Junqueras vs. Aragonès: A ERC se le atraganta el Govern sin un candidato claro a 'president'

A ERC se le está atragantando la Generalitat. El partido nunca ha mandado tanto, pero no es capaz de rentabilizar la situación en términos electorales. La última encuesta les da 28 diputados en lugar de los 31 actuales, por debajo de JxCAT. El barómetro del CEO —el CIS catalán— de abril del año pasado arrojaba un dato inquietante: el 50% de los catalanes aseguraban que no sabían quién era el presidente. La gestión del día a día no encuentra reflejo en los sondeos y el relevo natural no se da. Sobre todo porque su alternativa, el propio Oriol Junqueras, no cree que pueda aprovechar la amnistía de forma inmediata para ser candidato.

Desde ERC niegan que pueda haber ninguna rivalidad entre Oriol Junqueras y Pere Aragonès dentro del partido. Que su esquema es de reparto entre el gobierno y el partido, igual que el PNV, solo que los vascos lo hacen por tradición, mientras que los republicanos asumieron ese modelo obligados por la aplicación del artículo 155 de la Constitución en 2017. Afirman que Aragonès será candidato para febrero de 2025 y que no habrá adelanto electoral en Cataluña. Pero lo cierto es que el peso político de Junqueras es enorme y su papel como representante de la formación en las negociaciones para investir a Pedro Sánchez, determinante. De hecho, a Aragonès cuando no lo eclipsa Carles Puigdemont desde Bruselas lo hace el propio Junqueras conversando durante 45 minutos por teléfono con Sánchez.

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Antonio Fernández. Barcelona

Por eso su asistencia al Senado esta semana se lee más en clave de ERC y de partido. Aragonès empezó la legislatura manifestando que un acuerdo para solventar la crisis política en Cataluña tenía que ser "de gobierno a gobierno". En la práctica, la Generalitat se ha convertido en irrelevante cuando de verdad ha llegado el momento crucial. Apareciendo en el Senado, Aragonès intentaba sacar cabeza en la fotografía de la política nacional.

ERC siempre ha presumido de cohesión interna mientras las facciones proliferaban en JxCAT, pero en la práctica eso se ha roto con el pulso en la federación de Barcelona, que se ha partido por la mitad. La candidata Patricia Gomà no se ha impuesto por muy poco así que el "junquerismo" salva los muebles. La lista de Eva Baró es la que se ha impuesto pero sólo por 23 votos. Gomà, además, no contaba con el apoyo de Aragonès ni la fractura en la capital catalana se puede leer en ese sentido. Los malos resultados electorales de ERC en las generales o en las municipales se pueden imputar más a Junqueras que a Aragonès, ya que es el primero el que imponía las listas y el programa.

Reparto de papeles

En otros partidos hay un reparto de papeles, tipo policía bueno, policía malo. Lo normal es que el radical sea el presidente del partido, en el caso de ERC, Junqueras; y el pragmático, el presidente en el Ejecutivo. Es decir, Aragonès. Pero esto no es lo que acontece en el partido. Si Junqueras apuesta por la unilateralidad —retórica—, Aragonès hace lo mismo, como en su comparecencia en el Senado, donde prácticamente defendió más la autodeterminación que la amnistía, que en teoría era el objetivo de acudir a la Comisión de Comunidades Autónomas. Ni hubo señal de pragmatismo ni gestos para acercarse a otros presidentes regionales.

Aragonès y Junqueras hacen lo mismo y defienden lo mismo. Pero eso también dificulta que Aragonès pueda llenar el traje de president. Sin JxCAT y las batallas que se producían en el seno del ejecutivo catalán en la primera parte de la legislatura, también el rol del president queda más desdibujado.

Los cuadros de ERC necesitan la amnistía para dar portazo a sus causas judiciales

También habrá que ver si ERC está preparada para un fracaso de la negociación, aunque este no sea imputable a los republicanos, sino a las exigencias de Waterloo. Buena parte de sus cuadros tienen el futuro político en juego, como el portavoz de su grupo parlamentario, Josep Maria Jové, o el diputado Lluís Salvador, para los que piden 7 y 6 años de cárcel respectivamente por su participación en el procés. Ellos y otros, como es el caso de la secretaria general del partido, Marta Rovira, o el diputado Rubén Wagensberg tienen encima la causa de Tsunami Democràtic. Todos ellos precisan de la amnistía para tener una salida rápida y un futuro político.

El tapado

Hay un tapado. Pero por ahora no cuenta ni con el apoyo de Junqueras ni con el de Aragonès. Se trata del expresident del Parlament Roger Torrent, que ahora es conseller de Empresa. Está cultivando una buena relación con las grandes empresas industriales y en un Ejecutivo contra el que abundan las críticas, él pasa de manera discreta. Y si puede solventar un problema lo hace. Torrent es joven, 44 años, y de Girona. Y puede ser una alternativa si Junqueras, como se prevé, sigue sin poder presentarse y Aragonès no remonta en los sondeos.