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Negociaciones abiertas

El PP y Albiol tienen la llave para que el PSC mantenga la Diputación de Barcelona

El socialismo catalán casi da por perdido el Ayuntamiento de Barcelona, pero la Diputación es harina de otro costal y ahí confluyen todo tipo de maniobras soterradas para retenerla. Los cuatro representantes populares son clave

Foto: Xavier García Albiol tras su victoria en Badalona. (EFE/Chema Moya)
Xavier García Albiol tras su victoria en Badalona. (EFE/Chema Moya)

El poder tiene escenarios luminosos, pero también pasillos oscuros. Las diputaciones provinciales son uno de esos pasillos. Y la de Barcelona es fundamental porque con su presupuesto de 1.243 millones de euros es una mina de cargos, asesores y demás prebendas. El PSC ha dominado este ente durante los últimos años gracias a su alianza con JxCAT. Pero ahora las mayorías han cambiado y quien tiene la llave es el PP y Xavier García Albiol. Gracias a su aplastante victoria en Badalona, sus cuatro diputados provinciales pueden garantizar que los socialistas mantengan el control de este organismo, según explican fuentes de ambos partidos políticos.

Las elecciones municipales del pasado 28 de mayo han arrojado el siguiente resultado en la Diputación de Barcelona: PSC obtuvo 18 representantes; ERC, 11; Junts, 11; CeC/Bec 5; PP, 4; Vox, 1; y Tot per Terrassa, 1. La mayoría está en 26 y eso es lo que necesitaría la alcaldesa socialista de L’Hospitalet, Núria Marín, para lograr salir reelegida de nuevo como presidenta.

Foto: El alcaldable del PP en Badalona, Xavier García Albiol. (EFE/Marta Pérez)

Se da por hecho que el PSC y los Comunes de Ada Colau sumarían, pero no lo suficiente. Una mayoría alternativa sería ERC, Junts y apoyo de los Comunes, con lo que Ernest Maragall se sacaría la espinita de su derrota en la ciudad de Barcelona. Esta combinación resultaría letal para el constitucionalismo en Cataluña: el Ayuntamiento de Barcelona en manos de Xavier Trias y la Diputación de Barcelona para el "tete" Ernest. La apuesta de Pere Aragonès por un "frente democrático" que busque alianzas entre los soberanistas en distintos niveles institucionales iría en esa línea.

El antídoto lo están buscando en la calle Pallars, la sede del PSC en Cataluña. Allí ven que es posible armar una mayoría alternativa pero con los populares, según fuentes de esta formación. Así retendría el control de la Diputación de Barcelona gracias al apoyo de los Comunes, pero también del PP. El PSC no cuenta con Vox —poco proclive a estas operaciones de Estado— y tampoco con Tot per Terrassa, una formación de nuevo cuño que lidera el actual alcalde de la ciudad, Jordi Ballart, un ex del PSC que no quiere dar a sus antiguos socios ni agua. Menos aún oxígeno ante el apuro de retener la Diputación de Barcelona.

Así que mientras todo el mundo mira a Trias, entre bambalinas lo que se está pergeñando es el acuerdo para seguir controlando la Diputación de Barcelona, según apuntan fuentes políticas conocedoras de estos movimientos.

Sentido de Estado

García Albiol alega sentido de Estado, como cuando Manuel Valls prefirió que Ada Colau gobernase Barcelona antes de que lo hiciese el independentismo. García Albiol es un político desacomplejado, que reconoce sin ambages que le votan los independentistas de Badalona, por ejemplo. En una época en que el PP convierte a Bildu en el eje de su campaña, quien será el futuro alcalde de Badalona tiene otras prioridades y lo dice de forma clara.

El candidato del PSC, Jaume Collboni, sigue insistiendo en que puede ser alcalde de Barcelona. Pero para ello necesita no solo a los Comunes. También los cuatro ediles del PP y Daniel Sirera. Pero todas las fuentes descartan que sea posible que el PP entregue la segunda ciudad de España a los más estrechos socios de Pedro Sánchez a las puertas de unas generales. Por eso, todo el mundo da por hecho que Trias acabará siendo alcalde por la vía de haber sido el más votado.

La interferencia de las generales

La gran interferencia por la que no parece factible el pacto que busca Collboni ha sido la convocatoria de elecciones generales por parte de Pedro Sánchez. El PP se niega a entregar una pieza tan codiciada como la capital catalana en un momento en que se están jugando la Moncloa. Pero la Diputación es otro mundo. Allí, hace cuatro años, la JxCAT más enardecida acabó pactando con un PSC que acababa de apoyar el 155. Lo hicieron por un puñado de cargos, para desplazar a ERC y con la guinda de que la mujer de Carles Puigdemont mantuviese su programa en red de televisiones locales.

Es la diferencia entre hacer los tratos en los escenarios del poder, como el Ayuntamiento de Barcelona, o los pasillos oscuros. La Diputación permite margen para esto y mucho más. García Albiol es consciente de ello. Aunque ya empiezan a haber algunas voces y opinadores en la derecha que dudan sobre si en términos de coherencia constitucionalista el PP está haciendo lo mejor al dejar el Ayuntamiento de Barcelona en manos del independentismo de Xavier Trias. Con García Albiol, en cambio, no hay dudas.

El poder tiene escenarios luminosos, pero también pasillos oscuros. Las diputaciones provinciales son uno de esos pasillos. Y la de Barcelona es fundamental porque con su presupuesto de 1.243 millones de euros es una mina de cargos, asesores y demás prebendas. El PSC ha dominado este ente durante los últimos años gracias a su alianza con JxCAT. Pero ahora las mayorías han cambiado y quien tiene la llave es el PP y Xavier García Albiol. Gracias a su aplastante victoria en Badalona, sus cuatro diputados provinciales pueden garantizar que los socialistas mantengan el control de este organismo, según explican fuentes de ambos partidos políticos.

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