Cómo actúa un bombero en incendios similares al de Valencia: "A veces los medios fallan y no llegas"

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¿Qué se puede hacer ante un incendio devastador como el de Valencia? ¿Cómo deben actuar los vecinos en casos similares para facilitar la labor de los bomberos y salvaguardar sus vidas? El barrio del Campanar fue víctima del peor incendio que recuerdan los valencianos, que se ha cobrado víctimas mortales. En este contexto, cuatro bomberos de distintos lugares –Madrid, Ávila, Huelva y Ceuta– y buenos conocedores de los que es enfrentarse a un edificio en llamas, reflexionan sobre las prioridades que tienen en cuenta ante un fuego de gran magnitud.

Todos valoran muy positivamente la labor y la "rapidez" con la que actuaron sus compañeros de Valencia. Sobre todo cuando las esperanzas de no hallar víctimas parecían claras, y hubo quienes bajaron la guardia. "Desgraciadamente, creo que muchos nos imaginábamos lo que podía haber tras esa fachada en llamas", reconoce Daniel Delgado, un bombero madrileño que ha actuado en "muchas" alertas con evacuación de víctimas, pero pocas veces había visto algo como lo de Valencia.

Aunque en las primeras horas se pensó que todo podría acabar con daños únicamente materiales –hasta casi la media noche no se confirmaron los primeros fallecidos, y los únicos oficiales hasta el momento–, Delgado afirma que ya intuía que podía haber víctimas por las dimensiones del incendio. ¿Qué se puede hacer ante estos casos?

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Rescatar primero, apagar después (o ambas a la vez)

Delgado estuvo en la actuación de la calle Julio Palacios, aquel gran incendio de 2002 en otro bloque de 13 viviendas junto al Hospital de la Paz de Madrid, en la zona de Fuencarral. En aquel siniestro también hubo que evacuar con precaución, y siempre en base al dilema que "cualquier bombero" se plantea en casos delicados: ¿hay recursos para rescatar y apagar a la vez? En ciudades grandes como la capital española, y siempre según la magnitud del fuego, lo general es que sí. Pero en áreas rurales o ciudades pequeñas, la cosa puede complicarse.

Así lo ratifica Cristóbal Acosta, jefe del cuerpo de bomberos de un pueblo onubense. "Lo primero que sopesas es si tienes gente a la que rescatar; si, como en el caso de Valencia, el fuego se ha extendido a la fachada [y, por lo tanto, existe un gran riesgo de que se amplíe a edificios contiguos]; y también qué recursos materiales o equipación tienes... A veces los recursos fallan y entonces no llegas a todo". Una vez encajadas todas estas piezas, toca decidir: "En todos nuestros códigos siempre va por delante la seguridad de las víctimas, así que si hay opciones limitadas, lo primero es evacuar". Lo ideal, dispone, es poder hacer ambas cosas a la vez, como ha ocurrido en el barrio del Campanar.

En este sentido, y una vez tomada la decisión, Daniel añade qué pueden hacer las personas desde el interior del inmueble, lo mismo que recomendó a los afectados por el fuego de 2002: "Si su vivienda está en la parte inferior a la cota de fuego, pueden tratar de salir siempre que haya una vía cercana y vayan cerrando cada puerta a su paso, para no dejar entrar el humo. Si no es así o no tienen la certeza de hasta dónde ha llegado el fuego, es absolutamente prioritario que permanezcan en casa y tomen medidas de seguridad hasta ser evacuados".

¿Actuar desde la fachada o entrar a la vivienda?

Las diatribas siguen incluso cuando ya se ha decidido iniciar la evacuación. Todos los bomberos consultados, de hecho, coinciden en que cada fuego puede tener particularidades muy distintas, lo que les lleva a valorar múltiples variantes en muy poco tiempo. Por ejemplo, si es mejor iniciar un rescate desde la fachada o hay que entrar directamente a la vivienda. "Hacer una cosa u otra depende en parte de los recursos que tengas allí. Si nuestros camiones con autoescalera son lo suficientemente largos como para alcanzar las ventanas, tratamos de empezar así para llegar antes a las víctimas o apagar las llamas de la fachada antes", expone José María Álvarez, bombero con cargo de sargento en Ávila.

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Si no, o incluso si hay condiciones por las que urge más entrar directos a la vivienda, la cosa cambia. "Es fundamental llevar equipos de rescate, con capucha y aire limpio comprimido en una bombona". Son herramientas algo pesadas, explica, así que suelen portar otras más pequeñas y maleables que ofrecer a quienes se encuentren en el interior, para que puedan sobreponerse a la toxicidad del humo y aumentar sus opciones de salir ileso.

"A veces entramos porque hay quienes, desde el estrés o el desconocimiento, tratan de abandonar sus casas antes de asomarse a las ventanas que dan a la calle. Y esto es muy peligroso", explica, advirtiendo a la ciudadanía que traten primero de hacerse ver para que los bomberos puedan evacuarles con más seguridad.

"Cuidado con el humo"

Para facilitar la labor de los bomberos, hay cosas que pueden hacerse desde el otro lado. La primera parte de una premisa fundamental, de la que advierten los profesionales: "Mucho cuidado, porque el humo mata antes que el fuego". Esta vez habla Alejandro Corbacho, bombero de Ceuta, que en la noche del dramático incendio valenciano estaba de guardia junto a sus compañeros. Lo principal, y en lo que coinciden el resto de fuentes consultadas, es en protegerse del humo. "Nos hemos encontrado casos en los que alguien trataba de salir al pasillo con un pañuelo en la boca, pero ese material no filtra y hacerlo es salir absolutamente desprotegido", avisa.

En algunos casos incluso mojaban el trapo para refrescarlo, creyendo así que aumentaban su seguridad cuando "puede ser incluso más nocivo que llevarlo seco". Lo que sí se recomienda hacer desde el principio –y en este caso sí conviene remojar el material– es colocar "toallas en los recovecos de las puertas y las ventanas interiores". Absorben el humo y permiten salvaguardar la vivienda durante más tiempo, dando tiempo a los efectivos para que actuar en el rescate.

Otra cosa esencial es proteger las comunidades de vecinos. Estos inmuebles están obligados a contar dotaciones mínimas ante incendios, además de las normas particulares que puedan existir en cada una de ellas. Es lo que dictamina el Código Técnico de Edificación (CTE) del año 2006, que se plasma en un real decreto que ha ido modificándose con el tiempo. Lo principal, y lo que prevalece a los cambios, son las alarmas antiincendios o detectores de humos y los extintores.

"Los compañeros de Valencia hicieron lo que había que hacer: refrescar, refrescar y refrescar sin parar. Van fenomenal"

"Es fundamental que esto exista en los pasillos y zonas comunes, pero también que haya vecinos que tengan sus propios detectores en casa. Nunca se sabe cuándo una chispa inocente en una casa puede desatar un fuego voraz". No le falta razón, pues esto es precisamente lo que ha ocurrido en las 138 viviendas del barrio del Campanar. Aún no se sabe por qué, pero sí ha trascendido que las llamas se iniciaron en el séptimo piso de uno de los bloques y no tardó en extenderse por cada rincón del edificio.

"Es tan terrible que muchos nos hemos quedado en blanco viendo las imágenes desde nuestro televisor", concluye, de vuelta para una última reflexión, Daniel Delgado, que pese a la dificultad del incendio valenciano y las "poquísimas" opciones que tenían los efectivos desplazados, es contundente: "Han hecho lo que tenían que hacer: refrescar, refrescar y refrescar. Ha sido muy emocionante verlos, porque lo están llevando fenomenal. Les deseo suerte, a ellos y a los supervivientes".