Mazón seduce con la fiscalidad a la patronal catalana, que avisa a Aragonès: "Tenemos envidia sana"

Fiscalidad, menos burocracia y colaboración público-privada. No hicieron falta más que esos tres conceptos para que el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, torease con comodidad en la plaza barcelonesa de la patronal de Foment del Treball. El dirigente popular protagonizó este miércoles su primera visita a Cataluña en un ambiente de sintonía y complicidad con el empresariado local y sin encuentro institucional con su homólogo en la Plaza de Sant Jaume, el republicano Pere Aragonès. Ninguno de los dos tenía interés en la foto conjunta, que sí se produjo en el caso del socialista Ximo Puig hasta en dos ocasiones.

Esta vez, la cita sirvió sobre todo a los patronos liderados por Josep Sánchez Llibre para mirarse en el espejo de algunas de las medidas adoptadas en materia de política tributaria y administrativa por el Consell de PP y Vox. Y hacerlo además en un contexto de ruido preelectoral ante un posible adelanto por la ausencia de acuerdo en los presupuestos autonómicos. "Tenemos envidia sana", llegaron a exteriorizar el presidente de Foment y algunos de los representantes que intervinieron en el turno de preguntas en el auditorio de la sede de la Via Laiteana. Apenas dos horas después se conocía que Aragonès ha convocado eleccones anticipadas para el 12 de mayo.

La organización empresarial tiene entre sus ejes estratégicos arrancar a la Generalitat de Cataluña rebajas fiscales, de ahí que el auditorio aplaudiese el despliegue de medidas que Mazón relató en su intervención, como la bonificación total de sucesiones y donaciones entre familiares directos, rebajas en IRPF y Transmisiones Patrimoniales o bonificaciones en gastos de salud y actividades deportivas para personas con rentas inferiores a 30.000 euros. Mazón aprovechó para avanzar que su Ejecutivo no aplicará tributos a ligados a descarbonización para grandes superficies, industrias o vehículos de combustión que dejó planificados el Botànic y que tenían que entrar en vigor en 2025.

En el aire se quedó el impuesto de Patrimonio, que los empresarios quieren eliminar en Cataluña, "por lo civil o lo criminal", dijo Sánchez Llibre, y sigue vigente en la Comunidad Valenciana. "No he hecho mención expresa para que me acusen de OPA hostil. Está en la hoja de ruta. Vamos a por él", señaló Mazón, que justificó su vigencia por las urgencias de la autonomía en materia de financiación. Lo cierto es que el Gobierno ha habilitado un tributo similar de ámbito estatal que aplica en aquellos territorios que recaudan Patrimonio, razón por la que regiones gobernadas por el PP como Andalucía han optado por reactivarlo para que sea su caja, y no la del Estado, la que se quede con la recaudación.

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La jornada, que venía fraguándose desde semanas atrás, arrancó con una entrevista en TV3 y finalizó con un almuerzo con la cúpula de Foment. Desde que su amigo, el concejal del PP en Barcelona, Daniel Sirera, comenzó a fraguar el encuentro con los patronos, tal como desveló Sánchez Lllibre, Mazón ha evitado entrar en conflicto público en asuntos que afectan a la relación con Cataluña. La llamada telefónica de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, informándole de los planes de Acuamed de transportar agua desde la desaladora de Sagunt, que ha respaldado, le permitió ofrecer una imagen de distensión y solidaridad interterritorial, coherente además con la reclamación de recursos hídricos del trasvase Tajo-Segura.

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En ese contexto, y pese a las distancias que todavía impiden a sus dos presidentes normalizar su relación institucional, el barón alicantino abogó por reforzar las relaciones entre dos territorios "sin intermitencias ni paternalismo", de igual a igual, “sin que nadie mire por encima del hombro a nadie”, una "proximidad inteligente", dijo. Mazón admitió que Cataluña y la Comunidad Valenciana sigue mirándose con lejanía pese a la proximidad geográfica y los fuertes vínculos comerciales, con cerca del 20% de todos sus intercambios económicos dentro de España compartidos. "Estamos más próximos de lo que pueda parecer. Alguien está trabajando la imagen de que solo tenemos ojos para Madrid, pero no somos ese lugar donde los madrileños encuentran sus playas y poco más".

Hubo completa sintonía en la reivindicación del corredor ferroviario mediterráneo. De hecho, Mazón arrancó su discurso, corto, de apenas quince minutos, aludiendo a las más de tres horas que le había costado llegar en tren desde Valencia, frente a las menos de dos del trayecto con Madrid, a una distancia similar. En esa clave, también Sánchez Llibre reconoció el interés compartido de los dos territorios. "Si España quiere y puede tener más capacidad turística o mayor capacidad de negocio tiene que tener mejores infraestructuras para ello", señaló cuando le interpeló Luis Moreno, presidente de la Cámara de Contratistas de Obras de Cataluña.

Moreno le pidió apoyo a la ampliación del aeropuerto del Prat con el argumento de que a los valencianos también les puede interesar un 'hub' internacional alternativo al de Madrid. Mazón replicó mostrando empatía, pero recordó que la terminal de Alicante-Elche, también internacional, ni siquiera cuenta con conexión ferroviaria y reclama una segunda pista, o que el aeropuerto de Valencia está muy próximo al colapso por su reducido tamaño.

Entre los asistentes, además del popular Sirera, el alcalde de Badalona, también del PP, Xavier García Albiol, o el presidente de la patronal valenciana, Salvador Navarro, estaban también el expresidente de la CEOE, Juan Rosell; el presidente del Cercle d'Economia, Jaume Guardiola; el responsable de Relaciones Institucionales de Seat, Ramón Calderón; el director general de Estratègia Corporativa Sociedad General de Aguas de Barcelona, Ciril Rozman; o el presidente de la Comissió Formació Associació de Mestres Industrials i Tècnics Superiors, Manuel Rosillo. También participaron e intervinieron el presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC), Gerard Esteva; o el presidente de CONFECAT, Santi Garcia Nieto.

El portazo se lo llevó la representante de Applus, que preguntó al presidente valenciano si tenía previsto volver a privatizar la gestión de las estaciones de ITV, rescatadas para la gestión directa por el Compromís la pasada legislatura. Mazón contestó con un "no está en mis planes" bastante contundente.