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El entorno de Puigdemont avisó a Sánchez de la reunión con Yolanda Díaz una semana antes
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Negociación de investidura

El entorno de Puigdemont avisó a Sánchez de la reunión con Yolanda Díaz una semana antes

El equipo del 'expresident' avisó a la cúpula de Sumar de que no iban a pactar nada con ellos y que el único interlocutor en la negociación es el PSOE

Foto: Jaume Asens, Carles Puigdemont, Yolanda Diaz y Antoni Comin en su reunión en Bruselas. (EFE/EPA/Olivier Matthys)
Jaume Asens, Carles Puigdemont, Yolanda Diaz y Antoni Comin en su reunión en Bruselas. (EFE/EPA/Olivier Matthys)
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El entorno de Carles Puigdemont avisó con antelación a Pedro Sánchez de que Yolanda Díaz había solicitado una entrevista con él. La vicepresidenta en funciones se reunió con el expresident en las dependencias del Parlamento Europeo de Bruselas el lunes 4 de septiembre. El día antes, Díaz avisó a Sánchez del encuentro, aunque matizó que lo hacía como líder de Sumar y no en nombre del Gobierno. El presidente calló y dejó hacer. Lo que no sospechaba la también ministra de Trabajo era que sus intenciones y su viaje ya había sido monitorizado desde una semana antes en la jefatura del Ejecutivo.

El equipo de Puigdemont avisó a Moncloa de que Yolanda Díaz estaba detrás de una reunión con Puigdemont. Era una jugada de póker de la vicepresidenta para marcar perfil y sacar provecho de la situación, ya que consideraba que de lo contrario quedaría eclipsada por el protagonismo de Pedro Sánchez y de Carles Puigdemont. Pero los catalanes respetaron la jerarquía. Así, para no crear malestar en las filas del PSOE y que no les pudieran acusar luego de traidores, determinaron poner todas las cartas boca arriba y alertaron a los socialistas del movimiento de sus socios de Sumar.

Foto: Carles Puigdemont en su conferencia de septiembre en Bruselas. (EFE)

Una persona cercana a Puigdemont fue la encargada de dar la noticia para que Sánchez no se lo encontrase en los titulares de la prensa. Además, había otra razón de peso para obrar así: las conversaciones importantes han de ser con el PSOE. "El hilo directo es con el PSOE y quien va a ser investido presidente es el líder del PSOE, con lo que el cauce principal de negociaciones es con su partido, no con un socio minoritario", certifican fuentes independentistas a El Confidencial. Más o menos esas palabras fueron también trasladadas a la cúpula de Sumar "para que no se llamasen a engaño": "Junts y Puigdemont estaban dispuestos a ser amables, a no cerrarse ninguna puerta, pero no compartían el secretismo ni las operaciones secretas entre bastidores".

El aviso a los Comunes

Yolanda Díaz se sirvió para el encuentro del expresidente del grupo parlamentario de Podemos en el Congreso, Jaume Asens, un hombre de Ada Colau y el cabeza visible del sector independentista de los comunes. Los contactos de Asens con el independentismo son muchos y profundos. Entre otras cosas, tiene hilo directo con Puigdemont, con quien habló a menudo los últimos cuatro años. Con los puentes tendidos, atar la entrevista fue sencillo. La reunión de principios de septiembre comenzó a pergeñarse un mes antes y hasta la capital europea se desplazó un equipo de gente de confianza de Díaz.

Según recogió la prensa aquellos días, además de Asens, estaba el jefe de gabinete de Díaz, Josep Vendrell, Paloma Sánchez, la directora de comunicación del Ministerio de Trabajo, Virginia Uzal, y la fotógrafa de la vicepresidenta, Mariña Sánchez. La propia naturaleza del séquito deja claro cuáles eran las intenciones del viaje, al contar con una inusual presencia de responsables de comunicación. El hecho de llevar a su fotógrafa personal en el viaje transmite también la certeza de que con el periplo no se perseguía la discreción, sino todo lo contrario.

Desde el entorno de Puigdemont hubo alfombra roja para el aterrizaje de Yolanda Díaz en Bruselas, pero el equipo del expresident avisó a la cúpula de Sumar que no iban a pactar nada con ellos. "Se les dijo que muy claro, que si querían hablar, no había ningún inconveniente, que si querían una foto, tendrían una foto, que todo serían facilidades y que podría haber buena comunicación. Pero se les insistió en que Puigdemont no tenía nada que pactar con Sumar, que con quien se estaba negociando era con el PSOE y así seguiría siendo", dicen a este diario fuentes solventes.

La intención era descolgarse con el bombazo de una foto en Bruselas que impactase en la opinión pública. Los resultados no fueron los apetecidos

Pese a esos avisos, Díaz no se amilanó y viajó a Bruselas, se sacó la foto de rigor y dejó una imagen icónica para la posteridad: una vicepresidenta española entrevistándose en Bélgica con un fugado de la justicia española. La reunión no dio más de sí. Lo único que acordaron y constataron fue que "la democracia consiste en el diálogo entre posiciones diferentes". Desde Sumar se aseguró que "este es un paso más en nuestra apuesta decidida por abrir un nuevo tiempo de soluciones basadas en el diálogo y la democracia". Incluso Íñigo Errejón, señalaba que "aquí todo el mundo está hablando con todo el mundo". "La diferencia es que algunos lo reconocemos y vamos de cara y otros lo hacen por detrás", añadió.

Lo cierto es que los preparativos del viaje de su compañera de filas no se hicieron con luz y taquígrafos precisamente, sino en riguroso secreto. La intención era descolgarse con el bombazo de una foto en Bruselas que impactase en la opinión pública. Los resultados no fueron los apetecidos, sino mucho menores.

Amnistía sí; referéndum no

Semanas más tarde, el 10 de octubre, Yolanda Díaz presentó en Barcelona un dictamen elaborado por cinco expertos (Nicolás García Rivas, Antoni Llabrés Fuster, Javier Mira Benavent, Guillermo Portilla Contreras y Rafael Rebollo Vargas) sobre la constitucionalidad de una posible ley de amnistía. Nadie se lo había pedido, pero de nuevo Jaume Asens fue el maestro de ceremonias en un acto que sirvió para hacerse otra foto y levantar polémica, puesto que parte del independentismo rechazó el dictamen por dos motivos: porque no le interesan sus conclusiones y porque nadie se lo había pedido a los comunes. Desde diversos segmentos políticos se acusó a Yolanda Díaz de forzar la máquina y de teatralizar la situación para salir en la foto.

Foto: Yolanda Díaz, Carles Puigdemont y Antoni Comín. (EFE/EPA/Olivier Matthys) Opinión
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De hecho, el que verdaderamente negocia una posible amnistía es el PSOE con ERC y Junts. Según ha podido conocer El Confidencial, las negociaciones van por buen camino y hay esperanzas de que Pedro Sánchez pueda ser investido, aunque el aspirante a presidente español no las tiene todas consigo. "La amnistía está encima de la mesa. El indulto ya benefició sobre todo a ERC y ahora la amnistía beneficiará más a Junts, es verdad. Pero es una cosa asumible. El único escollo es que tanto JxCAT como ERC siempre piden más: necesitan presentar ante los suyos concesiones como éxitos personales que les diferencien de su rival y eso es muy difícil", dicen a este diario fuentes cercanas al Gobierno en funciones. Lo que pretende cada uno de los partidos independentistas, en otras palabras, es quedar ante la opinión pública como el que más y mejores concesiones ha logrado, presentando la negociación de la investidura como un pulso de influencias.

Desde el PSOE se intenta desdramatizar la situación proyectando una imagen de estabilidad e inamovilidad. "Somos conscientes de que junto a la amnistía habrá que hacer algunas concesiones más, puesto que eso es lo que demandan todos, pero el referéndum es un tema que no está previsto y se les ha dicho así de claro. Ellos pueden decir lo que quieran a sus militantes, pero saben que ese tema lo deberán gestionar ante los suyos como crean conveniente. Por nuestra parte, ya les hemos dicho lo que hay. Y lo que hay es que no habrá referéndum de independencia", añaden las mismas fuentes. Desde Barcelona están tirando de la cuerda para evitar que todo se quede ahí. La intención es llevar a los socialistas a un terreno en el que tengan que abrir las puertas a algún tipo de consulta, que es el trofeo que quieren blandir ante sus militantes tanto ERC como JxCAT.

El entorno de Carles Puigdemont avisó con antelación a Pedro Sánchez de que Yolanda Díaz había solicitado una entrevista con él. La vicepresidenta en funciones se reunió con el expresident en las dependencias del Parlamento Europeo de Bruselas el lunes 4 de septiembre. El día antes, Díaz avisó a Sánchez del encuentro, aunque matizó que lo hacía como líder de Sumar y no en nombre del Gobierno. El presidente calló y dejó hacer. Lo que no sospechaba la también ministra de Trabajo era que sus intenciones y su viaje ya había sido monitorizado desde una semana antes en la jefatura del Ejecutivo.

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