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La crisis sanitaria trastoca el calendario de Torra: atrasará las elecciones catalanas
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erc cree que los comicios irán para largo

La crisis sanitaria trastoca el calendario de Torra: atrasará las elecciones catalanas

El 'president' ha descartado ya convocar elecciones antes de las vacaciones de verano, tal y como tenía previsto hasta hace muy poco

Foto: Quim Torra, durante una sesión parlamentaria virtual. (EFE)
Quim Torra, durante una sesión parlamentaria virtual. (EFE)

Los efectos de la pandemia de coronavirus ya se han dejado sentir en la política catalana: el ‘president’ Quim Torra ha descartado convocar elecciones antes de las vacaciones de verano, tal y como tenía previsto. “Hasta hace cuatro días, insistía en que las elecciones se iban a celebrar antes de las vacaciones. Ahora, por primera vez, reconoce que no es lo más conveniente y que, como poco, se celebrarán en el otoño próximo”, explica a El Confidencial un alto cargo de ERC, el partido socio de gobierno en Cataluña.

Esta fuente reconoce que la potestad de convocar elecciones es única y personalmente competencia del ‘president’, que se marcó su propia hoja de ruta electoral. “Siempre nos dijo que las elecciones serían convocadas antes de verano y no había quien le sacara de ahí. De momento, ya han quedado aplazadas y creemos que irá para largo”.

Estas apreciaciones coinciden con las afirmaciones de una fuente de JxCAT cercana al propio Torra, que subraya que la decisión de convocar las elecciones en cuanto estuviesen aprobados los Presupuestos de la Generalitat para 2020 (a partir de su convocatoria, se han de celebrar en un plazo mínimo de 54 días) “fue un calentón del ‘president’, aunque luego se arrepintió. De todos modos, la crisis sanitaria es una buena excusa para variar el rumbo sin desdecirse”.

Dijo que las elecciones serían convocadas antes de verano, pero de momento ya han quedado aplazadas e irá para largo

Los republicanos no quieren presionar a Torra y, en cierta manera, han cerrado filas con él durante la pandemia, al apoyar, aunque no fuese activamente y con un entusiasmo comedido, las medidas reclamadas por Torra frente a la estrategia del Gobierno central. “El ‘president’ no ha tenido una estrategia clara durante esta crisis —critican desde algunos círculos republicanos—. Lo que ha hecho es activismo, fruto quizá de la impotencia con que ha tenido que afrontar la crisis”.

Pero no hay duda de que algunos dirigentes de Esquerra se han visto visiblemente molestos por los desmarques de Torra desde Cataluña. “La exhibición de enfrentamiento constante con Madrid por el confinamiento hay que entenderla desde ese punto de vista: la del activismo. Es una constante en su estrategia, de la misma manera que antes hablaba de abrir las cárceles a los presos, cuando es él quien tiene las llaves, o derivaba al Parlament cualquier conflicto para no tener que afrontarlo él. Lo que está haciendo es un brindis al sol tras otro”.

ERC, muy presionada

En este contexto, ERC no esconde que se siente muy presionada. Y desde las filas posconvergentes se mete el dedo en la llaga. “En las últimas autonómicas, en que se nos daba por derrotados, quedamos por encima de Esquerra. El ‘síndrome Puigdemont’ puede pasarle factura otra vez”, dice un dirigente posconvergente desmintiendo a las encuestas, que sitúan como ganadora de unas eventuales elecciones a ERC.

Con ERC como socio, Carles Puigdemont maneja las riendas de la política catalana a su antojo

Los republicanos, en cambio, advierten de que sus postulados se imponen en este momento. “Cuando la situación vuelva a la normalidad, volverá a ser válida la opción que más detesta el nacionalismo radical, el que envuelve a Puigdemont y a Torra: será preciso un Govern de frente amplio, en el que habrá que dar entrada a más fuerzas”.

Ese es precisamente el momento que teme JxCAT. Con ERC como socio, Carles Puigdemont maneja las riendas de la política catalana a su antojo. Pero las encuestas pronostican una situación complicada para su partido, ya que habrá más opciones de formar Gobierno. De ahí que desde JxCAT se vaya calentando el ambiente, denunciando que ERC está cocinando “un nuevo tripartito”. Ese es el inicio de una cruenta campaña de imagen interna del independentismo para luchar por la hegemonía de ese espectro político.

El proceder del PSOE no es cívico ni republicano. No nos gustan tampoco sus constantes consignas patrióticas

La posibilidad de un nuevo tripartito es rotundamente desmentida desde la cúpula republicana: “En estos momentos, es casi imposible un Gobierno de las fuerzas de izquierda. De plano, no se puede descartar a los socialistas, pero no están en la dirección correcta”. Señala esta fuente también que “el proceder del PSOE no es cívico ni republicano. No nos gustan tampoco sus constantes consignas patrióticas”.

En la cúpula de Esquerra se asegura que “lo que debemos hacer en el futuro próximo es atraer, aunque sea, al mundo de los comunes a nuestros posicionamientos. Es difícil, porque los comunes en estos momentos están gobernando en Madrid y se da la circunstancia de que son hiperexigentes con la Generalitat y tragan al mismo tiempo con todo lo que se dice en Madrid, lo que es una incongruencia”.

La alternativa sería un Gobierno de izquierdas en Cataluña. ERC y PSC lo niegan. Los comunes lo desean y lo pregonan. JxCAT lo teme

Pero hay otro problema para incorporar al mundo podemita a un frente nacionalista: “La mejor tradición de los comunes tiene en el mundo convergente a su principal antagonista, por lo que es muy difícil que se entiendan en un Gobierno”. La posición de los posconvergentes, pues, se debilita, situación que se ve agravada por la imposibilidad de formar un Gobierno de amplio frente. Ese Gobierno, según explica un alto dirigente republicano a este diario, debería pasar página, dejar la fase del extremismo nacionalista en un cajón y centrarse “en reivindicaciones más concretas, como la amnistía y el derecho a decidir, porque de lo contrario no podremos contar con nadie más para un acuerdo amplio”.

La alternativa, en resumen, sería un Gobierno de izquierdas en Cataluña. ERC y PSC, oficialmente, lo niegan. Los comunes lo desean y lo pregonan. JxCAT lo teme.

Los efectos de la pandemia de coronavirus ya se han dejado sentir en la política catalana: el ‘president’ Quim Torra ha descartado convocar elecciones antes de las vacaciones de verano, tal y como tenía previsto. “Hasta hace cuatro días, insistía en que las elecciones se iban a celebrar antes de las vacaciones. Ahora, por primera vez, reconoce que no es lo más conveniente y que, como poco, se celebrarán en el otoño próximo”, explica a El Confidencial un alto cargo de ERC, el partido socio de gobierno en Cataluña.

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