Es noticia
Cuando el reguetón llegó a Valencia para quedarse: de Azúcar al BigSound Festival
  1. España
  2. Comunidad Valenciana
HACE 20 AÑOS

Cuando el reguetón llegó a Valencia para quedarse: de Azúcar al BigSound Festival

A lo largo de las dos últimas décadas, la música urbana de raíz latina se ha convertido en la atracción mayoritaria para las nuevas generaciones de público valenciano

Foto: Bad Bunny en el Arenal 2018. (Arenal Sound/Jota Martínez)
Bad Bunny en el Arenal 2018. (Arenal Sound/Jota Martínez)

Hace casi veinte años la noche valenciana empezó a sonar a reguetón. En los pequeños bares latinos, como Azúcar, Cachao y Caribean's. En las salas de baile de Benicalap y Torrefiel, regentadas por emigrantes sudamericanos. En las discotecas para los universitarios y las clases populares, como Akuarela, Rumbo o Salamandra, y en los clubs del grupo Las Ánimas, acondicionados para la beautiful people valenciana. Todos se igualaron bajo el síncope de Dale, Don, dale o Dile de Don Omar y Papi chulo de Lorna, a las que se unieron otras sonoridades latinas, como la bachata Obsesión de Romeo Santos y la salsera Valió la pena de Marc Anthony. Era 2004.

Unos meses después, cuando Daddy Yankee lanzó su álbum Barrio fino, donde se incluían Gasolina y Lo que pasó, pasó, el giro copernicano se consumó, no solo en el ámbito nacional sino a nivel global. Hasta nueva orden, la música del siglo XXI iba a ser dominada por el matrimonio entre Beyoncé y Jay-Z, Rihanna y unos cuantos reguetoneros portorriqueños.

placeholder Bad Gyal en BigSound 2022 de Valencia. (Cedida)
Bad Gyal en BigSound 2022 de Valencia. (Cedida)

En aquel momento, los últimos de la generación X y los primeros milenials aún no eran conscientes del cambio de paradigma. Pero en retrospectiva, este nuevo ritmo bastardo y bailable resultó indispensable para mitigar la influencia de las voces de Operación Triunfo, UPA Dance, La Oreja de Van Gogh, Fran Perea o El Canto del Loco, caciques del ecosistema mainstream en 2003. Ya no serían los frutos musicales de las productoras televisivas Gestmusic Endemol y Globomedia quienes coparían las listas y las cabinas de los clubs, sino la chavalería boricua de la libre asociada capital de San Juan.

La música en castellano facturada por los hombres y mujeres de Puerto Rico durante los últimos 20 años ha tenido más resonancia mundial que toda la música pop española de las pasadas cuatro décadas. Sin Rosalía, la comparación sería aún más sonrojante. Pese a ello, el relevo del pop mayoritario e indie nacional por la música urbana en la conservadora industria festivalera comenzó a finales de la pasada década.

Foto: Rosalía y Raül Refree en 2017 en la actuación que ofrecieron en el festival Pops Marítims. (Paco Valiente)

El cambio de tendencia valenciano hacia los nuevos sonidos urbanos aconteció en 2017, cuando el primer Latin Fest acercó a Daddy Yankee a una plaza de toros de Valencia a rebosar. Un año después, el Arenal Sound de Burriana, la cita musical más multitudinaria en la Comunidad Valenciana, presentaba a Bad Bunny, formalizando el nuevo rumbo del festival en torno al trap latino y el reguetón. El público más joven requería de sus propios ídolos festivaleros, y estos ya no eran los grupos de indie pop nacional que habían acompañado una generación anterior que ahora sobrepasaba la treintena. En 2019, en un escenario de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, dispuesto para más de 20.000 espectadores diarios, nacía el Bigsound Festival. El pasado 2022, contaron con 65.000 asistentes para los directos de Bizarrap, Nicky Jam, C.Tangana, Nathy Peluso, Bad Gyal y Quevedo. Ningún otro evento musical congregó más público en la ciudad. Doce años antes, Don Omar, pionero del género, actuaba ante apenas 1.000 personas en la periférica localidad de Massanassa.

Juanjo Talaván (Valencia, 1979) es uno de los cinco socios que impulsaron el BigSound. “Acumulamos más de 20 años de trayectoria en el sector de los eventos de ocio y turismo, y teníamos claro que una escena musical como la urbana que, en 2018, estaba en plena ebullición, necesitaba de un cita propia en España. Contando con el enorme elenco de talento nacional y como punto de referencia para la giras internacionales de las grandes estrellas. Una ciudad mediterránea como Valencia era el lugar ideal para emprender un proyecto de esta envergadura”.

placeholder Nicky Jam en BigSound Festival 2022. (Cedida)
Nicky Jam en BigSound Festival 2022. (Cedida)

El año pasado el 48% de los asistentes eran de fuera de la Comunidad Valenciana y un 10% internacionales. Esto posicionó el BigSound como el evento más influyente de la ciudad. “Para mucha gente, asistir al festival, es a la vez una oportunidad de conocer Valencia. Hemos creado una red de descuentos con diferentes establecimientos culturales y de ocio de la ciudad, para impulsar un crecimiento económico más allá del festival, que favorezca la promoción de la cultura y la idiosincrasia de la sociedad y de la marca Valencia. El sector de festivales es un sector sano que cada vez estará más centrado en la profesionalización y la modernización”, indica el promotor.

Hace unos meses aparecieron informaciones sobre la posibilidad de que la Ciudad de las Artes y las Ciencias dejará de ceder su actual espacio, entre el Museo Príncipe Felipe y el Umbracle, para la celebración del BigSound y del Festival de Les Arts. El President de la Generalitat, Ximo Puig, anunció la ampliación de los últimos 20.000 metros cuadrados del recinto, un nuevo espacio que se baraja como posible ubicación para estos eventos en el futuro. “Es cierto que el aforo podría ser mayor en un recinto diferente, pero nosotros nos sentimos identificados tanto con el espacio, como con el aforo actual. El festival está dimensionado para estos parámetros, nuestro crecimiento se centra más en el valor cualitativo que cuantitativo. Ofrecer mejor cartel, mejores experiencias y en ser más modernos y más sostenibles edición tras edición. De todos modos, la continuidad del festival en València no depende de la llegada de ningún nuevo recinto.” cuenta Talaván.

Foto: Imagen de archivo del FIB. (EFE)

La inauguración del pabellón Roig Arena está prevista para finales de 2024. Es la infraestructura para grandes conciertos que Valencia necesita para colocarse en el nivel que marcan recintos como el WiZink Center de Madrid y el Palau Sant Jordi en Barcelona. “Siempre es una gran noticia que la ciudad tenga nuevos espacios para eventos. Y que además la gestión de los mismos, recaiga en manos de compañeros del sector, que conocen las necesidades de los promotores locales y las posibilidades de la ciudad, es más que positivo. Estamos seguros de que esto brindará a Valencia a nueva vía para consolidar y traer grandes proyectos y eventos de diferentes sectores”, concluye el empresario musical.

Hace casi veinte años la noche valenciana empezó a sonar a reguetón. En los pequeños bares latinos, como Azúcar, Cachao y Caribean's. En las salas de baile de Benicalap y Torrefiel, regentadas por emigrantes sudamericanos. En las discotecas para los universitarios y las clases populares, como Akuarela, Rumbo o Salamandra, y en los clubs del grupo Las Ánimas, acondicionados para la beautiful people valenciana. Todos se igualaron bajo el síncope de Dale, Don, dale o Dile de Don Omar y Papi chulo de Lorna, a las que se unieron otras sonoridades latinas, como la bachata Obsesión de Romeo Santos y la salsera Valió la pena de Marc Anthony. Era 2004.

Música Festivales Música Noticias de Comunidad Valenciana Valencia