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Oriol Mitjà, el científico al que le va la marcha: "Política y ciencia son indisociables"
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Un epidemiólogo mediático

Oriol Mitjà, el científico al que le va la marcha: "Política y ciencia son indisociables"

El exasesor del 'president' para el covid pide no votar al PSOE y a ERC por mala gestión del covid. ¿Está pidiendo el voto a Junts? Convertido en estrella, Mitjà dice defender a la ciencia

Foto: Oriol Mitjà en una comparecencia durante la desescalada.
Oriol Mitjà en una comparecencia durante la desescalada.

Un tuit extraño. Oriol Mitjà, antiguo asesor de Quim Torra para el covid, tuiteó el jueves el pantallazo de una presunta conversación con José Luis Rodríguez Zapatero en marzo. La charla no iba más allá de un saludo y un ofrecimiento de colaboración entre administraciones, pero Mitjà la analizó así: “Un expresidente del PSOE me confesó que Salvador Illa estaba fracasando en la gestión de la crisis. Ofrecimos ayuda y no escucharon. La gestión ha resultado en una mortalidad 10 veces mayor que en muchos países. El 14F el ciudadano puede castigar a quien ha gestionado mal”.

Un tuit confuso que se entiende mejor en el contexto de la actividad tuitera de Mitjà durante la campaña electoral, en la que ha llamado a no votar ni al PSOE ni a ERC por la mala gestión pandémica del ministerio y la consejería de Salud: “El 15F necesitamos un cambio al frente del departamento de salud. Por justicia y solidaridad con las personas que han perdido la vida por el covid y sus familiares, creo que no podemos premiar ni a la consejera ni al ministro”.

Mitjà tiene 186.000 seguidores en Twitter.

¿Son sus tuits de campaña una manera indirecta de pedir el voto a Junts? Puede que sí, puede que no, más claro está que al virólogo Mitjá le va la marcha. ¿Lleva una doble vida de científico de día y agitador político de noche? Él lo niega en su tuit fijado, donde realiza la siguiente declaración de intenciones: “Los médicos seguimos principios éticos que trascienden ideologías. No preguntamos acerca del signo político de los pacientes antes de tratarles, sería ridículo y antiético. Por favor, despoliticen su lectura de nuestras recomendaciones y debatan los aspectos científicos”.

¿A qué juega entonces Mitjà?

No lo vimos venir

Nada de lo que pasó en 2020 lo vimos venir, y es lógico: ¿quién iba a pensar que los epidemiólogos se convertirían en estrellas mediáticas? Del laboratorio al 'prime time' televisivo en medio de una epidemia mundial.

Mitjà ya tenía algo de perfil público antes del covid. Era un investigador galardonado (premio Princesa de Girona y catalán del año), pero se había pasado la década anterior en un lugar tan alejado de los focos como Papúa Nueva Guinea, como especialista en erradicación de enfermedades tropicales. Por tanto, a nivel mediático, la llegada del covid para él fue como saltar de un avión sin paracaídas: de Papúa al centro de la mayor tormenta sanitaria, mediática y política en medio siglo.

No se puede decir que Mitjà se achantara con su brusco cambio de rol social, o que titubeara surfeando la gigantesca ola mediática, pues fue casi la primera persona del país en pedir la dimisión de Fernando Simón, el pasado 16 de marzo, dos días después de la declaración del estado de alarma, por falta de previsión contra el covid.

"La gestión del Gobierno central y de la Generalitat ha sido muy parecida, y en mi opinión insuficiente en ambos casos"

Tras ser nombrado asesor (sin sueldo) del president Quim Torra para el covid y la desescalada, Mitjà se convirtió en el científico al que Puigdemont citaba en redes sociales, y en abril ‘El País’ tituló: “Oriol Mitjà, el científico de cabecera de Torra”.

De esta época vienen sus roces con la consejera de Sanidad, Alba Vergés, de ERC, partido molesto con la creación de una estructura sanitaria paralela controlada por Torra dentro del Govern. O Mitjà en medio del choque de trenes entre ERC y JxCAT. La gestión de Mitjà generó tensiones internas entre los profesionales de la Salud Pública y la epidemiología, como desveló este periódico. También fue criticado por científicos catalanes de referencia por exceso de exposición política y “activismo pandémico”.

Pero, cuando Mitjà dejó de asesorar al Govern y llegó la segunda ola, comenzó a criticar la gestión pandémica de la Generalitat, sobre todo a la consejería de Sanidad. Según él, el Govern no había aprendido la lección y Sanidad no se dejaba asesorar. Y siguió disparando en direcciones inesperadas...

En efecto, cuando parecía que Mitjà quedaría marcado para siempre como científico estrella del procesismo, desconcertó a sus seguidores alabando la estrategia pandémica de Isabel Díaz Ayuso en Madrid. “Pienso que lo está haciendo bien, ha lanzado una estrategia de test masivos y le está dando resultado, sin tener que cerrar la economía”. “Me gustaría más trabajar en Madrid hoy”, dijo el pasado noviembre.

Mitjà ya no era solo un virólogo mediático en Cataluña, sino también en España, con apariciones en los programas de Ana Rosa Quintana y Susana Griso. En efecto, a los medios nos gustan los expertos con opiniones fuertes y gusto por pisar charcos.

¿Qué significa todo esto? O Mitjà es más heterodoxo de lo que algunos habían imaginado, o tiende a enmendar la plana a otros expertos del Govern que no son él, o su independencia científica está por encima de todo, o tira la piedra (política) y esconde la mano (detrás de la ciencia), o parte de su trabajo es señalar los errores de la gestión del covid, o le gusta salir en los papeles... o quizá un poco de todo ello.

La entrevista

Hablamos con Oriol Mitjà (Barcelona, 1980) sobre mezclar ciencia y política, la etiqueta de científico procesista y su exposición mediática. Responde por escrito.

PREGUNTA. En su tuit fijado pide “despolitizar" las recomendaciones de los científicos. No obstante, usted interviene habitualmente en el debate político, y en los últimos días ha pedido no votar ni al PSOE ni a ERC por su mala gestión de la pandemia. ¿No hay ahí una contradicción?

RESPUESTA. Siempre he defendido el derecho a la salud y he dado prioridad a reivindicar este derecho por encima de otros aspectos de la política. Mi convicción es que los principios éticos que sostienen el derecho a la salud no entienden de ideologías.

Ahora bien, sí creo necesario plantar cara y ser crítico con las acciones de gobierno cuando no protegen el derecho a la salud. No ataco al PSOE o a ERC, sino que cuestiono la acción de gobierno de los responsables que han estado en posiciones sensibles como Sanidad o Afers Socials. Soy reivindicativo para hacer aflorar las carencias en gestión porque por encima de todo es necesario que haya transparencia.

Más que despolitizar debería decir "despartidizar". La política y la ciencia son indisociables porque la ciencia pretende dar soluciones a problemas de la comunidad. Si los descubrimientos científicos no se aplican (mediante decisiones políticas), la ciencia no sirve de nada.

P. Dice usted que ofreció su ayuda al Ministerio de Sanidad "y no escucharon". ¿A qué lo achaca?

"No ataco a PSOE ni a ERC, sino que cuestiono la acción de gobierno de los responsables"

R. En los tuits que publico, muestro como intenté contactar con el Ministerio de Sanidad y el Secretario General de Presidencia para ofrecer ayuda. Nunca tuve respuesta, y por tanto, desconozco por qué denegaron esta ayuda. Lo que sí tengo confirmación es que el mensaje llegó a su destinatario.


Por otra parte, estoy muy contento de haber podido ayudar a las comunidades de Baleares, Canarias, Catalunya y a países extranjeros.

P. Las tres olas del covid han generado altibajos de gestión en todos los territorios. ¿Hay mucha diferencia entre lo que ha hecho el Gobierno central y lo que ha hecho la Generalitat?
R. La gestión del Gobierno central y de la Generalitat ha sido muy parecida, y en mi opinión insuficiente en ambos casos.

"He vivido la exposición a los medios como un mal necesario"

P. Cuando asesoró al Govern durante la desescalada, algunos le calificaron de epidemiólogo estrella del 'procés'. ¿Qué le parece la etiqueta?
R. No me siento identificado con esta etiqueta. Precisamente para poder defender el derecho a la salud de TODAS las personas, en África, en Papúa, en España o en Catalunya, prefiero no opinar sobre otros temas políticos (como política territorial). Todas mis valoraciones han sido siempre acerca de las políticas de salud.

Cualquier dirigente político que haya utilizado mis propuestas sobre el covid para hacer cualquier otra cosa que no sea tomar decisiones en materia de salud pública pierde completamente mi atención y mi interés.

Cualquier político o periodista, que haya esgrimido el uso político que se haya podido hacer de mis palabras desvirtuando así su verdadero sentido, ha contribuido a una equivocación que nos hace daño a todos.

P. Usted sale habitualmente en medios de comunicación catalanes y españoles opinando sobre la gestión del virus. ¿Le gusta estar en el foco o lo ve como parte de su trabajo científico?
R. He vivido la exposición a los medios como un mal necesario. Me ha resultado, y me sigue resultando, más bien incómodo. Pero acepto una parte de contradicción personal, que creo que es humana, entre la satisfacción que genera el hecho de ser escuchado, de tener una cuota de opinión, y la incomodidad de sentirse totalmente expuesto.

Un tuit extraño. Oriol Mitjà, antiguo asesor de Quim Torra para el covid, tuiteó el jueves el pantallazo de una presunta conversación con José Luis Rodríguez Zapatero en marzo. La charla no iba más allá de un saludo y un ofrecimiento de colaboración entre administraciones, pero Mitjà la analizó así: “Un expresidente del PSOE me confesó que Salvador Illa estaba fracasando en la gestión de la crisis. Ofrecimos ayuda y no escucharon. La gestión ha resultado en una mortalidad 10 veces mayor que en muchos países. El 14F el ciudadano puede castigar a quien ha gestionado mal”.