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Un estudio publicado por la Generalitat pide un cambio legal que autorice la secesión
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Virar hacia una España confederal

Un estudio publicado por la Generalitat pide un cambio legal que autorice la secesión

El Institut d’Estudis d’Autogovern dibuja una hoja de ruta del independentismo tranquilo. Aunque plantea una alternativa poco factible por la mayoría necesaria para cambiar la Constitución

Foto: Foto: Reuters/Sergio Pérez.
Foto: Reuters/Sergio Pérez.

El Institut d’Estudis d’Autogovern, una entidad pública que depende de la conselleria de Presidència y que opera como un laboratorio de ideas y de fórmulas jurídicas de la Generalitat, ha publicado en su revista del mes de diciembre un artículo de corte académico en el que se propone cambiar el marco constitucional español para que recoja "un derecho o procedimiento calificado para la secesión, al menos en cuanto a los principios o requisitos fundamentales", si bien reconoce que ha de ser una solución "a medio plazo" porque "el proyecto secesionista hoy parece más inalcanzable".

El Institut d’Estudis d’Autogovern está dirigido por Joan Ridao, un hombre de ERC y antiguo letrado mayor del Parlament. Su predecesor fue el arquitecto legal del intento de secesión de 2017, Carles Viver Pi i Sunyer, el que aseguró que se podía llegar a la independencia de Cataluña "de la ley a la ley". El artículo titulado 'Self-Determination and Coercion in Spain. The Case of Catalonia' lo firma Pau Bossacoma, de la Facultad de Derecho de la UPF. El trabajo podría desvelar lo que sería la estrategia de ERC y de la Generalitat en la Mesa de Diálogo, que España pasase a convertirse en un estado confederal, algo que tardaría muchos años y que precisaría un cambio muy profundo y que hoy por hoy parece inalcanzable. Bossacoma ha publicado un libro titulado 'La legitimidad de la secesión a debate'.

El trabajo podría desvelar la estrategia de ERC y de la Generalitat en la Mesa de Diálogo: que España se convirtiera en un estado confederal

Joan Ridao niega vinculación alguna del artículo con la estrategia de la Generalitat de Pere Aragonès: "se publicó con criterios académicos a través del sistema de revisión ciega de pares analizando todos los originales recibidos. Solo responde a la opinión de su autor. No hay criterios de oportunidad ni relación alguna con lo que hace o deja de hacer el Govern".

Son muchos los paralelismos que plantea el artículo, escrito en inglés y que es el único de la revista que habla de Cataluña, con la situación actual generada en esta legislatura, la cual pivota sobre la cuestionada Mesa de Diálogo.

Así describe el momento actual: "Un partido de centroizquierda, encabezado por el presidente Sánchez, logró formar un gobierno de coalición con partidos de izquierda y con la aquiescencia de los partidos catalán y vasco. Aunque este ejecutivo central pronto entró en negociaciones con las autoridades catalanas, no es probable que se lleven a cabo reformas territoriales importantes a corto plazo".

Foto: Mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat. (EFE/Enric Fontcuberta)

Y sigue en lo que encajaría con esa estrategia que Pere Aragonès y ERC dicen tener pero evitan especificar: "Parece necesario tiempo para lograr un compromiso multinacional significativo y, por lo tanto, deben distinguirse dos períodos después de la derrota del intento unilateral de secesión: el acuerdo de apaciguamiento y el acuerdo de reconciliación. El primero es una especie de acuerdo de 'modus vivendi' para cesar la centralización y la coerción, por un lado, y la desobediencia y la secesión unilateral, por el otro (es decir, un acuerdo para buscar la estabilidad). El segundo acuerdo es un pacto confederal multinacional a alcanzar en el mediano plazo. Dentro de este compromiso posterior, debe acordarse un derecho o procedimiento calificado para la secesión, al menos en cuanto a los principios o requisitos fundamentales. En este escenario, la secesión se perseguiría de manera consensuada, legal y tranquila. Esta solución gradual y escalonada parece un proceso más adecuado y pragmático hacia la paz y la justicia multinacionales".

Años de negociaciones

Cataluña estaría ahora en "acuerdo de apaciguamiento" —indultos, regreso al autonomismo, convivencia— y ERC buscaría llevarla al segundo nivel: un cambio constitucional para situar a España en un esquema parecido al de Canadá o Reino Unido, donde una parte —Quebec, Escocia— puede intentar separarse del resto a través de una fórmula pactada. Para una reforma de tanto calado se necesitarían años, lo que encajaría en el énfasis de ERC y de Aragonès en no poner fechas ni plazos para la mesa de diálogo.

El factor tiempo es la clave. ERC es tan independentista como JxCAT. Pero mientras que los de Carles Puigdemont siguen aferrados a la idea de que es posible una ruptura rápida, los republicanos apuestan por una cocción a fuego lento. El problema es que si explican lo lento que puede ser temen perder a buena parte de sus votantes.

Un giro tan hondo precisa muchos años, algo difícil de vender al votante soberanista

El artículo aporta novedades y dice que cosas que los políticos independentistas no asumen: se reconoce la derrota en 2017 y se acepta que "el proyecto de secesión parece hoy más inalcanzable y el proyecto de unión menos atractivo".

Poco factible

Lo bueno del artículo es que dibuja una estrategia clara del independentismo tranquilo. Lo malo es que dicha estrategia no parece factible. El PSOE apuesta por un modelo federal, no confederal, por eso el artículo habla de acuerdos "multinacionales". Y, además, cambiar la Constitución obliga a unas mayorías reforzadas que lo hacen casi imposible. Por tanto, la vía que los republicanos percibirían como una salida en realidad se encontraría cegada, si el objetivo es llegar a un acuerdo.

En un lapso tan largo de tiempo, además, no sería descartable que el PP ganase las elecciones en algún momento de ese largo período por delante. Con lo que no se podría avanzar en esa dirección. Pedro Sánchez no va a gobernar de manera eterna.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante su reunión este miércoles en el Palau de la Generalitat en Barcelona. (EFE)

En sus conclusiones, el autor defiende incluso que el independentismo beneficia a los partidos políticos de derechas, ya que "aunque los partidos de derecha españoles son mucho más opuestos ideológicamente a la autodeterminación y la secesión, es probable que obtengan mejores resultados electorales y puedan ejercer un mayor control de los poderes centrales como resultado de independentismo catalán".

El Institut d’Estudis d’Autogovern, una entidad pública que depende de la conselleria de Presidència y que opera como un laboratorio de ideas y de fórmulas jurídicas de la Generalitat, ha publicado en su revista del mes de diciembre un artículo de corte académico en el que se propone cambiar el marco constitucional español para que recoja "un derecho o procedimiento calificado para la secesión, al menos en cuanto a los principios o requisitos fundamentales", si bien reconoce que ha de ser una solución "a medio plazo" porque "el proyecto secesionista hoy parece más inalcanzable".

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