El decreto de las piscinas de Pere Aragonès, camino de naufragar en el Parlament

El decreto de las piscinas de la Generalitat que impulsa Pere Aragonès va camino de naufragar en el Parlament, donde carece de la mayoría necesaria para obtener el apoyo de la Diputación Permanente. Hoy se reúne la Mesa del Parlament para decidir qué día se convoca la Diputación Permanente y si en el orden de día entrará un decreto que en la práctica nacionaliza el acceso a las piscinas privadas. Pero el decreto en su actual redacción no cuenta con el apoyo ni del PSC ni de JxCAT, según explican fuentes de ambos partidos. Por tanto, decaería y nunca llegaría a entrar en vigor, justo en el arranque de la campaña electoral.

La Generalitat aseguró que había pactado el decreto con las principales dos asociaciones municipalistas de Cataluña, la independentista Asociación de Municipis de Catalunya y la Federació de Municipis de Catalunya, que controla el PSC. En la práctica, ni una ni la otra han respaldado el decreto. Los alcaldes han salido en tromba a protestar y la Generalitat se ha quedado sola.

Desde las asociaciones municipalistas aseguran que el acuerdo con la Generalitat se limitaba a las piscinas municipales, pero para nada iba a extenderse a piscinas de hoteles, campings o comunidades de vecinos, como al final hace el decreto.

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Marcos Lamelas. Barcelona

De hecho, el decreto nacionaliza el acceso a las piscinas privadas. Los hoteles solo podrán abrir piscinas si instalan desalinizadoras privadas. Pero aquellos que no puedan optar a esta solución, igual que campings y comunidades de propietarios, solo abrirían piscinas si consiguen la declaración de "refugio climático" por parte de sus respectivos municipios. Para ello, deberán permitir el acceso libre a cualquier persona a cambio de un pago. Este decreto, en este momento, se ha convertido en la medida estrella de la Generalitat contra la sequía y pende de un hilo.

El decreto establece que ha de ser cada ayuntamiento el que establezca en sus ordenanzas municipales qué piscinas podrán permanecer abiertas. También, en cómo se articula el pago para acceder a estos refugios climáticos y cómo se solventan cuestiones como la seguridad y el orden público. Y eso ha soliviantado a la mayoría de los alcaldes, que considera que la Generalitat les ha pasado la patata caliente de regular las piscinas en este verano de sequía extrema, con una normativa absurda y de imposible aplicación.

El pasado viernes en el Parlament, la portavoz del PSC, Alicia Romero, pidió a la Generalitat que "retiren este decreto y háganlo de nuevo, porque no se puede trasladar la responsabilidad a los ayuntamientos".

Espadas en alto

El conseller de Acció Climàtica, David Mascort, se niega. "Quien quiera tumbar este decreto dejará a los ayuntamientos sin abrir las piscinas en verano. Los partidos serán responsables de sus acciones, ellos sabrán", ha advertido el conseller. Mascort justifica que el decreto se pensó para que los ayuntamientos de la Cataluña interior pudiesen abrir sus piscinas municipales a pesar de la sequía. Y que los consistorios no han de regular el uso de piscinas privadas ni convertir en refugios climáticos las piscinas de los hoteles.

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"En ningún caso nadie ha pensado que la piscina de un hotel o una instalación comunitaria pueda ser refugio climático. A ningún ayuntamiento se le ha ocurrido esto", declaró el conseller, en una entrevista en RAC1, donde insistió en que le extrañaría mucho que algún consistorio optara por esta opción, porque "no tendría ningún sentido". Pero, en ese caso, no se entiende por qué se incluye esta posibilidad en el decreto. Tampoco que la Generalitat dedicase más de una hora a explicar esta situación para hoteles y campings en la rueda de prensa tras el Consell Executiu.

Piscinas en campaña

El sinsentido del decreto solo se entiende en clave de campaña electoral, que de manera oficial empieza este jueves. Mascort y la Generalitat llevan desde hace meses advirtiendo que clausurarían las piscinas. Pero luego, no han sido capaces de hacerlo. También podían haber permitido abrir las piscinas, ya que con las últimas lluvias de primavera, los niveles de los embalses ya habían superado el 16%, que es la barrera que marca establecer el estado de emergencia. Pero al estar en campaña pensaron que así perderían votos por la izquierda, que parecería que no estaban luchando contra el cambio climático.

Al final, tal y como siempre hace el ejecutivo de Aragonès, ni lo uno ni lo otro, La actual Generalitat siempre opta por la inacción, ya sea con la ampliación del aeropuerto o la reforma de la educación. En el caso de las piscinas ha pasado la pelota a los ayuntamientos. Pero los alcaldes se han plantado y, ahora, Aragonès se arriesga a sufrir un serio revés en el Parlament justo al inicio de la campaña electoral. ERC ha dejado a Mascort fuera de sus listas para el 12 de mayo. Un factor que también hay que tener en cuenta.