Lluís Llach, la baza de Puigdemont para enterrar la lista de la ANC, llega tarde

El cantautor Lluís Llach se había convertido en la punta de lanza de Carles Puigdemont y JxCAT para dinamitar la iniciativa de la ANC de presentar una lista independentista alternativa a la de los grandes partidos para las próximas elecciones catalanas. Pero esta baza llega tarde por el adelanto electoral de Pere Aragonès. Llach anunció por sorpresa la pasada semana en una entrevista en El Punt Avui que se presentará al secretariado de la ANC, lo que le convierte en favorito a la presidencia, un movimiento que en esta entidad se lee como un torpedo en la línea de flotación a la creación de una agrupación de electores que se presente al Parlament.

El anuncio es intencionado. Se produce en medio de la votación interna de la ANC para decidir si se presentan a las autonómicas. El proceso acabó este jueves 14 de marzo, aunque el recuento será posterior. La decisión al respecto está muy dividida. Puede pasar cualquier cosa, según reconocen en la dirección de la ANC. Además, un grupo de exsecretarios ha impugnado el censo, lo que arroja más sombras aún sobre el resultado final.

Pero el anuncio de Llach lo distorsiona todo. Él mismo ya ha anunciado que está en contra de la cuarta lista, por lo que su movimiento convierte en un plebiscito sobre su persona la votación que ahora está en marcha en el seno de la entidad.

Lluís Llach viene de simular una ruptura con Puigdemont, en lo que fue su reciente salida del Consell de la República. Pero fuentes de la actual dirección de la ANC consideran que la escenificación de separación era solo para apuntalar su papel como independiente dentro del mundo soberanista, aunque en realidad la operación se ha diseñado para servir al mandato de Waterloo y favorecer la candidatura de JxCAT a la Generalitat.

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Marcos Lamelas. Barcelona

Llach lleva más de ocho años entregados a los intereses de la antigua Convergència. En 2015 formó parte de la candidatura de JxSí que montó Artur Mas y en 2017 estaba entre el grupo de diputados independentistas que proclamó la independencia con Puigdemont en el Parlament. En 2018 encabezó por encargo de Quim Torra una comisión constituyente impulsada por la Generalitat que acabó en fiasco. Ese mismo año, Llach se sumó al Consell de la República para respaldar el nuevo proyecto de Puigdemont en Bruselas.

El nuevo servicio que asume ahora es dinamitar la propuesta de la ANC desde dentro. Llach, que tiene su prestigio intacto, si se presenta al secretariado de la ANC se presume que será escogido. Por otro, la entidad está débil en un momento en el cual la movilización del independentismo se encuentra bajo mínimos. Pero si Dolors Feliu gana la votación la cuarta lista se presentará y restará votos a JxCAT y a ERC.

Mandatos cortos

Los mandatos en la ANC son cortos. A la actual presidenta Dolors Feliu le toca someter el suyo a renovación el próximo mes de mayo, tras dos años al frente. Así. Llach puede presentarse y ya desde el secretariado hacer descarrilar la denominada "lista cívica", en caso de que la iniciativa salga adelante.

Para entrar en el secretariado, Llach deberá presentarse a las elecciones y los socios tendrán que votarlo. Una vez dentro del secretariado, el resto de secretarios podrán votarlo para ser presidente. Y la lista cívica será historia.

Llach es tan popular en el independentismo, que tiene la elección a la ANC asegurada

Esto es así porque las elecciones al secretariado no determinan quién será su presidente. Puede ocurrir –de hecho, ocurrió en las últimas elecciones– que el candidato con más votos no acabe siendo el presidente, que es elegido por los secretarios, no por los socios. Pero no sería el caso de Llach, enormemente popular dentro del independentismo.

Justificación

"La ANC es la mayor herramienta de confrontación que tenemos", ha insistido Llach. Si el cantautor logra que la ANC desista en su candidatura alternativa evitará que el voto a JxCAT se disperse, el mayor problema para el partido de Carles Puigdemont de cara a las autonómicas, con Clara Ponsatí ya montando su propio partido.

ERC y JxCAT llevan tiempo meditando cómo arrebatarle a la ANC la organización de las manifestaciones del 11 de septiembre desde que el ente empezó a impulsar una candidatura al margen de los partidos. Llach permite a estas formaciones la oportunidad de desactivar la candidatura con un trabajo desde dentro.