: "La dosis se acuerda de antemano y se calcula individualmente, pero podemos ofrecer desde dosis introductorias leves hasta dosis místicas fuertes, según tu nivel de experiencia y de salud".

El precio por participar en esta ceremonia era "un donativo de 750 euros". Estos pagos, que debían afrontar los interesados, podían ser incluso superiores, como en el caso de "un retiro psicodélico de psilobicina solo para mujeres", que también anunciaban en su dominio, y por el que pedían 1.234 euros a cada participante.

La ayuda vecinal

Los vecinos jugaron un papel fundamental en este caso. Según han confirmado fuentes conocedoras de la investigación, dieron la voz de alerta de que en el terreno donde se encontraba La mezquita pasaban cosas que no eran muy normales.

El local en el que se celebraban estos retiros fue en tiempos un restaurante y está enclavado en un típico barrio de apartamentos costeros del litoral mediterráneo. Se trata de una especie de chalet que tiene el factor altura perdido con los grandes bloques que lo rodean, por lo que los vecinos pudieron ver prácticamente todo lo que allí ocurría.

Como resultado de la operación, que fue bautizada como Mecetes, fue detenido el gerente del local. Los investigadores de la Guardia Civil le atribuyeron un presunto delito de tráfico de drogas y otro contra la salud pública. Acto seguido, fue puesto en libertad por el juzgado, aunque con medidas cautelares.