El duodécimo condado de Noruega está en L'Alfàs del Pi: del boom del turismo a tener peña

El 11% de la población de L'Alfàs del Pi (Alicante) es noruega y con más de 2.000 vecinos procedentes del país nórdico, este pueblo costero, entre Altea y Benidorm, acoge a la segunda mayor comunidad, tras Londres, de expatriados. El boom turístico de los años 60 propició la llegada de los primeros habitantes del norte y desde entonces, el colectivo se ha asentado en un municipio que parece a su vez una pequeña ONU. El 50% de la población de la localidad es de origen extranjero y en ella conviven más de 100 nacionalidades diferentes. Este martes, y tras el parón impuesto por la pandemia, la pequeña Noruega celebrará su día grande, un acontecimiento que se vive en el municipio casi, casi como una fiesta patronal.

Los organizadores del evento, en el que se conmemora el aniversario de la 'Grunnloven' o Constitución Noruega, prevén una participación de unas 1.000 personas, una cifra que antes de la crisis sanitaria superaba fácilmente las 2.000. Pero, ¿qué hizo de L'Alfàs del Pi el duodécimo condado del país nórdico? Reindun Teigen, secretaria del Club Noruego y la única empleada en una entidad donde todo funciona a través de voluntarios, lleva viviendo en la zona desde 2008 y señala como “fundamental” la hospitalidad de los vecinos así como el clima, el mar y los paisajes.

Teigen recuerda que el origen de la colonia se remonta a los años 60, con un boom turístico que situó en el mapa a la vecina Benidorm. Fue allí precisamente donde se fundó el Club Noruego, que con el tiempo se trasladó a L'Alfàs del Pi dado el carácter eminentemente residencial de su turismo. “Muchos noruegos que habían venido como turistas a Benidorm decidieron comprar casas en la zona” y eso generó un “efecto llamada” que hizo que otros muchos compatriotas decidieran asentarse aquí. “Cuando aprendieron las singularidades de España decidieron formar un club para ayudarse entre ellos y asesorar a nuevos residentes. Con el tiempo el Club Noruego, aunque sigue siendo un lugar donde buscar ayuda y asesoramiento, ha evolucionado hacia una función más social y lo realmente importante ahora son las actividades que organizamos”, señala Teigen.

Décadas después de aquella eclosión turística este municipio sigue siendo el destino favorito de los nórdicos para fijar su segunda residencia. Teigen ahonda en el paisaje como la clave que explica la atracción por L'Alfàs del Pi. “Nos gustan las montañas y practicar senderismo y aquí tenemos muchas rutas que hacer, además de que el clima acompaña y tenemos la playa cerca”, resume.

Pequeña escandinavia

Salvo por el clima, los paisajes y el idioma, la vida en la pequeña Escandinavia alicantina no difiere mucho de la que podría tener un ciudadano de Oslo. Los noruegos alfasinos tiene dos colegios propios, supermercados nórdicos, iglesia, residencias para mayores, sin olvidar el Club con sus secciones de gastronomía, lectura y clases de español, por tener tienen hasta una peña, 'Las Walkirias', con la que participan en las fiestas patronales de la localidad.

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Tal es la importancia de la L’Alfàs del Pi para Noruega que el Gobierno del país sufraga tres centros sanitarios para sus expatriados. Lo mismo ocurre con los dos centros educativos y con el Club Noruego, que cuenta con más de 1.000 socios. Incluso el Ejecutivo propició hace años la creación de la única sede existente en toda Europa del programa de voluntariado 'Frivillig Sentralen'.

Incluso pueden certificar oficialmente sus conocimientos del idioma noruego. Puede parecer un detalle menor, pero no lo es. L’Alfàs del Pi es el único lugar del mundo fuera de Noruega donde se puede pasar el 'Bergenstest'. Hasta hace unos años el examen escrito se hacía en la localidad pero para el oral era necesario viajar a Oslo. Sin embargo, desde 2018 ya no es así, se hacen todas las pruebas en la localidad. Además, varias universidades noruegas tienen convenios para que los estudiantes hagan las prácticas de los grados de Fisioterapia y Educación Física en la costa alicantina.

El Día de la Constitución

Y este 17 de mayo, la comunidad, tras dos años en blanco por la pandemia, celebrará el Día de la Constitución noruega con un programa de actos que, al igual que ocurre en Oslo, comienza con la izada de la bandera a las 08.00 en las principales instituciones. En el caso de L’Alfàs del Pi, en el Ayuntamiento, los dos colegios y la iglesia. Lo mismo ocurre en la vecina localidad de La Vila Joiosa, en la Hacienda del Sol, una residencia para mayores, y otro templo también sufragado por el Ejecutivo nórdico.

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La Constitución de Noruega se firmó el 17 de mayo de 1814 en Eidsvoll y su texto está inspirado, entre otros documentos, en la Constitución española de 1812, 'La Pepa'. También, en la Declaración de Independencia de Estados Unidos de 1776 y en la Revolución Francesa de 1789 y las constituciones norteamericana y francesa que les siguieron.

El acto principal para celebrar la 'Grunnloven' consiste en un desfile donde los noruegos visten sus mejores 'bunad' o trajes regionales procedentes de distintas zonas del país y que termina con un acto institucional en la explanada de la Casa de Cultura en el que, incluso, se da lectura a un comunicado que el Rey de Noruega, Harald V, dirige expresamente a sus súbditos residentes en L’Alfàs del Pi.

Un club con 50 años de historia

Además, este 2022 el Club Noruego, que cumple 52 años de implantación en el municipio, celebrará su 50 aniversario al no haberlo podido hacer en 2020 por el covid. Su presidenta, Arne Loevik, presentó un libro sobre la historia de la entidad en el que se recogen sus momentos más importantes como la visita del Rey Olav V en 1984, del primer ministro Kjel Magne Bondevik en 1999 o de Jens Stoltenberg, primer ministro en 2009, junto al entonces presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero.

Martine Mertens es la concejal de Residentes de Otras Nacionalidades, y explica a El Confidencial que la colonia noruega “tiene muchas ganas de recuperar las celebraciones de siempre y volver a hacer lo que no hemos podido hacer en los dos últimos años”. El Ayuntamiento alfasino se vuelca con la celebración. Su Corporación participa en el desfile y sus Servicios Técnicos colaboran con el Club Noruego en la organización, colocando más de 400 sillas en la explanada de la Casa de Cultura para seguir el acto principal.

Este año las previsiones apuntan a que participará un millar de personas, según ha calculado la organización en función del número de alumnos matriculados en los dos colegios noruegos, pero en años pre pandémicos el desfile ha llegado a contar con 2.500 participantes ataviados con sus trajes típicos.

El efecto de la pandemia

La pandemia ha hecho mella en el censo de residentes noruegos que rondaba los 2.500 empadronados hace dos años y que ahora ha bajado a 2.200. Sin embargo, donde más se ha notado es en la población flotante que triplica al número de censados y que prácticamente desapareció cuando estalló la crisis sanitaria. “Ha habido bastante menos gente que ha venido a pasar largas temporadas, pero los que aquí residían siguieron viviendo como un vecino más y no se fueron. No solo tenemos jubilados, tenemos muchos noruegos con negocios establecidos, que hacían su vida aquí y no querían marcharse”, explica Mertens.

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Los centros educativos también sufrieron una merma en el alumnado. Durante el primer año de pandemia, debido a que el curso escolar ya estaba empezado, no se notó tanto, pero en 2021 las matriculaciones cayeron y el Colegio Noruego perdió 60 alumnos de uno total de 300. Sin embargo, el centro vuelve a tener ahora lista de espera.

No obstante, en contra de lo que podría pensarse, los noruegos no son el colectivo de residentes internacionales más numeroso de L’Alfàs del Pi. La colonia nórdica ha sido superada recientemente por los británicos que, tras el Brexit, regularizaron su situación en masa y ahora alcanzan los 2.500 empadronados.